El presidente del Gobierno valenciano, el popular Carlos Mazón, y su vicepresidente primero y conseller de Cultura y Deporte, Vicente Barrera, de Vox, han exhibido durante los últimos días una estrecha relación, a pesar de las fricciones que ya se han producido entre ambas formaciones.
Durante la anterior legislatura, era extraño ver al presidente Ximo Puig en el Parlamento valenciano en las sesiones de control a los miembros de su gobierno de los miércoles por la tarde. Era habitual que Mónica Oltra, su vicepresidenta, se enfrentara a la oposición sin la presencia de su jefe.
Mazón, sin embargo, acudió expresamente a las interpelaciones que la oposición realizó a su número dos en la primera sesión de control de la legislatura, en las que él no tenía que intervenir.
El presidente permaneció en su escaño este miércoles cuando el diputado del PSOE José Chulvi interpeló a Barrera sobre la política general de su departamento en materia cultural.
También cuando el conseller de Vox presentó sus líneas de gobierno el pasado 20 de septiembre ante los diputados de la Cámara. Durante su discurso, se comprometió a luchar contra el "pancatalanismo" y defendió todas las fiestas y tradiciones, especialmente la tauromaquia.
Mazón, además de acudir a las intervenciones, exhibe complicidad con el líder de Vox, al que aplaude de forma efusiva, estrecha la mano tras sus intervenciones y lo abraza en el hemiciclo.
Fuentes de la Generalitat restan importancia a esta buena relación, y destacan que todos los miembros del Ejecutivo forman parte de un "mismo Consell", con la misma unidad de acción. En varias ocasiones Mazón auguró que así sería. "Antes la noticia era que Ximo Puig y Mónica Oltra se reunieran", afirmaba.
La relación de respeto entre ambos también se pudo apreciar con la salida de tono que tuvo Barrera en sus redes sociales. Acusó al líder nacional del PP, Alberto Núñez Feijóo, de "escupir en la cara" a Vox por no permitir que tuvieran un representante en la Mesa del Congreso de los Diputados. Tras una conversación con Mazón, accedió a borrar el tuit para rebajar la tensión entre ambas fuerzas.
Preguntadas al respecto, fuentes de la Vicepresidencia Primera se pronuncian en la misma línea. Enmarcan en la "normalidad" la buena relación entre Barrera y Mazón, y subrayan que la misma se produjo desde que ambos formaron parte de las negociaciones entre ambos partidos para conformar el Gobierno. "Se llevan bien desde el principio pese a las diferencias entre los partidos", destacan.
Estas diferencias, sin embargo, son notables y han aflorado muy pronto. En el primer pleno ordinario de las Cortes Valencianas, celebrado este jueves, ya se rompió la unidad de voto en el bloque del Gobierno.
El PP se alió con el grupo socialista y con Compromís para pactar una iniciativa para exigir la renovación del pacto valenciano de violencia de género, caducado desde hace más de un año.
Los del partido de Santiago Abascal, por su parte, votaron en contra. Insistieron en rechazar la existencia de la violencia de género al entender que es una cuestión ideológica. "La violencia no tiene género", defendió la portavoz parlamentaria de Vox, Ana Vega.
No obstante, el presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, ha querido restar importancia a estas fricciones y ha cuidado la relación con su vicepresidente Barrera.
"Somos un equipo"
Durante el primer pleno ordinario, la oposición subrayó las diferencias entre los socios del gobierno en materia de la lucha contra la violencia machista, pero también en cuanto a la lengua y al cambio climático.
Ante estas críticas, la portavoz del Consell, Ruth Merino, insistió en que el Consell actúa "en equipo" y que va "en la buena dirección". Lo mismo que dijo tras desmarcarse de las declaraciones del conseller de Agricultura, José Luis Aguirre, calificando de "perversa" la Agenda 2030.
Merino desautorizó a su compañero de gobierno, al afirmar que el Ejecutivo sí cree en el cambio climático, pero matizó que "en la acción de gobierno" no existen "disputas internas".
El propio Mazón también se vio obligado a corregir a la consellera de Justicia e Interior, Elisa Núñez, nombrada por Vox, que dejó en el aire la continuidad de las oficinas especializadas en violencia de género. 24 horas después el jefe del Consell zanjó el debate confirmando la continuidad del proyecto.
Barrera es licenciado en Derecho por la Universidad de Valencia y ha sido torero entre 1991 y 2011. En marzo de ese año, el Gobierno valenciano presidido por Alberto Fabra (PP) le concedió la Alta Distinción de la Generalitat.