Borja Cardelús, de la FTL: “El mundo no puede permitirse perder la tauromaquia”
La tauromaquia en la encrucijada (y V).- “La Fundación Toro de Lidia es la última bala para salvarla” / “El sector pasa, los profesionales y empresarios pasan, pero no podemos permitir que lo haga el toreo” / “Estamos trabajando en un plan estratégico para reposicionarlo en la sociedad”.
1 noviembre, 2017 04:38Noticias relacionadas
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Borja Cardelús se licenció en Derecho en la Universidad Complutense de Madrid. Estudió un master por la Universidad de Navarra, impartido por la escuela IESE de Negocios y ha completado su curriculum especializándose con varias certificaciones internacionales. Es autor de Guía del camino real de Tierra Adentro. Trabajó en el despacho Hervada & Klingenberg un año y en Freshfields Bruckhaus Deringer durante seis, como abogado en el departamento financiero. Fue socio y director de proyectos en Servac, una empresa dedicada al diseño, gestión y ejecución de museos, director de marketing y desarrollo de negocios internacionales en Madrid Espacios y Congresos y director de marketing, desarrollo de negocio y nuevos proyectos en Madrid Destino. Ahora es el director general de Fundación Toro de Lidia, fundada en diciembre de 2015 para unir a la tauromaquia frente al ataque y el acoso antitaurino. “Cuando anuncié a mis amigos en una cena que me habían llamado para esto se hizo el silencio”, cuenta a EL ESPAÑOL en su primera entrevista a un medio escrito. “Una amiga me dijo que no me metiera 'en esa chungada'. Dos años después, explico el proyecto de la Fundación y nadie mantiene en pie sus prejuicios”. La dejadez de la industria ha convertido a la tauromaquia en una isla comida por la endogamia. Cardelús, sin embargo, ha asumido la responsabilidad de salvarla sin ser aficionado. “No he ido a un tentadero nunca”, presume, como trazando la raya que lo separa de los taurinos, con los que trabaja a diario. Borja Cardelús, más allá de su imagen, aficiones e intereses, marca la diferencia aportando perspectiva en un sector obtuso colapsado de optimismo y pereza.
¿Qué dice su entorno de su trabajo?
Les parece un reto apasionante. Es verdad que los toros no tenían mucha importancia entre ellos. Es un prototipo de gente que se ha alejado con el tiempo del toro.
¿Se fundó la Fundación para revertir esas situaciones?
Claro.
¿Es tarde? ¿Es lo que necesita la tauromaquia?
No sé si es tarde o no. No va a haber segunda vuelta. Sea tarde o no, no va a haber otra oportunidad. La Fundación es lo que necesita la tauromaquia. No cabe absolutamente ninguna duda, se podrá hacer mejor, de otra manera, pero que este es el mejor instrumento que va a tener la tauromaquia está claro.
Sin contar las cuotas del club de amigos, ¿cómo se financia la Fundación?
La Fundación se financia, básicamente, con los profesionales. Toreros, ganaderos y empresarios. Se establecieron unas cuotas por actividad normales, asequibles, que no dolieran, para que todos pudieran aportar algo. Otra cosa es que esté implicado todo el mundo.
¿Qué papel tiene la tauromaquia popular?
El objeto de la Fundación es la cultura taurina. Corridas de toros, toro en la cuerda, todo en la calle. Ampara y está dedicado a toda la cultura del toro. Desde el principio hemos tenido contacto y relación constante con el festejo popular.
¿Están implicados al mismo nivel que el sector profesional?
No. Creo que no sienten la Fundación como algo suyo. Eso cambiará pronto.
¿Quién dio el primer paso para su creación?
Fue la situación dramática de 2015. Las elecciones municipales y autonómicas, gobiernos del cambio, las mareas.... de repente un movimiento antitaurino que ha estado años gestándose llega al poder, partidos que llevaban la abolición en su programa. Y se produjo una situación muy grave porque se envalentonaron: tenían el poder, la calle, insultaban en las redes y no pasaba nada, había escraches en las plazas de toros y no había respuesta. Siempre cuenta Manuel Martínez Erice, en ese momento empresario de Las Ventas, y bueno, con una responsabilidad especialmente relevante en el mundo del toro, que no dormía, todos le llamaban diciéndole que algo había que hacer. Casi a título individual y junto a él, unos cuantos más, salió hacia delante.
