Poder beber agua sin tener que pagar por ella o entrar a un bar a pedirla debería ser un derecho de la ciudadanía, pero para un concejal de Madrid las fuentes públicas son un imán para los indigentes. Estas polémicas declaraciones las ha hecho Francisco Montoro en el pleno del distrito de Chamartín, que se ha celebrado este pasado martes, durante el debate de proposiciones a raíz de una iniciativa del Consejo de Proximidad instando al Ayuntamiento a que haga un estudio de peatonalización de varias calles.
En este contexto, Montoro trató de defender que conjugar las peticiones vecinales con la gestión municipal no es tan sencillo como debiera, asegurando que "gobernar no es tomar decisiones fáciles, a veces. Cuando abrimos una fuente, tenemos un vecino que nos dice que por qué se ha abierto esa fuente, porque atrae a indigentes. A gente que viene a beber agua, y les sienta mal", ha asegurado el popular, provocando un revuelo en el pleno, donde la presidenta del Distrito, Sonia Cea, tuvo que poner orden.
Sin embargo, lejos de apercibir a su compañero de partido, instó a que los presentes se portaran "bien, la democracia también es saber escuchar y aunque no les gusten las opiniones de una persona, esa persona tiene todo el derecho democrático a expresarla. Luego ustedes tendrán la oportunidad de responder". Montoro retomaba entonces su intervención tratando de enmendar su anterior comentario al precisar que "decía que gobernar es eso: cuando se peatonaliza una calle hay otros vecinos que cuestionan la decisión. Para gustos, colores".
Las mismas reacciones encontradas que Montoro tuvo que escuchar en el pleno se amplificaron más tarde en las redes sociales, donde han sido muchos los que han querido censurar la "aporofobia" de la que han acusado al concejal. Un "odio a los pobres" que se ha materializado en este caso en unas declaraciones, como poco, desafortunadas:
Y todo por una fuente pública.