En un país donde el salario mínimo interprofesional acaba de subirse a 1.000 euros hace pocos meses, gastarse más de un tercio del sueldo en ir a un restaurante con tres estrellas Michelin no parece la decisión más sensata. Seguramente tampoco sea la primera opción de la lista de necesidades cuando el o la mileurista de turno pueda ahorrar un poco. Creemos, por lo tanto, que podemos decir sin miedo a equivocarnos que desembolsar 365 euros por ir a DiverXO de Dabiz Muñoz no está al alcance de cualquiera.
Pero el chef está convencido de lo contrario, como si su menú degustación fuese una suerte de plato del día, observando que "pagar 365 euros por una comida no es cosa de ricos". Lo ha dicho así, tal cual, en la edición italiana de la revista Vanity Fair, y ha levantado ampollas en las redes sociales. Después de la polémica que suscitó el aumento del precio de casi un 50% que Muñoz anunció a finales del pasado año, ahora el cocinero está situado en la diana de las críticas que lo consideran tremendamente "clasista".
Las declaraciones de Dabiz Muñoz se han hecho virales a través del artículo que han elaborado en Cadena SER traduciendo la entrevista del italiano. El chef planteaba que comer en su restaurante no estaba reservado a los ricos y se atrevía además a compararlo con "un Ferrari, un yate o un hotel cinco estrellas", que sí considera reservados a los millonarios. Sin embargo, cree que una experiencia gastronómica sí se la puede permitir mucha gente si ahorra durante un tiempo, estableciendo un paralelismo con las entradas a un concierto o a un partido de fútbol con precios parecidos:
"Está claro que el fútbol no es una cosa de ricos. Solo son formas distintas de entender una experiencia", ha concluido. En Twitter también ha quedado patente que hay formas distintas también de entender unas declaraciones como las de Dabiz Muñoz y mientras unos pocos salían en su defensa, una gran mayoría ha puesto el grito en el cielo por la demostración que ha hecho el chef de vivir muy alejado de la realidad que se vive en la calle, máximo en estos tiempos de subida de precios generalizada que algunos ahorran hasta para poder pagarse la gasolina o la luz:
Después de la polémica que provocó declarándose sincebollista, nadie imaginaba que podría superar con creces los zascas que recibió ese día, pero lo ha conseguido sin duda.