El Índice de Precios al Consumo (IPC) se anotó una subida del 10,8% en julio por el encarecimiento de los alimentos y de la electricidad. Así lo ha confirmado el Instituto Nacional de Estadística (INE), que mantiene la previsión que hizo hace unas semanas. Con todo, se trata de un dato nunca visto desde septiembre de 1984.
De esta forma, la inflación mantiene la senda alcista que comenzó en marzo de 2021. Solo quedó interrumpida en enero, cuando se moderó 4 décimas hasta el 6,1 %, y en el mes de abril, cuando bajó un punto y medio, hasta el 8,3 %.
Según el INE, dicha escalada se debe a las subidas de los precios de la electricidad en la vivienda, hasta el 23%. También influye, aunque en menor medida, la subida del gas, mayor que la del año anterior.
Además, el vestido y el calzado registraron una variación anual del 5,0%, más de dos puntos y medio por encima de la registrada en junio. Esto se debe a que la bajada de sus precios es menor este mes que en julio del año pasado, según el INE.
Por su parte, los alimentos y bebidas no alcohólicas también influyen en la escalada. De hecho, sitúa su tasa en el 13,5%, seis décimas superior a la del mes pasado, y la más alta desde el comienzo de la serie, en enero de 1994.
Dentro de este grupo destacan los incrementos de los precios de la carne y la leche, quesos y huevos, frente a la estabilidad del año anterior, del pan y cereales, mayores este mes que en 2021 y de las legumbres y hortalizas, que descendieron en julio del año pasado.
Ahora bien, el grupo de Transportes ayudó a que la inflación no subiera aún más en julio. Este registró una tasa del 16,2%, tres puntos inferior a la del mes anterior, causada por el descenso del precio los carburantes y lubricantes, frente al aumento registrado en julio de 2021.
En tasa mensual (julio sobre junio), el IPC descendió un 0,3%, después de que en el mes anterior (junio sobre mayo) registrara un alza del 1,9%.
En el séptimo mes de 2022, el Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA) situó su tasa interanual en el 10,7%, siete décimas por encima de los datos de junio.
Eso sí, la variación mensual del IPCA mostró un descenso del 0,6%, en parte, por el descenso en el precio de los carburantes mencionado anteriormente. De hecho, el precio medio de los carburantes acumuló un abaratamiento superior al 12% desde finales de junio, cuando cortó la tendencia alcista en que estaba inmerso desde principios de año, acrecentada desde la invasión de Ucrania por Rusia.
Por CCAA
La tasa anual del IPC aumenta en julio respecto a junio en todas las comunidades autónomas.
Los mayores incrementos se producen en Navarra y La Rioja, con una subida de 1,2 y 1,1 puntos, respectivamente, y en Canarias, Extremadura y País Vasco, con aumentos de 0,9 puntos en todas ellas.
Por su parte, las menores subidas, se producen en Madrid, con un aumento de 0,1 puntos y en Aragón, Castilla y León y Galicia con subidas de 0,4 puntos.
Si se analiza la evolución de la inflación subyacente, que no incluye los precios de alimentos no elaborados ni productos energéticos, escaló al 6,1%, su nivel más elevado desde enero de 1993. Es decir, la subida de precios se ha ido trasladando a toda la cadena de productos.
Alimentos
En esta línea, el Banco de España confirmó recientemente en un informe que "el aumento de los precios de las materias primas alimenticias que se está produciendo a escala global está repercutiendo intensamente en los precios de consumo de estos productos que afrontan los hogares".
Según dicho informe, los precios del aceite han aumentado un 56% en España desde principios de 2021, cuando comenzó la escalada de precios de las materias primas alimenticias, mientras que los cereales se han encarecido un 17%, los lácteos y huevos, un 16%, y la carne, un 10%.
En junio de este año, el precio del aceite en el área del euro aumentó un 29% interanual, y los cereales y el café un 11%, mientras que lácteos y huevos, y carne lo hicieron en torno a un 12%. En dicho mes, en España, el precio del aceite se incrementó un 37% interanual, y los cereales, el café, los lácteos y huevos, y la carne lo hicieron en torno a un 16%, 11%, 16% y 10%, respectivamente.
Sin embargo, el propio organismo advirtió de que la evolución futura de los precios de los alimentos está sujeta a una "elevada incertidumbre". Si bien las previsiones disponibles, tanto de instituciones como el Banco Mundial como de los mercados de futuros alimenticios, apuntan a una cierta tendencia a la baja en los próximos años.