Crítica: 'Blue Beetle', un fascinante y nostálgico reinicio para el universo DC que celebra la cultura latina
La primera película del nuevo Universo DC bajo las órdenes de James Gunn y Peter Safran se estrena el 18 de agosto en cines.
Una de las conclusiones a las que se puede llegar siguiendo la reciente trayectoria de las películas de superhéroes -pertenezcan al universo cinematográfico que pertenezcan-, es que todas ellas forman parte de un ciclo que ya muestra signos de agotamiento.
Por eso es una suerte que de vez en cuando lleguen excepciones como Blue Beetle, toda una superviviente del género que emprende un viaje complicado y bajo presión, estrenándose en cines después de dos historias del universo DC que no han tenido el resultado esperado en la gran pantalla.
De hecho, es posible que su jugada acabe saliendo mejor de lo esperado y que acabe siendo un éxito, especialmente debido a tres factores fundamentales. El primero tiene que ver con el bagaje del personaje y el camino que ha recorrido hasta tener su propia adaptación; ambos marcados por el instinto de supervivencia.
El segundo, que Blue Beetle es también un personaje del que no se ha oído hablar hasta ahora, o que resulta prácticamente desconocido para los que no hayan leído los cómics. Y el tercero, y quizá más importante, está relacionado con la historia de Jaime Reyes (Xolo Maridueña), que en la película va más allá de un simple viaje hasta el nacimiento de un superhéroe. Blue Beetle es también una celebración en sí misma de la cultura latina y la familia.
Cuando se juntan estos tres elementos, el resultado es inesperadamente bueno, y Blue Beetle acaba siendo el soplo de aire fresco que tanto tiempo estábamos esperando y que también necesitaba el universo DC para recuperar fuerzas antes de que comience la etapa de James Gunn y Peter Safran.
De hecho, el factor sorpresa y las relativas o escasas expectativas que se depositaron en ella hacen que Blue Beetle pueda llegar a tener un efecto incluso más positivo. Desde un primer momento, todo parecía apuntar a que sería una película más del género,y que cumplirá con cada uno de los tropos narrativos que ya conocemos.
Y así arranca la historia, con la malvada empresaria Victoria Kord (Susan Sarandon) y su leal secuaz, Carapax (Raoul Max Trujillo), que recorren un campamento en mitad de la tundra nevada. Acaban de encontrar el Escarabajo alienígena, un objeto clave para el desarrollo de su empresa armamentística.
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Pero pronto, la película da un giro y presenta al protagonista, Jaime Reyes (Xolo Maridueña), una persona que irradia luz y optimismo, y que busca encontrar su propósito en la vida. En un abrir y cerrar de ojos se gana nuestra simpatía y nos abre las puertas de su casa para presentarnos a su familia, el otro gran pilar de la historia y de su vida.
Y no es para menos, porque la familia Reyes es lo mejor de Blue Beetle y son también los héroes de la historia, aunque no cuenten con la armadura del protagonista o los poderes de un escarabajo brillante.
Su escéptica hermana pequeña Milagro (Belissa Escobedo), su cariñosa madre Rocío (Elpidia Carrillo), y su padre Alberto (Damián Alcázar) son ya inolvidables, pero de todos ellos destacan especialmente su abuela Nana, amable y siempre dispuesta a pelear por los suyos -y toda una superheroína también-, y el loquísimo tío Rudy (George Lopez), cuyo carisma conquistará al público desde que aparezca por primera vez en pantalla.
La dinámica y la calidez que surgen entre ellos dan la bienvenida a todo el que quiera acercarse, mostrando un vínculo indestructible y que les ha mantenido unidos frente a todo, incluso cuando se les pasó por la cabeza dejarlo todo atrás para cruzar la frontera. El amor que sienten es lo que les hace más fuertes y también lo que enciende la chispa de color y ternura a la película.
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Junto a esa emoción, también está arraigado a la narración el sentimiento de identidad y pertenencia, porque no debe olvidarse que, aunque ahora sea un superhéroe, los orígenes de Jaime Reyes son los de una persona latina y migrante. Aunque haya tenido la oportunidad de estudiar una carrera, su nacimiento ya venía condicionado por un ADN que encuentra muchas más dificultades de por sí en el camino que cualquier otro hombre blanco, y no solo desde el prisma económico.
Una vez que se termina de definir el fundamento de la película, sólo queda perfilarla con cariño, algunas secuencias de acción muy dinámicas y guiños cómicos, una fotografía de tonalidades neón y esencia nostálgica y ochentera, y otros detalles puramente técnicos y bien ejecutados por el equipo del director Ángel Manuel Soto.
Con Blue Beetle, el universo DC prepara el terreno para su nueva fase de la mejor forma posible: volviendo a sus orígenes de una manera diferente y muy divertida, dos cosas que no suelen venir de la mano cuando se trata de describir a una película de DC y que le sacan brillo a la tendencia grisácea y oscura de las producciones anteriores.
Sería injusto obligar a Blue Beetle a soportar el peso del destino y el futuro de DC como universo cinematográfico, pero después de haberla visto, sí que merece un voto de confianza, porque ha sido capaz de generar un entusiasmo que se creía perdido y cierta esperanza por ver lo que aún está por llegar.
Nota: 3,5/5
Te gustará si:
- Echabas de menos el color y el brillo en las películas del universo DC.
- Quieres ver una representación más diversa en las historias de superhéroes y que renuncie a los estereotipos.
- Te decepcionaron los anteriores largometrajes de DC y necesitas una razón para confiar de nuevo en la franquicia.
No te gustará si:
- Buscas un villano sorprendente o que vaya más allá del arquetipo.