Del sector, ¿quiénes están implicados?
En el inicio de la Fundación todos los toreros, por ejemplo, pusieron dinero, el 100%. Casi todos los ganaderos, los mismos que hay ahora, unos 50 o 60, y empresarios pues más desigual.
¿Qué empresarios no quieren participar?
Que no quieran, no me he encontrado a nadie. Todo el mundo entiende que es un proyecto necesario. Luego, pues bueno... No me he encontrado detractores del proyecto. La configuración de este proyecto produce el fenómeno free rider. Es decir, gente que no paga por la organización, se beneficia de ella.
¿Hay intenciones de dinamitar el proyecto?
Si es así, yo no lo he percibido.
Da la sensación de que la Fundación no tiene el respeto de todo el sector. Que se parece a la Mesa del Toro.
Bueno, no sé. La Fundación está inspirada en la Mesa del Toro, copiando lo bueno, y evitando el error de meternos en cosas del sector. La Fundación es muy escrupulosa en dedicarse sólo en la promoción y defensa del sector. Es verdad que la gente pide las cosas más rápido, y quiere ver resultados pronto, pero sencillamente eso no es posible. La gente se va a meter de lleno conociendo el proyecto entero, no sólo de oídas. Viniendo a la sede. No me ha pasado nunca que alguien que haya venido aquí y ha conocido lo que se ha hecho, o se va a hacer, no se adhiera. Y es que no hay plan B. No hay más balas.
¿Qué balance hace de estos dos años?
No llega a dos años. El balance es... es muy bueno. Hace 20 meses no había nada. Ni siquiera teníamos un NIF. Ahora tenemos una fundación con un ecosistema de colaboradores muy potente en el que está todo el mundo de alguna manera y con una labor jurídica muy organizada e importante. Y sobre todo por lo que viene ahora.
Jurídicamente se le ha dado respuesta a muchas situaciones que hasta hace nada quedaban impunes.
Aunque sólo sea por eso hace falta la Fundación. Alguien tiene que defender a la tauromaquia de los continuos ataques que recibe. En este tiempo hemos interpuesto casi 60 causas judiciales. Hemos querido lanzar un mensaje de que ya no salía gratis meterse con la tauromaquia.
En Francia lograron alejar a los manifestantes antitaurinos de las plazas de toros, ¿eso es imposible aquí?
Hemos tenido conversaciones con todo el mundo: Ministros y delegados de gobiernos. Parece difícil. España no parece tener una situación calmada como para plantear y asumir ciertas cosas.
Pero hace 20 meses se podría haber planteado.
No, había un Gobierno en funciones. Ahora nos hemos encontrado que cuando hay un Gobierno estable ya no hay esa virulencia. Se ha ido reduciendo drásticamente este fenómeno. Son anecdóticas casi.
¿Es fruto de la lucha jurídica?
Creo que sí. Se ha conseguido demostrar a la opinión general que esto es acoso, una salvajada. Tú puedes protestar y tener ideas contrarias. Pero no se puede hacer lo que se venía haciendo hasta ahora. Era una jauría. Mostrarlo, que la gente lo viera a través de denuncias, con nuestra actividad jurídica, ha rebajado el nivel de agresividad y participación.
Pero Peter Janssen sigue saltando, por ejemplo.
Peter Janssen sigue saltando porque hasta ahora hemos interpuesto acciones penales que no han tenido éxito. No está penado. Es una sanción administrativa.
La muerte de Víctor Barrio fue un punto de inflexión.
Fue un punto de inflexión totalmente. La jauría en las redes fue incluso mayor que la que se vivió en otros casos como con Fortes o David Mora, que hubo también episodios de cacería en las redes. En este caso superaba cualquier... Una persona medianamente sana se veía agredida en lo más intimo por muy antitaurino que fuese. El hecho de canalizar la respuesta con una Fundación, no en el caso de David Mora y Fortes que no tuvieron respuesta porque no existía nada, que se viera eso, que se pusiera muy de manifiesto, fue un punto de inflexión.
¿En que fase están las denuncias?
