El hallazgo en un pueblo de Teruel de un vestigio del Grand Prix, el mítico programa de televisión, ha revolucionado las redes sociales. El espacio, creado por la productora Europroducciones y dirigido por Francesco Boserman, ha pasado a la historia como un formato de culto para la audiencia, que llegó a pedir hace un par de años su reemisión arrancando la explicación del presentador que lo catapultó a la fama, quien dijo que era "imposble".
Ramón García aseguraba entonces que había una versión preparada para salir hace tres años, pero que no acababa de fraguar por miedo a las represalias de los animalistas. El motivo, recordemos, es que una de las pruebas estrella se valía de vaquillas para su ejecución. El programa, que se emitió en Televisión Española, es uno de los concursos más veteranos con 14 temporadas a sus espaldas, de 1995 a 2009.
Los pueblos de España se batían en duelo televisivo superando todo tipo de pruebas, algunas del todo ridículas, llegando a cotas de audiencia de récord. Uno de esos municipios que participó, Puertomingalvo, en la provincia de Teruel, ha vuelto a ser protagonista gracias a la escritora y periodista Emma Zafón y al poder de Twitter.
"Subcampeones del 2002"
Zafón compartió una foto de la localidad, situada en mitad del Parque Cultural del Maestrazgo y con algo más de 100 habitantes, en la que se ve un detalle que no ha pasado desapercibido. Al lado del grifo de una fuente pública se puede ver un azulejo que conmemora la participación de los vecinos en la edición de 2002, cuando lograron la medalla de plata quedando subcampeones por detrás de Griñón:
El tuit de la escritora se ha difundido a una velocidad de vértigo por la red social, donde ha quedado demostrado que el programa se echa de menos. Entre los comentarios que ha sucitado están los de algún vecino que recuerda cómo se vivió la final en el pueblo y también los de muchos tuiteros que han querido añadir épica a la hazaña del pueblo turolense:
Está claro que, al menos en Twitter, están deseando que den con una alternativa al uso de animales para que el Grand Prix vuelva a la pequeña pantalla y despierte de nuevo el pique entre los pueblos españoles.