En este rincón de Zaragoza tienes las palmeras de chocolate más deliciosas (y las más grandes)

Si viajas a Zaragoza hay algunas paradas obligatorias que debes hacer si eres amante de la buena gastronomía, por ejemplo, debes probar sus deliciosos torreznos y también probar las originales tapas de la ciudad. Sin embargo, también debes probar algunos dulces exquisitos, como la mejor palmera gigante de chocolate.

Si lo que buscas es la mejor palmera gigante de chocolate de Zaragoza, estos son los lugares (panaderías, pastelerías...) que no te debes perder si quieres degustar las mejores versiones de palmeras gigantes (de chocolate con leche, chocolate blanco, coco...).

Las palmeras de chocolate gigantes más ricas de Zaragoza

Las palmeras gigantes de chocolate más deliciosas de Zaragoza las encontramos en la Panadería Simón. Tal y como indican desde la propia página web de la Panadería: "Somos panaderos desde 1962, utilizamos procesos de elaboración tradicionales e ingredientes de primeras calidades para hacer nuestros productos. Nuestra misión y visión es hacer llegar a nuestros consumidores el auténtico sabor del pan transportándoles con su aroma, textura y sabor a momentos de su infancia cuándo el pan era verdaderamente pan."

[Las palmeras de chocolate más grandes y sabrosas se encuentran en este pueblo de Cantabria]

En Panadería Simón encontramos tres tipos de palmeras gigantes. En primer lugar, la típica palmera gigante de chocolate que, tal y como indican ellos mismos en la página web: "Elaboradas con ingredientes de primera calidad y de manera artesanal. Un delicioso hojaldre en forma de corazón que, junto al chocolate de su cobertura, hacen un placer para los sentidos."

Palmera de chocolate gigante

En segundo lugar, palmeras gigantes de chocolate blanco. Ellos mismos indican los ingredientes con que las elaboran: "Harina de trigo, margarina vegetal, azúcar, agua, sal, grasas y aceites vegetales, emulgente E471 y E475, lecitina (soja), grasa vegetal parcialmente hidrogenada, suero de leche en polvo, emulgente (E-322, E-472c, E-492), aroma (Vainilla)."

Palmera de chocolate blanco Panadería Simón

Y en tercer lugar, palmeras gigantes de coco. Ellos mismos describen este producto: "Nuestra bollería y repostería es elaborada de manera artesanal con materias primas de primera calidad. El coco rallado junto con el hojaldre en forma de corazón, hacen que esta palmera sea más dulce y más tierna."

Palmera gigante de coco Panadería Simón

En los tres casos, estas palmeras tienen un precio de 1,90 euros, por lo que la relación calidad-precio es perfecta.

Direcciones: Calle Martín Carrillo, 7 (976 39 94 99); Calle Asín y Palacios (976 35 31 58); Avenida Pablo Gargallo (876 28 32 39); Paseo Calanda (976 95 17 40) y Paseo Teruel (976 97 08 13).

Otras pastelerías de Zaragoza donde tomar palmeras gigantes

• Tupinamba (Calle Don Jaime I, 44)
• Soconuso (Paseo de la Independencia, 31)
• Bombonera Oro (Calle del Coso, 48)
• Pastelería Nava (Calle del Privilegio de la Unión, 37)
• Tahona Goyesca (varios establecimientos en Zaragoza)

[Las palmeras de chocolate más deliciosas se preparan en esta pastelería de Oviedo]

¿Cuál es el origen de las palmeras de chocolate?

Las palmeras de chocolate son unos hojaldres elaborados con mantequilla y azúcar que pueden ir recubiertos de chocolate con leche o blanco, así como otras posibilidades como coco, menos frecuentes.

[Las siete mejores palmeras de chocolate que se hacen en Madrid: dónde comprarlas desde 2,10 €]

En cuanto al nombre, se desconoce por qué se llaman "palmeras", teniendo en cuenta que la forma en la que se elaboran estos hojaldres en nada se parece a las palmeras propiamente. Sin embargo, este dulce tiene otros nombres en otros lugares: orejas de cerdo (en Alemania), corazones o corazones franceses (en Francia y Reino Unido), gafas o gafitas (en Cataluña, Valencia y Grecia) o mariposas (en China).

Y en lo que respecta al origen de esta receta, este dulce se remonta al siglo XVII en Francia, donde cuentan que, casi por azar, nació la receta de la palmera. Concretamente, se considera que su creador fue Claude Gellée en 1645.