Sunny Leone, de actriz porno a estrella de Bollywood
La que fuera musa del cine de adultos se ha transformado en una de las celebridades más importantes de la India y una inspiración para las jóvenes.
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La India tiene a Ghandi, al Taj Mahal, el yoga y el Ganges. Pero todos estos símbolos no son nada comparados con Sunny Leone. Puede que su nombre no les suene de nada, pero seguro que a muchos sí lo hará su cara. Leone ha triunfado profesionalmente en el mundo del porno y se ha convertido en el rostro más mediático del país. Un lugar en el que el sexo sigue siendo un tabú y los matrimonios son un mero contrato, pero que ha aceptado a la intérprete de cine adulto con los brazos abiertos. Para ello Sunny Leone ha tenido que hacer un lavado de cara y convertirse en una cantante y actriz seria. Bollywood le ha abierto sus puertas y ahora mismo ella es un ejemplo de libertad para todas las jóvenes, que son más que conscientes de su pasado y lo valoran como una muestra de libertad en un país que la necesita.
La vida de Leone daba para una película, y el realizador indio Dilip Mehta lo tenía claro. Este ejemplo de renacimiento que ha reivindicado el feminismo en una industria como la del cine X es el hilo conductor de Mostly Sunny, el documental que ha presentado en SEMINCI y que pone a su protagonista a hablar de su vida, así como a sus amigos. La familia es la gran ausente. Sus padres fallecieron sin aceptar a su hija y sus tíos y primos cuelgan el teléfono cuando se les pregunta por aquella niña que nació con el nombre de Karenjit Kaur Vohra pero que se le cambió por ese Sunny que pegaba mucho más con la industria del porno. Un nombre que no cogió al azar y que es el nombre de su propio hermano, el único que la apoyó en su decisión.
Karenjit nació en Sarnia, Ontario, pero sus padres eran indios y fue criada bajo las normas del sijismo y en una escuela católica. Su educación estuvo siempre marcada por la religión. Iban al templo sij todos los días y practicaban sus cultos. A los 13 años la familia se muda a California, y es allí donde su vida cambiará para convertirse en Sunny Leone. Un encuentro fortuito con un fotógrafo de la revista Penthouse terminó con ella desnuda en su portada con veinte años. Leone no se corta, y aunque intenta mostrar su inocencia y se note que actúa delante de la cámara, reconoce que lo hizo por un sólo motivo: el dinero. Pronto las fotografías en publicaciones para adultos darían paso al cine porno.
La joven, con su aspecto angelical y sus rasgos indios, revolucionó la industria. Rápidamente se convirtió en una celebridad en EEUU y, como ella se encargaba de airear sus orígenes en cada entrevista, también en India. “Hemos inventado el Kamasutra y a Sunny Leone”, dice un periodista indio orgulloso al comienzo del documental mientras se muestra preocupado porque eso no tenga una repercusión en la sociedad. No hay educación sexual, el tema sigue estando prohibido y hasta las autoridades han mostrado su descontento porque una figura como la de Leone se haya convertido en una estrella mediática.
La actriz vio en Bollywood un mercado potencial y planificó una estrategia comercial para su regreso. Se acabó el sexo explícito, ella quería triunfar como intérprete seria. Su entrada en la industria india se produjo gracias a reality shows como Gran Hermano, donde arrasó y llamó la atención de productores que la ofrecieron sus primeros papeles. Siempre como mujer despampanante y ligera de ropa, pero ya había entrado. Lo curioso es que nunca ha renegado de su pasado ni se ha cambiado el nombre. Sabe que aunque no se diga todos conocen lo que ha hecho y es admirada por ello.
La forma en que la sociedad de a pie ha aceptado a Sunny en su vida hace que esta sea optimista hacia un aperturismo del país. De momento las adolescentes quieren ser como ella. Mostly Sunny muestra a jóvenes modernas que rompen con el prejuicio de la mujer india tradicional y ellas lo tienen claro: Leone es un ejemplo. Hace lo que quiera y cuando quiera. Ella tiene el poder y las mujeres quieren que no sea una excepción.
Para ello tendrán que luchar contra un sector de la sociedad india que sigue viviendo bajo el yugo de las tradiciones y las normas religiosas. Gente que piensa que Sunny Leone y el porno son las culpables del alto índice de violaciones en la India, en vez de preocuparse por educar sexualmente a sus chavales. Por desgracia ese puritanismo parece contagiarse hasta a la propia actriz, que ha manifestado su descontento con el documental: “Espero que no se estrene en India, porque esa historia no es la mía. Eso es la visión y la opinión de una persona. Nadie tiene derecho a contar tu vida excepto tú”, argumentaba la actriz al medio local PTI. La rebelde que se convirtió en todo un emblema se ha domesticado.