Ana Díaz y Carlos Expósito, la pareja de loteros que más dinero reparte en España: más de 6 millones en 2024
Él de Mallorca y ella, de El Puerto de Santa María, hace justo un año abandonaron Baleares y se lanzaron a dirigir una administración de Lotería: a las 3 semanas de abrir repartieron 2,3 millones de euros del Gordo de la Bonoloto.
Hasta hace poco más de un año, Carlos Expósito y Ana Díaz vivían en Mallorca. Ella, camarera de hotel desde los 17 años. Él, mecanico de helicópteros de servicios de contraincendios. Él, de Palma. Ella, de El Puerto de Santa María. Pareja joven, sin hijos. Pero con una perra de aguas, Lola, y un gato, llamado 'Cai', como reflejo de la añoranza que sentía ella por su tierra. "A mí me gustaba Cádiz. Y ella quería volver", explica Carlos. Ya llevaban cuatro o cinco años barajando abrir una administración de loterías. Hoy la tienen: 'La Lola de Cai', que ha repartido nada más y nada menos que más de 6 millones de euros en premios. Además, han sido nombrados Loteros del Año.
La cosa es que hace cuatro años convinieron que querían abrir un negocio propio y que una administración de loterías sería lo ideal. Y ahí se quedó la idea, macerando. Hasta que encontraron un traspaso acorde a sus posibilidades y se lanzaron. Abrieron en septiembre de 2023.
"Yo miraba administraciones en Mallorca", cuenta Carlos. Pero un día, "me dio por mirar en Cádiz. Yo venía en Carnavales, en Navidad... y me hacían los ojos chiribitas. Porque el lugar es maravilloso: la gente, el clima, todo. Lo peor que tiene es el trabajo. Pero con una administración lo tendríamos solucionado". Sobre todo, Ana. Un par de meses antes de abrir la administración se operó de los dos túneles carpianos, "de sostener las bandejas". Fue ahí cuando se decidieron. Porque Carlos, que es mecánico de helicópteros antiincendios, continúa trabajando con la misma empresa. Los días que libra, se queda en la administración.
Tras el esfuerzo económico de afrontar el traspaso "y de remodelar el local para que cumpliera con los criterios actuales", abrieron la administración en San Fernando (Cádiz). A las tres semanas, "el 17 de octubre" les mandó un mensaje un compañero lotero. Y luego les llamaron de la delegación. "No sabíamos por qué nos avisaban. Luego nos enteramos que en la intranet de los loteros se sabe dónde toca cada premio. Y es que habíamos dado el Gordo de la Bonoloto", explica Ana. Dos millones trescientos cincuenta y tres mil doscientos doce euros.
A los cuatro meses llegó la Navidad... y su sorteo. "Como esa es la fecha más especial para los loteros, de Mallorca vinieron mis padres. Mi madre estaba convencida de que íbamos a repartir algo". La administración estaba abierta. "De pronto salió un quinto premio. En ese momento dijo un cliente que el número acababa en 53 y que nosotros llevábamos uno acabado en esas dos cifras. Casi de inmediato, empezó a sonar el teléfono. "Buenos días. Les llamo de Loterías y Apuestas del Estado..."
Ana salió a la calle, se arrodilló y se echó a llorar.
El número era el 45.353. "Era el que vendíamos cuando nos pedían uno, sin especificar. Lo teníamos al lado de la ventanilla", recuerda Ana. Así vendieron 248 décimos, a seis mil euros el décimo. En total, casi un millón y medio de euros. "Eso es especialmente bonito. Dar un premio. Y además ese, que estuvo muy repartido. Nunca había caído un premio tan grande en San Fernando".
Los dos sonríen, se miran y emocionan otra vez. Y entre risas, recuerdan que ese día por la mañana, Ana se despertó y se dio cuenta de que se había puesto el pijama al revés. "No te lo quites", le dijo su suegra. Y Carlos, mientras llegaba a la administración, pisó una caca de perro. "A ver, que no. Que no puede ser. Pero oye, son las señales que dicen que son las que dan suerte, ¿no?".
Anécdotas y cariño
Hoy es uno de los días en los que Carlos está en frente al negocio. Llega con la perrita Lola para atender a EL ESPAÑOL y la clientela los saluda con cariño. Tiene una anécdota divertidísima con la perra, Ana y el nombre de la administración. "La gente se creía que Ana se llamaba Lola, por el nombre de 'La Lola de Cai', porque claro, Ana es de aquí. Por eso, un día, una clienta me preguntó por Lola. Yo le dije que estaba dentro, roncando. Y me dijo: hijo, no hables así de la chiquilla, que es tu mujer".
Para que "no nos relajáramos", siguen contando entre risas, les ha premiado con la distinción Loteros del Año 2024. "Eso, muy agradecidos porque "nos hizo mucha ilusión. Es un empuje a los loteros, porque nos dan algo también. Y es un reconocimiento, porque detrás de una administración de lotería hay mucho trabajo. La suerte es la suerte, pero el trabajo es el trabajo. El de la lotería de Navidad, por ejemplo, comienza en verano", indican.
Y no, no se han relajado. Este 31 de agosto han vuelto a dar otro Gordo de la Bonoloto: dos millones ciento veinticuatro mil trescientos veintinueve euros."Los premios te dan publicidad, es verdad", admiten. Porque ya hay quienes los comparan con administraciones míticas como El Gato Negro, Doña Manolita o La Bruja de Oro.
Tanto premio y tanta suerte repartida hacen que las colas de clientes lleguen hasta la mitad de la calle. Por nivel de ventas, "que han subido mucho, tanto por internet, como el intercambio con otras administraciones, como las ventas físicas", ya les correspondería una segunda ventanilla, que han pedido. "Sobre todo, por las colas y las personas mayores, que no pueden estar mucho tiempo de pie". Eso sí, "el trato que nos está dando la gente es el mayor premio para nosotros. Lo que te llena de verdad es el cariño que nos dan".