Semana tras semana, The Last of Us sigue emocionando a su público. Después de conmover con la historia de amor entre Bill (Nick Offerman) y Frank (Murray Bartlett) y lograr que cualquiera les coja cariño a Henry (Lamar Johnson) y Sam (Keivonn Woodard), la serie sigue apuntando directa al corazón de su audiencia, que sucumbe a los relatos independientes que tanto ayudan a construir el pasado y el presente de Joel (Pedro Pascal) y Ellie (Bella Ramsey).
El capítulo 7 no se ha quedado atrás y vuelve a viajar atrás en el tiempo momentáneamente, a un punto clave en la vida de Ellie. Se trata de Riley (Storm Reid), su mejor amiga y primer interés amoroso. Junto a ella vivió la que fue "la mejor noche de su vida", un emotivo viaje que también han podido disfrutar los espectadores.
Craig Mazin y Neil Druckmann han sido muy cuidadosos con el material original que dio pie al nacimiento de esta historia y han sido capaces de sacarle todo el partido posible. Esto se percibe en cada uno de los episodios de la serie y, al igual que ha ocurrido con los anteriores, Lo que dejamos atrás vuelve a estar repleto de detalles y guiños a los videojuegos y a la colección de cómics. Repasamos los más importantes.
Pasado y futuro
La música pop siempre ha sido una parte importante en los videojuegos de The Last of Us, porque lograba establecer una conexión muy poderosa entre los jugadores y los protagonistas de la historia. Y la serie ha logrado una conexión similar con los espectadores, sacándole partido a este rasgo y utilizando la música como parte de un código muy original.
Hemos ido viendo que, dependiendo de la canción y la década a la que esta pertenezca, el mensaje que se transmite es uno u otro. El número 60 implica que no hay suministros disponibles, el 70 que ya los hay, y el 80 quiere decir que se avecinan problemas.
El Never Let Me Down Again de Depeche Mode adelantó que algo trágico iba a suceder -y así fue-, pero en el episodio 7 suena Take On Me de a-ha, otro clásico de los 80 que, aunque sea igual de pegadizo para bailar, sigue teniendo el mismo significado.
Mientras Riley le enseña a Ellie las cuatro maravillas que esconde el centro comercial, comienza a sonar la canción y aunque el espectador medio -o que no haya jugado a los juegos- no la reconozca, los fans de la saga sentirán escalofríos por todo el cuerpo. Porque Take On Me tiene un significado muy especial para Ellie.
La melodía conecta a Riley, que pertenece al pasado de la protagonista, con una persona tan importante en su futuro como Dina, su futura pareja. De hecho, es una canción tan importante para la historia que cuando HBO reeditó el tráiler oficial y la eliminó, muchos fans se quejaron, opinando que el tráiler era mucho peor tras el cambio.
Además, otra curiosidad que se relaciona con la canción está relacionada con el momento en el que los creadores del juego quisieron incluirla en él. Halley Gross, que es la coguionista de The Last of Us: Parte II, es amiga de Lauren Savoy, esposa de Paul Waaktaar-Savoy, uno de los integrantes del grupo a-ha.
La gran amistad que ambas comparten fue la que facilitó que pudieran usar los derechos de Take On Me en los videojuegos.
La fuente del alcohol
Aunque el personaje de Riley solo aparece en el DLC Left Behind -con contenido extra del juego- y en American Dreams, los cómics en los que se basa The Last of Us, no es el único personaje que podría llamar la atención de los espectadores en Lo que dejamos atrás.
En un momento dado, las protagonistas encuentran un cadáver, del que tomarán prestado una botella de alcohol. Esto es un cambio relevante en la serie y que en el videojuego se narra de otra manera, ya que la bebida se la proporciona a Ellie y Riley un personaje concreto.
Se llama Wiston Aher y es en realidad un soldado exiliado que tiene cierta relevancia en los videojuegos. Sin embargo, es solo un guiño, ya que no se corresponde con la persona a la que encuentran en el pasillo.
Otro juego dentro
El último detalle del capítulo 7 de la serie aparece cuando Ellie y Riley se dirigen al salón de recreativos. Ambas se encuentran con el juego Mortal Kombat II, que también tuvo varias adaptaciones en forma de series y películas.
Los creadores del videojuego The Last of Us tuvieron problemas para incluirlo en la trama por la licencia de derechos de autor y optaron por incluir uno inventado y que se llama The Turning -uno de los nombres que barajaron antes de decantarse por The Last of Us-.
En el juego, la máquina del arcade está rota y esto da pie a una de las escenas más bonitas del juego. Riley le pide a Ellie que cierre los ojos y se imagine que juega mientras le narra el combate.
Finalmente, la historia tuvo un final feliz y pudieron incluir en pantalla el Mortal Kombat II, cuyo creador es fan de The Last of Us.
Ambos juegos quedan así entrelazados, también por ser especialmente violentos, algo que se les recriminó. Sin embargo, el que protagonizan Ellie y Joel usa esta violencia para hablar sobre ella y para criticar a qué lugar puede conducir.
'The Last of Us' está disponible en HBO Max.