Los procesos siguen su curso. Son largos. La justicia irá dictando sentencias. Fue importante denunciar cuentas y que la policía investigara y que judicialmente nos dijera quien estaba detrás de cuentas anónimas. No existe el anonimato en las redes cuando incumples la ley. Eso ha sido una aportación del mundo del toro.
Parece que no hubo el mismo trato con la muerte de Fandiño.
No hubo una diferencia de trato. Nosotros recibimos todo. Y todo ese universo de correos y tuits ha sido mucho menor. La gente yo creo que entiende que no puedes decir cualquier cosa en las redes sociales.
La Fundación del Toro tenía dos patas fundamentales: la defensa jurídica y la comunicación. ¿Qué hay de la comunicación?
La segunda pata efectivamente es la promoción. La promoción comienza hasta que no tengamos un plan. No queríamos malgastar recursos en comunicación sin tener claro nuestro cuál era nuestro mensaje y estrategia. Hacer una estrategia no significa hacer unos carteles o anuncios en televisión. Nuestro problema es poliédrico y las respuestas deben serlo también. Esta estrategia debe dar repuesta a los muchísimos problemas que nos encontramos y que sirva para los próximos años. La comunicación es sólo una pata de ese plan estratégico en el que estamos trabajando ahora.
¿Qué empresa ha ganado el concurso convocado?
Se convocó un concurso, sí. El ganador aún no lo sabe. [Duda]. Vamos a ver. Si poníamos el dinero que implica hacer eso comprometíamos el futuro de la Fundación porque no hemos tenido la repuesta esperada de los profesionales. Ante la duda de poner la Fundación en riesgo o hacerlo nosotros con ayuda especializada y de todo el sector, elegimos la segunda. En los próximos meses va a pasar por aquí el sector para ayudarnos a hacerlo.
¿Por qué cree que ahora sí va a implicarse el sector?
Me he explicado mal. La implicación del sector está siendo más lenta. Si no se ha implicado en su totalidad es por desconocimiento o por dejadez. Ahora lo que estamos haciendo es explicarlo personalmente, en primer lugar a todos los toreros, y al resto de profesionales después y el apoyo es total. Antes o no lo conocían o no sé. Hasta ahora es verdad que la Fundación ha sido un ente distante. No lo sentían muy suyo. Estamos haciendo un trabajo para que asuman que es responsabilidad de todos.
¿Cuáles son las líneas fundamentales a seguir en ese plan estratégico?
Tenemos que encontrar cual es nuestra posición. Conociendo nuestra esencia, sabremos cual es nuestra posición. A partir de ahí habrá que elaborar ejes estratégicos que impliquen diversas actuaciones.
¿No hay nada concreto?
Eso será fruto del trabajo de los próximos dos meses. Yo sí que tengo mis intuiciones. Pero tenemos que refinar todo eso para que la propuesta de valor sea atractiva, que condense nuestra esencia y nuestra manera de tratar de conectar con la sociedad.
¿Será efectivo si no lo hace una empresa especializada?
Por supuestísimo. Sin ninguna duda. Al final tu necesitas una estrategia. Pasa en Cataluña, 30 años con una estrategia que conlleva muchas cosas. Cultura, política, comunicación. Lo importante es ser consistente. Y que todas tus acciones apoyen a una estrategia definida.
En los medios están Ortega Cano y Fran Rivera. Lamentablemente la imagen del toreo es esa. ¿No habéis pensado en nombrar a un portavoz?
Sí. Una de las líneas claves del plan estratégico es el tener un discurso común. Ese discurso común implicará una marca, un argumentario y seguro, un portavoz.
¿Qué nombres maneja?
Tenemos algún nombre en mente, pero no se puede decir. Tengo un perfil pero no un nombre concreto.
¿Qué figura sería ideal?
No sé quién sería la figura ideal pero un perfil tipo Juanma Lamet sería bueno.
¿Hasta entonces, los que salen en televisión tendrían que tener unas pautas, no?
Bueno, eso será el resultado del trabajo que estamos haciendo: tener un argumentario común, que todos manejemos un discurso similar. No hemos sabido explicar de manera didáctica qué es la tauromaquia. Ante ataques recurrentes no sabemos qué contestar. Tendrá solución. La clave del posicionamiento estratégico será resumir siglos de historia en un único argumentario. Hay que afinar mucho. Obviamente, contamos con todo el sector y con especialistas que nos ayuden para ver cuál es la proposición más valiosa.
