Era poco predecible que Mi reno de peluche se fuera a convertir en un fenómeno, pero semanas después de su estreno, su éxito es incontestable y es posible que vaya a más. La miniserie de Netflix creada por el cómico escocés Richard Gadd basada en su propia experiencia como víctima de acoso ha conectado con el público y ya se incluye entre las series más vistas de la plataforma recientemente.
Sigue a un cómico en apuros que un día conoce a una mujer en el pub donde trabaja. Cuando decide tener un gesto amable con ella, acaba desencadenando lo que será el comienzo de una pesadilla. Resulta que Martha (Jessica Gunning) es una acosadora que empieza a perseguirle.
Al final, el personaje de Gadd tiene una gran revelación y empieza a reflexionar sobre la importancia y la ironía que traen consigo los actos de bondad aleatorios. Sin embargo, también adquiere una nueva perspectiva sobre cómo otras personas, incluida Martha, cargan con un peso emocional que puede explicar su cuestionable comportamiento.
[El creador de 'Mi reno de peluche' pide a los espectadores que dejen de buscar a la Martha real]
De qué va la serie
Donny es un aspirante a cómico que trabaja en un pub y vive en la casa de Liz (Nina Sosanya), la madre de su exnovia Keely (Shalom Brune-Franklin). El protagonista vive estancado después de abandonar la escuela de arte y no parece ser capaz de recuperarse.
Los chicos del pub donde trabaja apenas lo respetan y le gastan bromas crueles, y Donny se encuentra aparentemente solo en una ciudad alejada de su familia. Además, sus sueños también parecen estar lejos de llegar a cumplirse.
Es entonces cuando entra en escena, Martha, una abogada a la que han inhabilitado y que acaba de salir de prisión por acoso criminal. Martha se siente cautivada por Donny y rápidamente se obsesiona con él, ya que parece ser la única persona dispuesta a dedicarle un minuto en su vida.
A partir de ese único acto de bondad, Martha hace todo lo posible para establecer una relación con Donny e integrarse en su vida, y esto llega a afectar al resto de vínculos de Donny y a su precaria situación. Algo que se da pie a situaciones que aparentemente pueden ser divertidas, pero que rápidamente se vuelven inquietantes.
El significado del final
Después del explosivo desencuentro que sufre Donny frente a su público, el protagonista se siente más desahogado y aliviado. La sociedad le comprende y le acoge, y empieza lo que será un impulso en su carrera.
Pero Martha tiene otros planes de futuro. Su obsesión ha alcanzado un nuevo nivel y ha pasado a la fase de la intimidación. Cuando finalmente consigue el teléfono de Donny, empieza a enviarle cientos de mensajes de voz. La policía le dice que le permita dejar tantos mensajes como sea posible, con la esperanza de que diga algo que se pueda utilizar para pasar a la acción.
Con el tiempo, acaba empatizando con ella, aunque termina llegando un mensaje de voz que amenaza con ejercer violencia contra él y su familia, y la policía decide involucrarse. Donny va a juicio y ve a Martha destrozada, que se declara culpable de acoso. Los ojos de Donny y Martha se cruzan justo antes de que ella abandone la habitación y Donny se sorprende por la mezcla de emociones. No la verá más.
No obstante, el camino del protagonista no termina ahí, y después de enfrentarse a su agresor, sufre un ataque de pánico que le paraliza. Lo único que le alivia es escuchar los mensajes de voz de Martha como una forma de consuelo.
Llega hasta el mensaje en el que Martha le explica por qué lo llama "reno de peluche". Su historia de abuso infantil y la terrible infancia que vivió hace llorar a Donny, que deja caer su cabeza sobre la barra. Después de todo lo que ha hecho, todavía siente empatía por ella.
Cuando el camarero le sirve su bebida y le pide el dinero, Donny se da cuenta de que ha olvidado su cartera. Es entonces cuando el camarero le disculpa y el protagonista piensa en lo mucho que puede influir en alguien un simple acto de amabilidad. Se ha cerrado el círculo.