El adolescente que cambió los videojuegos por buscar grandes felinos con su padre por todo el mundo
Andoni y Unai Canela se embarcaron en un viaje de cuatro años para encontrar a los felinos más grandes del mundo. Un proyecto que Unai empezó con 13 años y que ahora forma parte de Panteras.
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"Hemos visto un macho de leopardo enorme", explica emocionado el joven Unai de 14 años a su padre: "Nos estaba mirando fijamente, yo me he quedado eso". El felino acababa de pasar al lado del 4x4 con el que estaban recorriendo los caminos forestales de Sri Lanka. Cuando el animal pasó junto a ellos se detuvo para mirar con interés al grupo a través del follaje selvático. La suerte les acaba de sonreír después de días recorriendo la isla en busca de esta esquiva especie, pero no sería el último encuentro.
Tres años antes, durante un viaje a la Patagonia, la figura de un puma que se alejaba entre la niebla de la cordillera andina dio a Andoni Canela la idea de buscar a los grandes felinos de la Tierra con el objetivo de retratarles en su hábitat. El fotógrafo y periodista ha dedicado más de tres décadas a documentar animales por todo el mundo en su hábitat natural. En 2016 estrenó El viaje de Unai, una película documental candidata a los premios Goya del mismo año, capturando otro viaje familiar con el que recorrió siete continentes en busca de siete especies amenazadas.
"Mi forma de trabajo es muy artesanal, dependo de mis propios medios. Así que calculé que tardaría cuatro o cinco años en conseguir grabar todas estas especies de felinos", explica el fotógrafo y periodista. El tiempo alejado de casa y la soledad de quien hace de la espera su oficio le llevó a proponerle a su hijo Unai de 13 años que le acompañase. La idea consistía en hacer tres viajes al año, de un mes cada uno y compartir la experiencia, recorrer el mundo y perseguir leopardos, guepardos, tigres, linces y pumas a lo largo de cuatro continentes.
"Unai nació en los Pirineos y siempre ha estado en contacto con la naturaleza, cuando se lo propuse le encantó la idea". Así paulatinamente fue tomando forma Panteras, un largometraje producido por Wanda Vision y que nos convierte en testigos de un viaje apasionante. Lejos de formatos tradicionales y narraciones expositivas, la sorpresa y el descubrimiento se comparten a través de testimonios y conversaciones personales que evolucionan al tiempo que pasan los años. Un documental con las pantheras en su centro, el género que comprende a la mitad de los grandes gatos que viven en el planeta.
"Unai ha pasado un tercio de su vida viajando y realizando este documental", explica el fotógrafo y periodista, "es un valor añadido que no estaba tan previsto pero es muy emocionante ver los cambios de pelo, de gustos, de ropa, incluso las discusiones entre nosotros". Del niño de 13 años que mira con asombro a los grandes leones que recorren el parque natural de Masai Mara, hasta el joven de 17 que maneja la cámara y firma junto a su padre la dirección de fotografía de Panteras.
Un trabajo del que el documentalista destaca "la paciencia" como la única virtud a la hora de filmar estos animales. "A veces puede pasar un día entero hasta que tienes las imágenes". Tres décadas de oficio que han servido a Andoni para conseguir una amplia agenda de contactos y colaboradores en todo el mundo. El proceso es siempre el mismo: alquilar un todoterreno, viajar hasta las zonas donde se encuentran estas especies, acampar y —sobre todo— esperar. "Buscas los lugares donde sabes que van a beber o donde se alimentan y tienes paciencia", explica sobre un proceso que a veces puede durar semanas sin dar fruto alguno.
En 2020, padre e hijo se desplazaron hasta el Tíbet para retratar al leopardo de las nieves, uno de los animales más esquivos y desconocidos del reino de los felidae, el último tramo de un proceso empezado 4 años antes. Para llegar hasta ellos es necesario seguir el rastro de los carneros azules, las presas habituales de estas especies.
Tras tres semanas a cinco mil metros de altura, un ejemplar pasó a menos de 50 metros de la pareja, que no pudo tomar imágenes claras del animal. Meses más tarde volvieron a intentarlo. Esperaron un día entero sobre un saliente, esperando a que el animal bajase de una de las rocas, como un fantasma entre los cortados del Himalaya, mimetizándose entre el paisaje rocoso salpicado de nieve. "Las primeras imágenes las tomamos al amanecer y las últimas casi al final del día, en ese tiempo apenas se movió".
El interés por capturar a estas especies en su hábitat natural crece al tiempo que lo hace el peligro al que se ven expuestos. "Estos felinos actúan como bioindicadores, su presencia en un ecosistema significa que existe el hábitat puede albergarlos y mantenerlos, que hay una cadena trófica que los sustenta". En total en Panteras aparecen más de cien especies de reptiles, aves y mamíferos que componen la imagen global del mundo que estas especies habitan.
Jaguares que habitan humedales amazónicos de millones de kilómetros que se expanden durante las lluvias y que los convierte en cotos de caza de grandes cocodrilos; sabanas en Kenia donde los leones persiguen gacelas y gatos salvajes o pumas jugando con sus madres en las pampas doradas del Parque Nacional del Paine. Lugares en constante peligro de desaparición y sobre el que Canela apunta: "Si respetamos los tesoros artísticos de Europa también debemos respetar la biodiversidad. Esto es otra Notre Dame, es la vida en la tierra".