Volviendo a la corrida de Valladolid. Ese dinero también se iba a utilizar para hacer una acción que homenajeara a Víctor Barrio en Las Ventas. También hablaba de un concurso para elegir al autor. ¿En qué fase está?
Antes de que acabe el año tenemos que determinar si bien hacemos un concurso público internacional o bien lo encargamos a un autor de reconocido prestigio internacional. Si no lo hemos hecho antes, es porque estamos en conversaciones con esa persona en concreto. No voy a decir su nombre. Si en uno o dos meses no tenemos respuesta definitiva, que parece que sí, haremos un concurso internacional.
¿En qué se está utilizando ese dinero?
Siempre dijimos que sería para el plan estratégico, el monumento a Víctor Barrio y para la propia Fundación. Sin ese dinero la Fundación no tendría la esperanza de vida que tiene ahora. Fue fundamental. La corrida fue una iniciativa de los toreros.
¿Se hará algo parecido con Fandiño?
Ha habido contactos. Pero bueno, en principio no hay mucho más.
Hay mucha diferencia en el tratamiento de las dos muertes.
Puede que sea porque Víctor Barrio fue el primero en mucho tiempo, pilló de sorpresa, y fue mucho mas salvaje la cacería en redes sociales, fue un impacto social tremendo. En la rueda de prensa estaban todos los medios de comunicación.
Hace unos días se vio a Juli, Perera y Ventura en la Fundación. ¿Qué sensación te queda?
Se van con el compromiso absolutamente firme de que esto es el vehículo que se han dado para reposicionar la tauromaquia.
Ellos salieron promocionando el club de amigos. ¿Forman parte del club realmente?
No, ellos pagan más, según su actividad. Si queremos ser potentes en términos de promoción vamos a necesitar la ayuda de todos. Están implicadísimos. Y no sólo ellos, están pasando todos los toreros para explicarles lo que han hecho en estos dos años.
¿Se les ha propuesto algo concreto, participan de alguna forma de ese plan estratégico?
Nos dan su visión, sus ideas. Y formarán parte, claro.
¿Y le habéis hecho alguna propuesta para actuar de una forma concreta?
Eso será fruto del plan.
¿En base a qué colaboran con la Fundación? Ha dicho según su actividad, pero cómo se cuantifica.
Son cantidades fijas en función de su categoría. Cada sector decidió lo que aportaba para que todos aportaran cantidades similares y que fuera justo y no doloroso.
¿Se ha perdido la batalla para que las empresas aporten parte de la entrada?
Es que provocó tales incendios en redes sociales que decidimos no hacerlo. Cuando hablábamos con asociaciones y lo proponíamos estaban con nosotros al 98%. Pero había un 2% muy ruidoso y decidimos no hacerlo.
¿Qué más da lo que diga ese 2%?
Generaban tanto... [resopla]. Había una sensación mala. La fundación siempre intenta y quiere estar un poco con todos. Es la casa de todos.
Pero así parece que las decisiones se improvisan.
A parte de eso, en España tenemos una estructura empresarial muy compleja. No es como Francia, que las cincuenta villas taurinas funcionan parecido. Aquí algunas plazas funcionan con pliego, otras no. Unas pueden y otras no. Algunos empresarios quieren y algunos no. Era tan complicado ponerlo en marcha que por ahora hemos desistido.
Con la bajada del IVA de los espectáculos en vivo, entre los que está la tauromaquia, eso es posible. Una parte del dinero destinado a pagar el IVA podría ir a la Fundación. ¿Ha habido algún contacto en ese sentido?
No ha habido. Ni siquiera ha habido propuesta, no.
¿Tiene la Fundación algún contacto internacional?
Nosotros tenemos una relación estrechísima con Protoiro y Tauromaquia Mexicana. Una relación constante. El ejemplo de Protoiro, que han creado una marca, es muy buen ejemplo para nosotros. Nos llevan años de ventaja.
¿Y con el resto, André Viard o Negret en Colombia?
Con Francia tenemos menos relación y con Colombia... tenemos dentro de la fundación colectivos colombianos, profesionales colombianos. Ellos están menos organizados.
Felipe Negret cuenta aquí que tiene contacto con la Unión de Criadores.
Ya. Sí.
