Jordi Figuerola es una de las personas que sigue desde más cerca la expansión del Virus del Nilo en Andalucía. Trabaja como investigador en la Estación Biológica de Doñana, perteneciente al CSIC (Centro Superior de Investigaciones Científicas), que cada semana publica análisis de la densidad poblacional de mosquitos en las poblaciones de riesgo.
Como experto en la materia, cree que "se está jugando a la ruleta rusa". Afirma que el Virus del Nilo, que se ha cobrado la vida de tres personas en Sevilla, circularía en una proporción muy menor si se hubiesen aplicado "tratamientos larvicidas" en los arrozales desde el mes de junio. Así se habrían eliminado los mosquitos antes de su nacimiento.
Ahora, pese a que las fumigaciones actuales pueden minimizar la circulación, este Doctor en Biología asegura que "es muy complicado" parar el brote cuando ya está en marcha.
De cara a próximas temporadas, pone el foco en la prevención y en la necesidad de actuar desde el invierno. "Es ahí cuando se debe decidir quién, dónde, con qué materias activas y quién va a pagar los tratamientos de control de mosquitos", recalca.
- ¿Es la situación de Sevilla de mayor riesgo que nunca?
- La situación de mayor riesgo ha sido cuando no se estaban realizando los tratamientos contra los mosquitos. Hay que tener en cuenta que muchos de los casos que se están declarando ahora corresponden a infecciones que se contrajeron hace dos y tres semanas. El riesgo mayor ha sido desde el momento en que se avisa que hay mucha circulación del virus del Nilo y no se inician esos tratamientos hasta principios de agosto. Ahora mismo, la cantidad de mosquitos en la mayoría de las zonas donde se están realizando control está bajando como en Coria y en La Puebla del Río.
- ¿Ya no son el epicentro?
- Se está trabajando mucho. Por ejemplo, en La Puebla de Río llevamos dos semanas sin detectar el virus dentro del núcleo urbano, pero preocupa en otras zonas más alejadas donde se sigue detectando mucho mosquito y mucho virus.
- ¿Cuáles preocupan más ahora?
- En Dos Hermanas sigue habiendo mucha circulación de virus. Preocupan mucho zonas donde todavía no se han detectado casos en humanos, pero sí sabemos que hay mucha circulación, como Villamanrique, Bollullos y Palomares. Es muy importante que en todas estas zonas se realicen los programas de control de mosquitos. Tratamientos adulticidas y larviciciddas dentro del casco urbano.
- ¿Entonces se podría haber evitado la situación mucho antes?
- Claro. Tenemos 27.000 hectáreas inundadas donde cría el mosquito culex y no se realiza ningún control sobre estas poblaciones. En otras zonas donde han tenido brotes de Virus del Nilo, como en Italia o en Grecia, tienen programas de control para eliminar las larvas. En España, en el Delta del Ebro, se realizan estos controles con larvicidas alrededor de las zonas habitadas. Se está jugando a la ruleta rusa.
- ¿Por qué pasa esto?
- Es evidente que en los cultivos de arroz se crían mosquitos. Por lo tanto, hay que controlarlos y no lo tienen que pagar ellos. Una cosa es lo que hay que hacer y otra es quién lo paga. El sector arrocero se tiene que sentar y abordar cómo solucionar el problema con las instituciones. Que en el arrozal hay un problema de mosquitos y en especial de culex, el principal vector del Virus del Nilo, es evidente
- El sector arrocero reclama el uso de la saditrina, un producto que fue prohibido en 2017. ¿Solucionaría el problema?
- El producto es contra la pudenta, una plaga de insectos que ataca al arroz. No es contra los mosquitos y se suele usar en agosto y septiembre, se quedarían al margen los meses previos. Hay que hacer un control de mosquitos basado en productos legales y no dejar que se genere el gran problema.
- ¿Por qué está prohibida?
- Porque el principio que usa es cancerígeno. El arroz es un producto que se come. Los consumidores tendrán algo que decir.
- ¿Cuál es la alternativa?
Hay productos alternativos que son legales. Hay dos maneras de controlar los mosquitos. O los matas cuando son larvas o cuando son adultos. Cuando son larvas, usas un producto que se puede utilizar con el cultivo integrado. Solo mata las larvas de mosquitos. No tienen ningún efecto sobre la productividad del arroz. Por eso sería lógico que el sector arrocero no lo pagase o al menos que las instituciones costearan una parte.
- ¿Desde qué fecha habría que aplicar los tratamientos larvicidas?
- Desde junio. Ahí es cuando se inundan las zonas. En la segunda o tercera semana habría que haber hecho un primer tratamiento. Habría que hacer cuatro tratamientos entre la inundación y la cosecha, tal como se hace en el Delta del Ebro. Así, para los mosquitos sería muy complicado sobrevivir.
