Hacer nuevas versiones de películas ya rodadas es algo tan viejo como el propio cine. Hasta una pionera como Asalto y robo al tren, proyectada por primera vez en 1903, tuvo el primero de sus múltiples remakes antes de que pasara un año de su estreno. No sorprenderá a nadie que Hollywood vaya a estrenar una adaptación de uno de los thrillers revelación del último lustro (la danesa The Guilty), pero no por ello es menos decepcionante la existencia de Culpable. Antes de su estreno mundial en Netflix, la película protagonizada por Jake Gyllenhaal y dirigida por Antoine Fuqua se estrenó en el Festival de Toronto que echó a andar el pasado jueves.
Han pasado menos de dos años después de que Bong Joon-ho hiciera una inspirada reflexión durante uno de los muchos discursos de agradecimiento que dio gracias a Parásitos, la primera película de habla no inglesa en llevarse el Oscar a la mejor película en los más de 90 años de historia de los premios de la Academia. “Una vez superas la barrera de subtítulos de una pulgada [2,54 centímetros] de alto, tendrás a tu disposición muchísimas películas increíbles”. The Guilty era una de ellas.
En 2018, Gustav Möller impactó con un tenso thriller que jamás abandonaba la oficina del servicio de emergencias al que quedaba relegado un policía mientras esperaba la resolución de un incidente que había acabado con la muerte de un joven. La noche antes del juicio que puede marcar un antes y un después en su carrera y vida personal, el agente atiende una inquietante llamada de una mujer desesperada que dice haber sido secuestrada. Como casi siempre, nada es lo que parece.
En un momento de cambio histórico en el que series como La casa de papel o Lupin pueden competir de tú a tú por la atención del gran público con los productos salidos de Hollywood, parece una oportunidad perdida adaptar una película tan universal, en forma y fondo, como la danesa. No es una reflexión generalizada. Después de ver la película en el Festival de Sundance (donde se hizo con el premio del público de la sección especializada en el cine internacional), Jake Gyllenhaal se hizo con los derechos para convertir esa devastadora historia en un thriller made in Hollywood.
“La película de Möller teje magistralmente la tensión en un agudo estudio de personajes”, dijo el intérprete y productor entonces. Su adaptación (dirigida por Fuqua, un experto en el thriller gracias a Training Day o The Equalizer: el protector con el que ya había trabajado en el drama deportivo Redención) mantienen el espíritu y la estructura mientras se erige como un evidente ejercicio de vanidad de uno de los mejores actores del mundo.
Para Gyllenhaal, como demostró en personajes tan diferentes como los de Prisioneros, Nightcrawler y Okja, más siempre es más: lo que Jakob Cedergren ocultaba y dejaba entrever en The Guilty, el actor estadounidense lo lleva al primer plano a través de gritos, un carácter temperamental y sudores.
En Culpable, el viaje a los infiernos de ese agente de policía sobre el que sobrevuela la sombra de la sospecha gana en relevancia respecto al perturbador misterio en el que estaba anclada la cinta original. Aquí el protagonista es un hombre al borde del divorcio, con problemas de salud y llamadas constantes de una periodista que quiere indagar sobre un incidente en su trabajo. Si no fuera suficiente, el avance del grave incendio que amenaza California subraya la cuenta atrás que sufre un protagonista del que la cámara de Fuqua no se separa en ningún momento.
Sin caer en la trampa o provocación de otros remakes que seguían plano por plano sus originales (la versión en inglés de Funny Games del propio Michael Haneke o la Psicosis de Gus Van Sant), Culpable se mantiene a una respetable distancia de la película de 2018 hasta un tercer acto que revela la naturaleza hollywoodiense del proyecto. La meta, en esencia, es la misma, pero dos giros de guion rebajan el nihilista sabor de boca que dejaba la película de Möller.
Si has visto la cinta original (disponible actualmente en Filmin fuera de su servicio de suscripción), esta versión puede dejar sensación de déjà vu en general y cobardía en particular por su nuevo final. Si llegas a la historia de nuevas, Culpable es un más que efectivo thriller con giros inesperados, una entregada interpretación de Gyllenhaal y una inteligente explotación de las limitaciones de un formato que ya había aparecido en películas como Searching y la española Buried (Enterrado).
Gracias a los 30 millones de dólares que desembolsó para hacerse con sus derechos en exclusiva, Netflix tiene entre manos un sólido misterio con potencial para colarse entre sus producciones más vistas de lo que queda de año. Si el proyecto era necesario o no, es una conclusión a la que debe llegar cada uno.
'Culpable' se estrena en Netflix el 1 de octubre después de su estreno mundial en el Festival de Toronto.
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