¿Sienta mal? Se supone que si hay contactos de este tipo con España deberían estar canalizados a través de la Fundación, ¿no?
Bueno, tampoco es así. Puede elegir a los interlocutores que quiera. Pero vaya, no, no se ha puesto en contacto con nosotros.
En Portugal han creado un festival que une al toro con el resto de la cultura: 'Bullfest'. ¿Entra en su plan estratégico hacer algo parecido?
Por supuesto. Ellos lo crearon después de hacerlo. Lo que no tiene sentido es hacer cosas porque sí. Todo lo que hacemos necesita una coherencia. No puedes hacer acciones porque te parezcan más o menos graciosas. El plan estratégico obliga a una disciplina, que todo tenga el mismo fin.
A parte de los países con cultura taurina, ¿hay contactos con otros en los que sí podría interesar pero no la tienen, como algunos asiáticos?
Sí, con China hemos tenido algún contacto. Ellos tienen una cultura fuerte de toros, no como nuestra tauromaquia, de peleas de toros. Nos han invitado para buscar algún tipo de colaboración y que les ayudáramos además a crear también una industria alrededor del toro más potente. Acabamos de volver. Ellos mismos proponían hacer una asociación de países con culturas que tienen como centro el toro. En el sudeste asiático tienen al toro como eje central, en el mediterráneo y en América también. Seguimos hablando para hacer algo en ese sentido.
¿Tiene sentido hacerlo antes de resolver los problemas y amenazas que existen en España?
Hombre, vamos a ver, si nos requiriera el 90% del tiempo, no. Pero son cosas que vamos trabajando y que bueno, como dije antes, nuestro problema es poliédrico y debemos dar muchos tipos de respuestas.
¿El futuro del toreo pasa por globalizar su mensaje?
No, no. Nosotros lo que sufrimos es precisamente la globalización, un tsunami uniformador. Es precisamente ahí donde la tauromaquia es valiosa, como elemento cultural único que planta cara a esa uniformidad. El mundo no se puede permitir que desaparezca la tauromaquia. Esto son las Termópilas de nuestra era. Estamos plantando frente a un imperio cultural y nos estamos jugando mucho culturalmente.
Si esto son las Termópilas, la situación es terrible.
Ha habido una dejadez increíble. La creencia de que el toro se defiende solo ha hecho que esto esté así. Cuando además existe un enemigo que quiere destruirte con un discurso tan claro el no-discurso no es una respuesta. Hasta ahora no ha existido. El enemigo es el que ha tenido el discurso en su mano, han creado incluso estereotipos: casposo, de derechas, machista. Nos hemos dejado avasallar con eso. Es el momento de dar la vuelta, de apropiarnos del discurso y pasar al ataque.
La defensa, cómo tiene más sentido: ¿diciendo que el toreo es el segundo espectáculo de masas en España o hablando de una minoría cultural?
Es que no somos una minoría cultural. Somos absoluta mayoría. Respetando todo, cuando tu vas por cualquier ciudad de España y ves la raigambre que tiene el festejo popular, el toro en la calle, ves que es bestial. Los toros es algo absolutamente mayoritario. Otra cosa es que haya una corriente creciente y numerosa, especialmente en las ciudades, que sea declaradamente antitaurina. La defensa puede conjugar las dos cosas. Es verdad que la cultura del toro es minoritaria a nivel mundial. Es una especialidad. Es vital la especialidad cultural para su preservación.
Ha hablado de que han lanzado un mensaje malintencionado y ha dicho el adjetivo machista. ¿Llevan razón?
No sé. Pero no creo que sea muy diferente a otro aspecto de la vida española. El discurso lo han hecho los otros. Nos han hecho esa imagen de derechas, machista. Nos han colgado esos adjetivos. El mundo del toro es como la sociedad. Hasta que no ha tenido esta Fundación para aglutinarlo, pues estaba más disperso. Somos un reflejo de España en todos los sentidos.
Muchas veces el sector ha justificado ese tipo de etiquetas.
El otro día veía un festival de periodismo en el que se protestaba porque no había mujeres. No somos un caso especial. Sin embargo nuestros enemigos han sabido colocar una serie de atributos negativos.
¿Qué culpa tienen los políticos con su actitud de la situación que vive la tauromaquia?
