Crítica: 'New Look', un elevado drama histórico sobre la moda como salvación y refugio en tiempos de crisis
La serie de Apple TV+ revela cómo Christian Dior y Coco Chanel, entre otros, lidiaron con los horrores de la Segunda Guerra Mundial y crearon la moda moderna.
14 febrero, 2024 18:05Ambientada en la fría y desoladora Francia ocupada y en el mundo de la alta costura, New Look se sitúa en los últimos albores de la Segunda Guerra Mundial, cuando los nazis aún campaban a sus anchas por las calles de París. En este contexto, la miniserie de Apple TV+ plantea lo que ocurría por aquel entonces con dos grandes nombres de la moda: Christian Dior y Coco Chanel.
Eran otros tiempos, en los que la política mundial y el futuro de un país se negociaban en un restaurante y en los que quizá no sería recomendable del todo que te vieran acompañado del enemigo o, más bien, que te codearas con personas como los nazis -si es que se les podía considerar como tal-.
Al otro lado del salón en medio de un baile, Christian Dior (Ben Mendelsohn) descubre a Coco Chanel (Juliette Binoche) dejándose mecer en brazos de un oficial nazi. La guerra fue un desastre para todos entonces, pero ellos dos recorrieron caminos radicalmente opuestos. Los cuales, aunque quizá no sería correcto juzgar con los ojos del presente, sí que sirven para arrojar un poco de luz en una era dominada por la crispación y la tan manida polarización.
Si bien la serie plantea desde un principio que será una reflexión sobre cómo la moda fue la válvula de escape e incluso la salvación o un refugio para muchas personas en esa época, lo cierto es que no se centra en el lado artístico de Chanel o Dior. En su lugar, la serie de Todd A. Kessler aborda lo que ocurría entre bastidores, explorando el impacto que tuvo el contexto en estas dos personas y cómo esto influyó en su evolución como diseñadores. En definitiva, demuestra cómo “ayudaron a devolver el espíritu y la vida al mundo” tras la Segunda Guerra Mundial.
Más cerca de retratar el lado personal que de detallar cómo se hicieron un hueco cada uno en las complejidades de la alta costura, New Look habla de las batallas que libraron Chanel y Dior por separado, y de cómo sus decisiones e implicaciones condicionaron el lugar que ocuparon. En esto, Todd A Kessler (Los Soprano) sabe tejer las vidas de ambos personajes, cuyas vivencias fueron tan diferentes como sus propios estilos la hora de diseñar.
A partir de aquí, el trabajo queda en manos del elenco que, como no podía ser de otra manera, hace un trabajo formidable a la hora de interpretar a los protagonistas. Ben Mendelsohn da vida a Dior, un hombre tranquilo y amante de su trabajo que vive atormentado, pensando que sus vestidos los llevan las esposas de los oficiales nazis mientras el resto de franceses pasan hambre. Por no hablar de que su hermana menor Catherine (Maisie Williams) forma parte de la resistencia y organiza reuniones clandestinas.
Y después está Juliette Binoche en el papel de Chanel. A menudo, se suele suavizar y disculpar a la legendaria diseñadora, que en realidad era una mujer ácida y sin pelos en la lengua que además fue precursora del estilo de vestir andrógino. Sin embargo, la visión de Binoche no invita a empatizar con ella, y esto se debe a su forma de acoger todas las contradicciones que tenía, mostrándola como una mujer fascinante y vulnerable con muchos defectos que también hizo lo que pensó que era lo que podía para poder sobrevivir.
Puede parecer sencillo pensar que era una mujer en un mundo de hombres, pero la serie no deja escrito ningún veredicto o juicio sobre ella, sino que presenta los hechos para que seamos nosotros quienes formemos nuestra propia opinión si queremos. En ese momento, Chanel sabía que tenía la fama suficiente para que los nazis la tomaran en serio, pero también era consciente de que sus manos nunca estarían del todo limpias.
No obstante, quitando el obvio protagonismo de Mendelsohn y Binoche, la verdadera estrella de New Look es Maisie Williams (Juego de tronos). Los tres episodios en los que tiene un papel central son los más desgarradores de la serie, que quizás pierda algo de fuelle a medida que avanza la trama y se abandona el contexto de la Segunda Guerra Mundial.
En todo momento, New Look profundiza en las complejidades morales que implica vivir en una ciudad ocupada, tratando de mostrar que no es justo observar la historia desde la mirilla de las libertades que damos por conquistadas hoy y logrando que nos planteemos en qué consiste realmente el colaboracionismo.
Puede que en esa época solo destacara el color gris y el dolor, pero también había un pequeño espacio para el aroma del perfume y los vestidos de colores o telas brillantes. Y aunque sea una serie que se diluye el tema de la moda para abarcar más bien lo que se esconde tras las máquinas de coser, no deja por ello que parezca menos interesante o entretenido el lado más sofisticado que se ocultaba bajo la cruel Europa que le tocó habitar la sociedad del siglo XX.