Valencia

Cuatro meses. Es el tiempo que ha resistido el PP de Valencia en su intento de gobernar la ciudad en solitario. La alcaldesa, María José Catalá, ya ha alcanzado un acuerdo con Vox para su incorporación al Ejecutivo municipal, según ha podido contrastar EL ESPAÑOL.

El pacto será anunciado durante las próximas horas. Puede que sea incluso este viernes. El grueso del mismo ya está acordado, tal y como reconoció esta misma tarde la propia dirigente.

"Es posible que, próximamente, tengamos ese acuerdo de gobernabilidad en el Ayuntamiento de Valencia", reconoció Catalá. "Veremos qué pasa mañana por la mañana. De momento las resoluciones de delegación -de competencias- no están firmadas", agregó.

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Fuentes conocedoras de las negociaciones indican a este periódico que Vox ostentará las competencias de fiestas (a excepción de las fallas), familia, empleo y parques y jardines. Se especula también con las de innovación y pedanías.

Está por ver también si el portavoz de Vox, Juanma Badenas, ostenta o no una tenencia de Alcaldía. Todo apunta a que sí. También que se incorporará a la Junta de Gobierno Local.

El acuerdo se produce tras una escalada de presión por parte de Vox para acceder al ejecutivo, en el que el partido de extrema derecha llegó incluso a menospreciar a la alcaldesa.

Juanma Badenas. EE

"La señora Catalá no tiene ni idea de la acción política, de ponerse de acuerdo con el otro. Vive en su mundo cerrado, con sus concejales, y se cree que ella sola puede hacer las cosas sin tener la fuerza democrática necesaria", llegó a decir en una entrevista concedida a À Punt.

El escenario autonómico era una presión añadida para Catalá. Carlos Mazón, que necesitaba los votos de Vox para llegar a la presidencia de la Generalitat, alcanzó un pacto rápido con el partido el pasado mes de julio. Desde entonces ha apostado por minimizar las estridencias de sus socios.

Catalá, como todos los líderes municipales que fueron la lista más votada, no requería Vox para ser investida. Afrontó la negociación con una mayor postura de fuerza, ya en el Gobierno. Pero su apuesta chocaba con la regional y se encontró con una respuesta destructiva por parte de Vox. La formación ya había iniciado una estrategia de boicot a las políticas municipales, aunque coincidieran con su ideario.

Cinco horas de reunión

El PP y Vox ultimaron el acuerdo municipal en una reunión que duró cinco horas entre María José Catalá y el presidente provincial de Vox y diputado en el Congreso, Ignacio Gil Lázaro. Se trata de un estrecho colaborador del presidente nacional del partido, Santiago Abascal.

En el encuentro también participaron Badenas y, por parte del PP, el concejal de Grandes Proyectos, José Marí Olano, y el jefe de gabinete de Catalá, Cristóbal Grau.

El primer acuerdo que alcanzaron sí lo hicieron público. Vox, pese a amenazar previamente con votar en contra, apoyará finalmente la bajada de impuestos propuesta por el PP.

El pasado viernes, el equipo de Gobierno, compuesto todavía en solitario por el PP, presentó las ordenanzas fiscales con una rebaja fiscal que supondría un ahorro para los valencianos de entre 60 y 70 millones de euros.

El PP necesitaba los cuatro de Vox para sacar adelante esta rebaja fiscal. También para sacar adelante cuestiones trascendentales como los presupuestos de la ciudad.