Uno de nuestros objetivos es sacarlo la tauromaquia de cualquier aspecto político. Esto es cultura popular y no tiene nada que ver con nada político. Hay que alejarse tanto de unos como de otros.
¿Hay contactos a nivel político?
Sí los hay, con todos los partidos.
¿Está preparada la FTL para hacer lobby?
Vamos a ver, la Fundación no lleva ni dos años. Se está construyendo a toda velocidad en todos los frentes. Francia y Portugal llevan seis o siete años con sus estructuras consolidadas. Haremos cosas conforme vayamos consolidando la entidad. Los políticos tienen que ver votos. Llegará cuando seamos capaces de hacer ver que esto sí es la mayoría. Seguramente algún partido replantee sus posiciones. Se ha lanzado un mensaje de que esto es algo en retroceso. El número de corridas ha descendido un poco y sin embargo el número de festejos populares no para de crecer, ha aumentado de manera bestial. No es cierto que la tauromaquia esté en retroceso.
¿Habéis tenido contacto con el PSOE?
Sí. El PSOE es un partido federal en el que tiene mucha autonomía sus miembros. Ellos se muestran respetuosos con la tauromaquia y la legislación vigente.
¿Y Podemos?
Con Podemos ha sido complicado, les hemos invitado alguna vez. Entiendo que prefieren no tener contacto. Con Ciudadanos sí hemos tenido contacto. En su partido, dicen, tienen todas las versiones pero consideran que esto no está en la lista de prioridades, creen que hay cosas mucho más importantes en España que ponerse a hablar de toros.
¿Qué sacrificios hay que hacer para volver a la sociedad?
Creo que ninguno. La tauromaquia puede volver a ocupar un puesto en la sociedad tal y como es hoy día. Eso es lo valioso. Hay que efectivamente ver cómo se muestra a la sociedad, una sociedad que ha cambiado y que se ha alejado de la muerte y la ha expulsado de su vida. No es sencillo mostrar un espectáculo que trata de la vida y la muerte pero eso es lo más valioso.
¿La liturgia es inamovible? En Colombia van a modificar el reglamento para que “el toro sufra menos”.
A mí me parece un error. El espectáculo tal y como es, la decantación de muchos años para producir una liturgia valiosa tal y como es. Creo que es un error ceder terreno. Tenemos que explicar y hacer ver cómo es de valioso así. Y si tiene la aceptación que tiene y ha llegado hasta ahora es precisamente por eso.
Esa medida puede obligar al resto de países.
Sí, yo supongo que nos puede afectar. Sí, sí. Bien no nos va a hacer. Es, usando una analogía, como ceder con nacionalistas. Es ceder para nada. No conozco animalistas que quieran dulcificar el espectáculo, no: lo quieren eliminar directamente. Es una liturgia en la que todo tiene su sentido. No se puede cercenar para dar gusto a gente que quiere acabar contigo.
¿Cree que el toro sufre?
Sí parece que sufra. Intuitivamente, aunque entiendo que hay estudios que dicen que no, sin tenerlo, intuitivamente, te parece que sí, que el toro sufre como muchísimos animales que conviven con el hombre.
Usted ha trabajado fuera del sector. ¿Qué le sorprendió al entrar en este mundo?
Me sorprendió la pasión con la que se vive esto, para lo bueno y lo malo. Todo es vida o muerte. Todo se lleva al límite, para lo bueno y lo malo, ojo. Nos hacemos daño muchas veces a nosotros mismos. Respecto al trabajo, a la inactividad, eso pasa en muchos sitios. Hay sitios que llevan mucho tiempo funcionando y se olvidan, se dan por asumidas ciertas cosas. No es tan extravagante.
André Viard explicó aquí que el sector profesional francés tiene una relación más directa y natural con el aficionado. En España se ve una división absoluta. Cada uno va para un lado. Sé que uno de los principios de la Fundación es no inmiscuirse en asuntos internos, aun así ¿cree que eso puede ser malo a la hora de difundir el mensaje? ¿Tiene solución?
No, no. La Fundación integra a dos mundos. Tenemos a gente activa que son aficionados que tiran para un lado y profesionales que miran hacia otro lado y están integrados en la Fundación. Aquí todo el mundo sabe que cuando viene a la Fundación deja fuera ciertas cosas.
