Tom Holland no presentará los Oscar. Tampoco los nombres que habían sonado con más fuerza para la primera gala con maestro(s) de ceremonias en cuatro años: Steve Martin, Martin Short y Selena Gomez, los protagonistas de la serie Solo asesinatos en el edificio. Los rumores de que habría tres presentadores son los únicos que se han cumplido finalmente, pero nadie había especulado con las humoristas escogidas por la Academia: Amy Schumer, Regina Hall y Wanda Sykes presentarán la 94.ª edición de los premios un año de cine de la gala menos vista de la historia por culpa del coronavirus y la progresiva pérdida de audiencia de todas las entregas de premios de la industria del espectáculo.
La ballena blanca que todos ansiaban, el último Spider-Man del cine, ya había avisado en una entrevista con The Hollywood Reporter de que sus compromisos promocionales con Uncharted y la preparación para una miniserie de Apple TV+ se lo iban a poner muy difícil, aunque acabó reconociendo su voluntad de seguir los pasos de otras estrellas que se atrevieron a aceptar el reto como Hugh Jackman. "¡Por supuesto que sería el anfitrión de los putos Oscar! (...) ¿Qué clase de idiota sería si no quisiera aceptarlo? Si me lo piden, lo haría, y sería muy divertido. Realmente lo disfrutaría”.
Otro año será, siempre y cuando la Academia se dé cuenta de una vez que si quiere acceder a los grandes nombres de Hollywood para reflotar sus audiencias debe encontrar a su presentador con antelación por culpa de la apretada agenda de los actores más buscados de la industria. Cuando Antonio Banderas y nuestra Academia de Cine llegaron a un acuerdo para que el actor de Dolor y gloria presentara la gran noche del cine español, la noticia se hizo pública ocho meses antes de la celebración del evento. En los últimos años la Academia de Hollywood parece estar esperando al último momento. Hace unos meses Regina King, la encargada de abrir la gala el pasado año, reconoció que el productor Steven Soderbergh no se lo pidió hasta 24 horas del arranque de la ceremonia.
Este año las cosas se han vuelto a dejar para el final. Will Packer, el encargado de producir la gala este año, estuvo negociando con Jon Hamm (Mad Men) hasta días antes de anunciar a Schumer, Hall y Sykes como presentadoras. Chris Rock y Steve Martin, anfitriones en el pasado también rechazaron la llamada de la Academia. Martin era la opción favorita junto a sus compañeros en la serie de Hulu y Disney+, pero los problemas de agenda del trío impidieron que pudieran aceptar la oferta.
“La ceremonia de este año busca unir a los amantes del cine. Es oportuno que hayamos juntado a tres de las mujeres más dinámicas e hilarantes con estilos cómicos muy diferentes”, declaró Packer en un comunicado oficial que confirmaba la noticia adelantada ayer por Variety. “Sé que lo bien que se lo pasarán Regina, Amy y Wanda también se traducirá a nuestra audiencia. Tenemos muchas sorpresas preparadas. Esperad lo inesperado”.
La primera reacción en las redes sociales fue de decepción. Después de la desastrosa gala de 2021, lastrada por las restricciones del coronavirus, se esperaba que la Academia convenciera a nombres más importantes de hacerse cargo de uno de los retos más arriesgados de la industria hoy en día. Históricamente presentar los Oscar era un honor que ayudó a convertir en leyendas del humor a veteranos como Bob Hope, Billy Cristal y Whoopi Goldberg. En los últimos años la organización ha tenido más problemas para encontrar el anfitrión adecuado. El encargo no está particularmente bien pagado, exige semanas de preparación y las críticas con los que se atreven son mucho más feroces que antaño.
Schumer, Hall y Sykes no son, ni mucho menos, voces inexpertas en el campo del humor. En 2021 se cumplieron 5 años del final de Inside Amy Schumer, un hilarante formato de sketches que convirtió a su creadora y protagonista en una de las grandes promesas de su generación… hasta que dejó de serlo. Schumer hubiera sido una opción radical y brillante en 2015 o 2016. Cinco años después la humorista no goza de la popularidad de entonces, pero los Oscar pueden ser la oportunidad perfecta para revitalizar su carrera justo antes de estrenar La vida y Beth, su nueva serie para Hulu en Estados Unidos y Disney+ en España. ABC, la cadena que retransmite la gala al otro lado del charco, es hermana de corporación de ambas plataformas, así que el fichaje de Schumer también es una oportunidad promocional para la casa del ratón.
La experiencia de Regina Hall en la comedia se limita a la interpretación, con Plan de chicas (producida, precisamente, por Packer) y la saga Scary Movie como sus grandes éxitos en el género. La actriz de 51 años apareció en cuatro entregas de la saga de humor como Brenda, la compañera de aventuras y gags del personaje interpretado por Anna Faris.
Con 14 nominaciones al Emmy en calidad de actriz, guionista y productora, Wanda Sykes tiene una carrera de 35 años a sus espaldas. La humorista no es un nombre conocido fuera de Estados Unidos, aunque ha aparecido en series como Las aventuras de Christine, El show de Larry David, Black-ish y, recientemente, The Good Fight y The Other Two. Como guionista su gran éxito llegó en The Chris Rock Show. Sykes ha aparecido en numerosas listas de los mejores monologuistas de la historia, así que quizás sea la sorpresa que la Academia tanto necesita. ¿Atraerán los tres fichajes a todos esos espectadores que los Oscar se han dejado por el camino? El 28 de marzo saldremos de dudas.
La gala de los Oscar se podrá ver en la madrugada del 27 al 28 de marzo en Movistar Plus+.
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