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Según la International Agency for Research on Cancer (IARC), en 2020 se diagnosticaron aproximadamente 18,1 millones de nuevos casos de cáncer en el mundo. Uno de ellos fue el de Robert Hernando, padre de dos hijos y declarado amante de la escritura. Tras ser diagnosticado de cáncer y sufrir cinco recaídas, ha mantenido la enfermedad a raya durante 14 meses.

"Recuerdo bien el día que empecé con los dolores porque es el de mi cumpleaños. Estaba bajando a Andorra cuando, antes de llegar a la frontera, estornudé fuerte y se me partió una costilla", recuerda a EL ESPAÑOL. Eso fue el 23 de agosto de 2020; en noviembre de ese mismo año, Hernando recibió la noticia: padecía de mieloma múltiple, un cáncer hematológico.

"Es una enfermedad declarada como incurable y que afecta directamente a los huesos, provocando multitud de lesiones. Es especialmente doloroso", relata el escritor. La incidencia de esta enfermedad en España está entre 2,5 y 3,5 casos por cada 100.000 habitantes. Se estima que el pasado año murieron 1.970 personas a causa del mieloma múltiple en España. "Gracias a los avances científicos hay personas que sobreviven con la enfermedad cronificada, pero todavía no se ha dado con la tecla para su curación".

Debido a dicho estornudo, Robert fue diagnosticado de un esguince intercostal. Sin embargo, tiempo después recibió una llamada de su médico. "Me dijo que no estaba acostumbrado a dar este tipo de noticias y que lo sentía mucho", rememora Hernando. "Fue justo cuando entraba a Mercabarna a trabajar de director de mantenimiento y recuerdo que veía pasar las carretillas de frita, gente entrando a los bares, hablando por teléfono como si no pasara nada. La vida seguía igual para todo el mundo cuando a mí me acababan de dar una noticia tan terrible".

A partir de ese diagnóstico, la vida de Robert dio un giro de 180 grados. Su rutina se trasladó a los hospitales, a vivir cada momento lo máximo posible. "He pasado tres de mis últimos cumpleaños ingresados, dos de mi hija, y tuve que ir a su comunión enchufado a una máquina para poder respirar", afirma el escritor. "Con el autotrasplante hay personas que logran estar cinco o seis años con el cáncer parado, a mí me volvió a salir a los seis meses". Incluso admite haber estado cerca de "irse al otro barrio" varias ocasiones por una sepsis o una neumonía bilateral.

Los médicos no lograban dar con la tecla para controlar su enfermedad, un momento que Robert recuerda con mucho dolor: "He sufrido cinco recaídas, es terrible que te digan una y otra vez que los tratamientos o ensayos no funcionan contigo". Sin embargo, Hernando todavía mantenía la esperanza de seguir adelante por sus hijos Robert y Gala, por llevar a cabo sus proyectos y continuar sus novelas. "Una vez leí que para vivir muchos años hay que tener muchos proyectos y me agarré a eso".

Tiempo después, los doctores Albert Oriol y Laura Abril, del hospital Can Ruti de Badalona, le ofrecieron un nuevo ensayo con el que lleva manteniendo la enfermedad a raya durante 14 meses. "Fui el primero en recibirlo en España, era como un conejillo de indias, pero aquí me tienes dando guerra", rememora Hernando.

El día de después

El cáncer marcó un antes y un después en la vida de Robert, quien vio necesario plasmar su batalla con el cáncer en un libro titulado El cáncer partido a partido, firmando el empate. "Pensé que si no puedo ganarle, ¿qué pasa si el cáncer y yo empatamos? Yo no me muero y él sigue aquí dando por culo. Mi única prioridad es seguir vivo, aunque eso acarree un sufrimiento vital muy duro", asegura el escritor.

Además, Robert reconoce cómo es un libro que le costó escribir pero le ha dado muchas satisfacciones, entre ellas que fuese un éxito de ventas y llegase a celebridades como Marc Márquez, Jorge Valdano, Susanna Griso o el propio Cholo Simeone. "Cuento mi experiencia sin tapujos y con mis anécdotas divertidas". De hecho, el escritor confiesa que muchos lectores le han llegado a escribir para decirle que no han podido pasar de la página 25 por la dificultad y emoción del relato.

Robert junto a su libro. Cedida

Hoy Hernando lleva más de un año con el mieloma múltiple controlado, pero sigue sufriendo los estragos de la enfermedad: "Arrasa con todo y aunque lo logren parar si lo has tenido muy agresivo, los dolores permanecen. Tengo los huesos llenos de lesiones líticas, las costillas como cristales y no puedo hacer ni deporte ni fuerza ni gestos raros", reconoce Robert.

Más allá de los dolores, el escritor admite que el cáncer "le ha hecho mejor persona". Debido a su enfermedad se dedica a ayudar a personas que lo necesitan, dar charlas en empresas o entidades e incluso el año pasado logró reunir más de 16 mil euros en una campaña con otros seguidores del Espanyol, equipo del que es fanático. "Estas cosas dan sentido a mi vida y me proporcionan objetivos que cumplir para seguir activo y seguir viviendo a pesar de que el cáncer siempre se encarga de recordarte que sigue ahí", apunta Robert.