Ni inspecciones laborales ni sueldos más altos, la idea que tiene la Comunidad de Madrid para aumentar el poder adquisitivo de la hostelería es que su clientela vuelva a dejar cuantiosas propinas cuando vayan a consumir. Esta es la idea que se desprende de la campaña lanzada este jueves por la Consejería de Economía y Hacienda que está siendo muy criticada en las redes sociales al considerar que fomenta la "limosna" y el cobro de dinero que no se declara.
En un anuncio de poco más de un minuto de duración y bajo el lema "Yo dejo propina", han hecho un llamamiento a que los clientes contribuyan a cumplir los "pequeños sueños" e "ilusiones" de los profesionales del sector. "Son las clases de piano del hijo de Elena, es el regalo de cumpleaños con el que Roberto ha vuelto a sorprender a Concha, son los estudios de Sofía para perfeccionar su inglés", van enumerando, mientras se ven unas monedas cayendo en el bote y una campana sonando por cada ocasión.
"Ellos son los que nos hacen la vida un poco más fácil y más alegre", continúan, valorando que "son las propinas las que hacen posibles esos pequeños sueños de los que nos atienden cada día". Sostiene además la Comunidad de Madrid, con condescendencia, que "para nosotros es un pequeño gesto, pero para ellos es el extra que les permite llegar a esas ilusiones tan necesarias", dando por hecho que sus salarios no les permiten hacer un regalo o ir a clases particulares.
"Es asqueroso"
"Porque ha llegado la hora de volver a hacer sonar las campanas de nuestros bares y restaurantes. Volvamos a dejar propina", animan desde la Comunidad de Madrid en un anuncio que ya se ha reproducido en más de 120.000 ocasiones desde que se publicó en la cuenta de Twitter de la Consejería:
Los tuiteros se han tenido que frotar los ojos varias veces creyendo que se trataba de una broma, pero cuando han comprobado que realmente el Gobierno madrileño anima a dejar propina con esta campaña se han sucedido las críticas. También desde los partidos políticos, en boca de Pablo Echenique o Rita Maestre, quienes se han sumado a la indignación que se multiplica en la red social:
A veces la buena intención no basta.