Tollodouro Brut

Tollodouro Brut Adegas Tollodouro

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GastroGalicia

Un albariño que se viste de burbujas: así el espumoso gallego que compite con el Champagne

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En las Rías Baixas, allí donde el verde de los viñedos se funde con el azul intenso del Atlántico, la tradición vinícola se siente como un legado tallado por el viento y la sal. Lo cierto es que este codiciano destino de Galicia, cuna de los albariños más venerados, no solo centra su producción en las variedades blancas. Sus tintos robustos y refinados espumosos revelan una cara menos conocida pero igual de fascinante al paladar. En esta Denominación de Origen, cada botella cuenta una historia y cada burbuja guarda un susurro de la brisa marina. Y es precisamente también este el paraíso enológico donde un albariño burbujeante, elaborado con el método tradicional de Champagne (región al noroeste de Francia), lleva la frescuera y el alma gallega a un nivel que solo puede describirse como puro lujo embotellado. 

Con un elegante aroma a frutas blancas confitadas, delicadas notas florales y una sutil pincelada tostada fruto de su ligera crianza, Tollodouro Brut brilla como una auténtica joya enológica confecionada para cualquier ocasión. El secreto de su éxito radica en su elaboración artesanal bajo la firma de Bodegas Tollodouro, un proyecto arraigado en la subzona de O Rosal, al sur de la provincia de Pontevedra, que lleva desde el año 2000 reinventando la tradición vinícola de la región. Pero lo que realmente hace especial a este espumoso es su identidad gallega: nace de un vino base de la variedad Albariño y cobra vida a través del mismo método tradicional que da fama al Champagne, combinando frescura atlántica con una distintica sotisficación. 

Un oro líquido burbujeante

Tollodouro Brut en una foto de archivo

Tollodouro Brut en una foto de archivo

Burbujas finas y persistentes, una acidez vibrante y un final largo en boca, sabroso y elegante en cada sorbo. De un brillante amarillo pajizo con destellos dorados que atrapan la luz, este espumoso resulta casi un deleita para la vista. En nariz es expresivo y equilibrado, con delicados recuerdos a fruta fresca que invitan a descubrir más a través del paladar. Así se presenta Tollodouro Brut, un espumoso versátil capaz de elevar cualquier experiencia gastronómica al maridar a la perfección con mariscos, pescados, escabeches, ahumados, quesos y hasta carnes blancas, convirtiéndose en el acompañante ideal para los mejores momentos. 

La etiqueda de Tollodouro se origina en las privilegiadas parcelas de viñedos de la subzona de O Rosal, donde la orientación y proximidad tanto al río Miño como al Atlántico crean un microclima óptimo para la maduración de la uva, potenciando su frescura y carácter. Los suelos graniticos, arenosos y altamente permeables son otro de sus secretos, pues permiten un drenaje impecable, evitando así el echarcamiento y creando un entorno ideal para obtener vinos elegantes, de acidez equilibrada y con los aromas distintivos de las variedades que les dan vida. 

Este exquisito espumoso de albariño, orgullosamente amparado bajo la Denominación Rías Baixas, sigue el prestigioso método tradicional de Champagne, es decir, el champenoise. Su proceso incluye una fase de crianza en rima de nueve meses, durante los cuales este caldo descansa en una cava climatizada a una temperatura constante y controlada que oscila entre los 12 o 13 grados, asegurando su evolución lenta y equilibrada. Antes de culminar su embotellado, pasa por un meticuloso proceso de decantación por un periodo de un mes, con un removido de las botellas que garantiza la perfección de cada burbuja. 

Sobre Bodegas Tollodouro

Viñedos en la subzona de O Rosal

Viñedos en la subzona de O Rosal Adegas Tollodouro O Rosal

El proyecto de Bodegas Tollodouro se origina en el año 2000 al amparo de la Denominación de Origen Rías Baixas, con el objetivo de aprovechar al máximo sus más de 90 hectáreas de viñedos propios. Cada año, su producción ronda las 10.000 botellas de Tollodouroy otras 20.000 más de Pontellón, entre otras variedades, pero siempre fieles a la esencia más pura del albariño. La finca en cuestión se encuentra enmarcada en Vilachán, dentro de los límites de la localidad de Tomiño, en una ladera privilegiada que se extiende entre los 200 y los 350 metros sobre el nivel del mar. Lo cierto es que su ubicación es inmejorable: a tan sólo 3,5 kilómetros del curso del río Miño y apenas 10 kilómetros del océano Atlántico.