Adepa (Asociación de Defensa del Patrimonio de Andalucía) quiere que la Junta y el Ayuntamiento protejan los edificios regionalistas de Nervión, El Tiro de Línea, Retiro Obrero o el Barrio León. "Sevilla cada día es más vulgar y más cateta", lamenta el presidente de la asociación, Joaquín Egea.
La asociación que vela por el patrimonio de Sevilla ha pedido al alcalde de la ciudad, José Luis Sanz, que convoque a la comisión que se constituyó para la protección de los edificios de primeros del siglo XX. No se reúne desde hace dos años, denuncian.
Se trata de edificios de Aníbal González, de Talavera y Heredia, de Espiau y Muñoz... Pero también construcciones, muchas realizadas por los propios propietarios que usaron el estilo regionalista.
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Para Adepa, el regionalismo monumental -la Plaza de España es su máxima expresión- están ya protegidos. Pero no ocurre lo mismo con las casas y calles que se levantaron a primeros del pasado siglo con ese estilo arquitectónico.
Entre las zonas con mayor peligro, señalan en la asociación, están la avenida de la Cruz del Campo, donde han desaparecido casas históricas "como la del doctor Guija", ha indicado Egea.
Avenida de la Palmera o el Barrio León
La avenida de la Palmera, el Cerro del Águila, los chalés del Barrio León, las calles arboladas y que cuentan con casas con jardín de Nervión... Son elementos, destacan en Adepa, "higienistas" propios de hace un siglo. Es lo que quieren conservar.
Sin embargo, denuncian, se ha perdido mucho. La piqueta, advierten, vive una segunda edad de oro en los barrios, donde se tiran casas y casas regionalistas. Es el caso de Triana donde, señalan, se ha perdido "ya casi todo".
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Y si hay zonas en peligro -Nervión, por ejemplo- también destacan ejemplos mejor conservados. Es el caso de los chalés de Heliópolis, junto al campo del Betis. O del Porvenir donde, sin embargo, Adepa advierte de que se están dando ya "problemas de edificios que se tiran sin control".
Calles y árboles
Adepa no solo quiere que se mantengan los edificios. Porque este tipo de arquitectura no son solo casas. Son también calles con muchos árboles, jardines delanteros o vida tranquila. Un ejercicio de higienismo y desarrollo saludable.
"Es un tipo de urbanización que permite la vida de ese tipo", explica Egea. "Quitando La Palmera, ejemplo de arquitectura de la alta burguesía que compra ese higienismo y lo lleva a cabo, lo demás son barriadas", añade.
Es lo que quieren proteger. No hay grandes palacios pero sí casas humildes con ejemplos de arquitectura regionalista. No está Aníbal González, pero sí muchos otros arquitectos o vecinos que le imitaron.
"Hemos mentido a la Unesco"
Egea, como el resto de Adepa, pide más protección para el patrimonio. Porque, señala, Sevilla "está incumpliendo los acuerdos con la Unesco desde hace nueve años".
"Hemos mentido a la Unesco. Hace nueve años se dijo que los planes de protección estaban terminados o terminándose. Era mentira y lo sigue siendo", añadió el conservacionista durante la presentación del informe sobre arquitectura regionalista.
Egea, resume el sentido de su petición: que se proteja tanto la arquitectura "aristocrática" como la popular. "La de autor y la de autoconstrucción, que es copia de la primera pero mantiene su espíritu".
Más se perdió en Cuba
Explica Cabeza que el Regionalismo es un movimiento arquitectónico y artístico que nace "en torno a 1870". Su auge tiene mucho que ver con el desastre de Cuba y la pérdida de las colonias.
También con que la sociedad, entonces, "se cansó del Neoclasicismo", explica el conservador. "Sevilla, como el resto de España, entra en una especie de depresión con la pérdida de Cuba y Filipinas. Y se agarra a un pasado glorioso con el Regionalismo".
Entonces arquitectos jóvenes, influidos por el Modernismo, reciben encargos de la alta burguesía para hacer sus casas. Aníbal González, por ejemplo, recuerda Cabeza. Y las clases más bajas les copian animados además por el crecimiento urbanístico que propició la Exposición Iberoamericana de 1929.
Al final, esa arquitectura Regionalista se adapta en los barrios periféricos y se funde con ideas del higienismo. Luz, espacios verdes, calles tranquilas. La ciudad jardín. Se construyen Nervión, el Tiro de Línea, Heliópiolis... Lo que ahora quieren proteger.
Estambul y Sevilla
La arquitectura, destaca Egea, tiene una relación directa con la salud. Explica que, a primeros del siglo XX, Sevilla era, junto con Estambul, la ciudad con mayor mortalidad de Europa.
De ahí la apuesta por las nuevas construcciones. Por tirar las murallas y hacer un ensanche de Sevilla con calles más amplias y luminosas. Donde corriera el aire pero no los coches.
El periodista y escritor Pablo Ferrand defiende que se publique, por fin, un informe de protección de edificios. Hace años que se elabora pero acaba de salir a la luz porque, cree, mientras no se publique, se puede usar la piqueta.
"Época dorada"
Para Ferrand, Sevilla se enfrenta a "una nueva época dorada del desarrollismo". Ya lo vivió en los 60 y entonces cayeron palacios e iglesias por toda la ciudad para construir más y más moderno.
"Hay una destrucción sistemática de los barrios Regionalistas, de los barrios jardines", explica. Entre el siglo XX y el XXI, Sevilla "ha perdido el 50 por ciento de su patrimonio histórico", señala.
"Hay mucha gente insensible, sobre todo entre los políticos que son pasajeros, a la fealdad. Les da igual que la ciudad cada vez sea más fea", indica Ferrand. "Estamos en un momento muy muy peligroso", sentencia.