Sevilla

"Parece que el Virus del Nilo solo está ahora en el arrozal de Sevilla", lamenta Eduardo Vera, director gerente de la Federación de Arroceros de Sevilla. Difiere de la voces científicas que sitúan estas hectáreas de cultivo como el origen del mosquito en la provincia.

El 2024 ha sido un año de enhorabuena para el sector. Tras el parón del 2023 por la sequía, han podido sembrar el 68 por ciento de las hectáreas disponibles gracias a las abundantes lluvias primaverales. Sin embargo, la crisis del Virus del Nilo, que se ha cobrado seis vidas en la provincia, la mayoría en los pueblos del entorno, les ha salpicado. "Esto no le viene bien a nadie", afirman.

Desde que empezaron a aflorar los primeros casos en el verano de 2024, diversos expertos han señalado a las 24.000 hectáreas inundadas donde se cultiva el arroz como el lugar donde crían las larvas del mosquito transmisor del virus.

El investigador del CSIC Jordi Figuerola indicaba en EL ESPAÑOL que "no se ha realizado ningún tipo de control sobre estas aguas" hasta el verano, cuando ya se habían registrado los primeros casos. Asimismo, aludía a la necesidad de que entre los arroceros y las instituciones abordasen la solución del problema para comenzar a aplicar tratamientos desde junio, la época de la siembra.

Los arroceros admiten que, al ser zona de humedal, "siempre va a haber más probabilidad de tener mosquitos", pero precisan que lo mismo debería suceder en el resto del Guadalquivir, los afluentes y todo lo que está conectado con agua en la provincia.

Indican que sus humedales son "saludables", ya que sus aguas están en movimiento y "no están estancadas", un factor que, según señalan los expertos, favorece la concentración de mosquitos. En este sentido, señalan el caso de Isla Mayor, un municipio de 6.000 habitantes, rodeado de marismas arroceras, donde hasta el momento no se ha registrado ningún caso.

Es por ello que reclaman más investigación para esclarecer el origen del foco Asimismo, señalan otras vías a explorar, tales como la limpieza de canales y desagües, zonas de más difícil acceso, así como la salinidad del agua. 

"Sin productos autorizados para fumigar"

Por su parte, Eduardo Vera lamenta que al operar desde hace 26 años como un cultivo de producción integrada, donde se prioriza el empleo de mecanismos naturales, no disponen de "ningún producto autorizado para fumigar". 

"Tenemos plagas como la pudenta que pueden afectar hasta a más del 50 por ciento de la producción en el arroz", asegura el representante de los arroceros de Sevilla. Así, asegura que son los primeros interesados en aplicar tratamientos contra los insectos, ya que beneficiarían a la producción y a la población de las localidades limítrofes.

Del mismo modo, alude a la competencia desleal de los arroces de otros continentes que sí han sido tratados con otros productos y "sin ningún tipo de control". "Nos molesta que lo hagamos impecable medioambientalmente y que luego nos encontremos con estas situaciones", añade.

"A lo mejor lo que está pasando es que ya no hay ningún tipo de control sobre los insectos. Creo que es una línea de investigación también bastante importante", subraya Eduardo Vera.

Dos formas de acabar con los mosquitos

Los arroceros aluden a la ausencia de productos legales para acabar con los mosquitos adultos por la prohibición desde 2017 de la saditrina, que además elimina la pudenta, una de las plagas más perniciosas para la producción del arroz. Sin embargo, expertos como Jordi Figuerola, indican que la forma más eficaz es aplicar productos larvicidas, que atacan a las crías, en el mes de junio.

Al respecto, los arroceros indican que no tienen "ningún problema" en que se apliquen dichos tratamientos que, además "no afectan al cultivo de producción integrada". Para ello, aluden a los expertos, que deben ser los encargados de determinar cómo y cuándo hay que hacerlo. 

Al ser preguntado sobre quién asumiría el coste de dichos tratamientos larvicidas, Eduardo Vera no ha cerrado la puerta a ello, aunque insiste en qué habría que justificarlo detalladamente. "Nos dicen que el foco está aquí, pero lo que estamos viendo es que es al revés, el virus del Nilo no se está encontrando en el arroz. Esa es la realidad", zanja el presidente de los arroceros de Sevilla.

En este sentido, se muestran dispuestos a colaborar con las autoridades en todo lo que sea necesario, tal como han hecho este año en Los Palacios y La Puebla del Río. En este sentido, ven con buenos ojos la mesa integral que planteó Modesto González, alcalde de Coria del Río, la cual estaría coordinada por el Gobierno y donde estarían sentadas Junta de Andalucía, Diputación de Sevilla y los ayuntamientos afectados.

De hecho, Juanma Moreno anunciaba el pasado martes su intención de abordar el problema desde este mismo mes de septiembre, con la idea de "prevenir para lo largo del próximo año".