Es muy difícil entender que alguien que quiere vender un producto lo haga de espaldas a su comprador.
Eso serán cosas a las que tenga que responder el propio mercado y solucionar el propio mercado.
¿Pero no es una paradoja? Que vosotros tengáis que convencer al aficionado para que la Fundación salga adelante y que colabore y conviva con empresarios que le dan la espalda.
Nosotros queremos que todo el mundo esté involucrado para que dentro de 50 años siga habiendo estas peleas.
A mí me parece como mínimo curioso. Vosotros vais puerta por puerta hablando al aficionado, pidiendo dinero al aficionado, y el sector no lo tiene en cuenta.
El sector pasa, la tauromaquia no. La tauromaquia permanece. Los empresarios de hoy no serán los de mañana, los toreros de hoy no serán los de mañana. Todo eso pasa. Aquí nos estamos jugando que pase o no pase la tauromaquia. Y eso está muy por encima de todo lo demás. Sobre todo que nosotros actuamos donde debemos actuar.
Aunque su director en España lo ha negado a este diario, se ha rumoreado con la posible marcha de Nautalia. ¿Fracasaría el sector al completo?
No tiene porqué ser así. No lo consideraría así. Las circunstancias empresariales son las que son. De todas formas han tenido dificultades no previstas en su modelo de negocio. No es tan raro que quieran echarse para atrás.
¿La reforma de Las Ventas pone en peligro a Madrid?
No sé, eso dependerá de las negociaciones entra la Comunidad y ellos. Depende de los contratos.
Ante un posible cambio de Gobierno en la Comunidad, ¿hay algún plan?
Igual que en 2015 se produjo un avance muy poderoso de las posiciones antitaurinas, que nos pilló desprevenidos, yo espero que en las siguientes elecciones el mundo del toro tenga resortes para aguantar los golpes.
¿La tauromaquia está condenada?
En absoluto. Es algo exquisito que tenemos todos la obligación de mantenerlo. Todo lo contrario: en esta sociedad cada vez más uniforme debe existir la tauromaquia porque nos enseña otras cosas. Podemos bajar los brazos y rendirnos o podemos pelear y volver a tratar de reenamorar a esa sociedad que nos ha abandonado por falta de conocimiento y de discurso.
Televisión Española adquirió, se puede llamar así, un compromiso para retransmitir corridas en abierto y dar contenido taurino a su programación, más allá del obsoleto 'Tendido Cero'. No se ha dado este año ninguna corrida. ¿La Fundación ahí tiene algo que decir?
Nos pondremos en contacto con ellos. Tenemos muchas cosas que hacer. Hay muchos frentes abiertos.
¿Siguen los mismos patronos con los que empezó la Fundación?
No, se empezó con personas a nivel individual representando a cada sector. Ahora se han incorporado gente como Juli, Cayetano, Victorino Martín, Espartaco... Y este mes se va a volver a ampliar el patronato.
¿Qué requisitos buscáis?
Gente que sea representativa y que quiera trabajar. Algunos se han incorporado de fuera del sector. Hasta ahora se han incorporado de las distintas comisiones de trabajo y vamos a empezar a incorporar al patronato a gente de fuera de la tauromaquia. Gente que aporta distintas visiones.
Parece que al final la última buena decisión que tomó el sector fue la de contratar a alguien ajeno al toreo para defenderlo.
Sí, bueno, sí. El hecho de tener distintas visiones enriquece. Nosotros queremos gente valiosa y que quiera trabajar.
¿Qué función desempeña el patronato?
Ponen las líneas generales de actuación y vigilan los pasos que se dan. Es muy importante esa labor. Marcan las líneas de trabajo.
¿En qué no ha estado a la altura la Fundación?
No haber hecho antes esta explicación personal que estamos abordando ahora a todo el sector. Hemos estado trabajando y creo que por eso hemos podido resultar ajenos a mucha gente. Todo el mundo se va implicando a medida que se avanza en el proyecto. Es difícil hacer que se unan cuando hay promesas y es más fácil cuando hay realidades. Me hubiera gustado ir más rápido pero ha ido adecuadamente rápido, tanto en los profesionales como en los aficionados. Como no estemos todos juntos no ganamos esta batalla. La ayuda de todos es fundamental. Especialmente, la de los periodistas.