- ¿Se puede decir que este fenómeno va a ir a más en los próximos años?
- Sí. Lo que estamos viendo es que en los años en que los inviernos son más suaves, hay una mayor circulación del Virus del Nilo en la primavera y el verano siguiente. No todos los casos están vinculados con el cultivo de arroz. Hay casos en la Sierra de Huelva. En 2020 también hubo casos en La Janda, en Cádiz, donde hay otra forma de cultivo de arroz. Está muy vinculado. Es lo que genera el inicio del brote. A partir de ahí, los mosquitos se van expandiendo.
- ¿Qué les diría a los vecinos entre los que ya cunde la desesperación?
- La gente tiene que entender que se soluciona con prevención. Una vez que el brote está en marcha, es muy complicado pararlo. Si echas el producto en el agua donde se reproducen las larvas, se acaba el problema. Ahora, lo único que se puede hacer es aplicar los tratamientos larvicidas, aunque sea tarde. El problema es que ahora también hay que usar adulticidas, que son más tóxicos y no solo matan mosquitos. Además, para que sean efectivos tiene que atacar a las hembras de mosquitos, que son las que transmiten el virus.
- ¿Y qué puede hacer uno en casa?
- Reducir el contacto entre los mosquitos y humanos. Usar repelentes, mosquiteras, eliminar el agua que podamos tener en recipientes o en cualquier lugar que acumule agua de riego. También el desagüe de un aire acondicionado. Todas ellas son susceptibles de criar mosquitos. No hay soluciones mágicas.
- La plataforma de afectados pide una vacuna. ¿Atajaría el problema?
Estados Unidos es el país que más afectados tiene por el Virus del Nilo. Ha provocado miles de casos. Todavía no han sido capaces de desarrollarla porque tienen que seguir una serie de pasos y ser muy seguras. Además, el Virus del Nilo tiene un problema, ya que puede haber reacciones cruzadas con otros virus de la familia que no sean necesariamente buenas. Hay cierto temor a que pueda haber una interacción, por ejemplo, con el dengue, que es de la misma familia. Por ello no hay una vacuna que esté más allá del nivel 2. Se han hecho pruebas con unos 100 individuos. Podría llevar entre cinco o diez años, a no ser que se invierta mucho, como se hizo con el Covid.
- ¿Se puede decir que el entorno del Guadalquivir ya nunca va a estar seguro?
Se puede concluir que el Virus del Nillo lleva circulando en el Bajo Guadalquivir muchos años y hasta hace poco no hemos sido conscientes del volumen del problema. Que la incidencia ha aumentado en los últimos años. Y que es necesario que adoptemos estrategias para controlar este riesgo. No se puede plantar arroz sin adoptar medidas para el control de los mosquitos. En Grecia e Italia tienen el mismo problema y todo está pasando por el control con larvicidas.
- ¿Qué pasa en Sevilla que no ocurra en otras provincias?
- La Diputación de Huelva tiene un servicio de control de mosquitos que lleva funcionando más de 20 años. Funciona muy bien. Tendría que dar que pensar que el número de casos en humanos en la provincia de Huelva es bajísimo comparado con los que se dan en Sevilla y en Cádiz. En cambio, sabemos que el virus está circulando en esas zonas, pero los casos en humanos son muy bajos. Quizás, en la provincia de Sevilla haga falta un servicio equivalente. Los mosquitos se matan en invierno. Es ahí cuando hay que decidir quién, dónde, con qué materias activas y quién va a pagar los tratamientos de control de mosquitos.
- ¿El fenómeno de las zoonosis (enfermedades transmitidas por animales) va a ser una constante en el futuro?
- Sí, es un problema grave. Estamos en un mundo muy conectado. En los siglos XVIII y XIX, España había tenido brotes de fiebre amarilla, debido a que venían barcos de América con bidones de agua donde estaban los mosquitos. Eso ya se ha solucionado. Pero ahora ha llegado un nuevo mosquito, el tigre, que es vector de dengue y de zika. Desde 2004 se viene expandiendo por la Península y por Europa en general. Mientras no estaba este mosquito daba igual que llegaran 200 personas infectadas porque no teníamos el vector. Pero ahora está cada vez más extendido. Si una persona que llega infectada de su viaje vive en una zona donde está ese mosquito, puede generar transmisión autóctona. Este año en Francia ya llevan seis casos de dengue. La resistencia a antibióticos también es un problema. Se están utilizando de manera un poco alocada y algunos de los animales están desarrollando resistencia y luego puede saltar al ser humano.