Un hombre consumiendo alcohol.

Un hombre consumiendo alcohol. Efe

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"Yo me enganché con 14 años": ya hay tres millones de personas que mueren por el consumo de alcohol

El 4,7% de los decesos mundiales se deben a esta causa. EL ESPAÑOL ha hablado con Agustín, un exacohólico que estuvo más de 30 años bebiendo. 

5 julio, 2024 02:30

"Perdí mi dignidad por culpa del alcohol. Dediqué casi toda mi vida a él. Yo era autónomo, y esta adicción hizo que dejara de cumplir con mis labores. A veces llegaba borracho o 'contentillo' a trabajar, a veces iba de resaca... y los días que iba bien sólo pensaba en acabar cuanto antes para irme ya a beber". 

Este es el testimonio de Agustín, un hombre de 68 años que empezó a tomar alcohol de manera habitual a los 14. Desde ese momento, desarrolló una "dependencia muy severa", que le ha secuestrado su vida durante más de 30 años. "Para mí volver a casa siempre era la última opción. Yo sólo pensaba en seguir". 

Como él, se estima que hay 237 millones de hombres y 46 millones de mujeres en todo el mundo que padecen trastornos por consumo de alcohol. Según un nuevo informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), casi tres millones de personas mueren debido a esta causa, lo que supone el 4,7% de los fallecimientos totales. 

Ahora, gracias "a la ayuda de la medicina", combinada con terapias grupales y con un gran apoyo de su mujer y sus dos hijas, Agustín lleva ya 20 años sin probar ni una gota. Hoy habla con EL ESPAÑOL para hablar de su adicción, del proceso de recuperación, y de cómo ha acabado siendo el secretario general de Alcohólicos Anónimos. 

"Empecé a beber para ser otra persona"

Agustín empezó a trabajar como cristalero con 14 años. Corría el año 1970. "Por aquellas el consumo de alcohol a cualquier edad estaba muy normalizado. Era algo común que el oficial dijera a los camareros del bar donde hacíamos el descanso 'venga, ponedle un vino al chaval'. No había ningún tipo de restricción", cuenta. 

Agustín se describía por aquellas como un chico "muy tímido y muy callado", que encontró en el alcohol 'la vía fácil' para afrontar todas sus inseguridades. "Fue entonces cuando me di cuenta de que el alcohol me hacía ser otra persona. Era más divertido, más atrevido... y me gustaba más siendo así. Desde ese momento, estuve una vida entera bebiendo". 

Agustín prefiere no desvelar su identidad.

Agustín prefiere no desvelar su identidad. Cedida

Esa persona mucho más segura que la bebida sacaba a relucir, poco a poco se fue desdibujando, dando paso a un ser "completamente egoísta", que dejó a Agustín prácticamente solo. "El alcohol te convierte en un ser solitario. Empecé bebiendo en grupo y acabé bebiendo solo. Yo veía cómo los demás se tomaban la última y se marchaban a casa. Yo no, yo sólo pensaba en dónde tomarme la siguiente".

Así transcurrieron 16 años de la vida de Agustín. Estaba casado, tenía planes de formar una familia, y con 30 su cabeza hizo 'click'. "Me di cuenta de que tenía un problema. Acudí al médico y a un psiquiatra, y con su ayuda conseguí estar cinco años sin beber. Pero al cabo de un tiempo... volví". 

La recaída 

Agustín tenía ya 30 años, y llevaba cinco limpio, cuando los fantasmas del pasado volvieron a aparecer. Su alcoholismo le había sumido en una profunda depresión, volvía a sentirse inseguro, en casa era un desastre... y no concebía una vida sin beber.

En un momento de debilidad, en parte impulsado también por la creencia de que podría controlarlo, volvió a tomarse una copa. Pero trascurrieron una detrás de otra, y recayó de nuevo en la adicción.  

"Yo siempre lo comparo con el tabaco. Para dejar de fumar, no tienes que volver a coger un cigarro en tu vida, porque entonces no lo dejas nunca. Yo cometí el error de pensar que podría parar, pero no fue así", confiesa. 

"El alcohol no te destroza sólo la salud físicamente", sino que te mella completamente la autoestima. A Agustín le dejó 'hecho polvo', pero esto es algo que no solamente sufren los adictos, sino también su entorno

"Para mis hijas, pero sobre todo para mi mujer, fue muy duro también. Lo pasaron ellas mucho peor que yo. Al final es frustrante, porque quieres ayudar a una persona que ves que tiene un problema y te das cuenta de que no puedes. Y conmigo fue difícil, porque yo no ponía absolutamente nada de mi parte", cuenta.

Fue iniciativa de su mujer, que también acudió a terapia de grupo para familiares de personas adictas, que Agustín entrara en las reuniones de Alcohólicos Anónimos. "Ella consiguió entender que lo que yo tenía era un problema real, y que era complicado salir. Pero gracias a su decisión y su apoyo, lo conseguí. Y ya hace 20 años que no bebo".

Un dolor que une

En su primera reunión en Alcohólicos Anónimos, Agustín encontró por fin un espejo en el que mirarse. En esta asociación, salvo el personal de oficinas, todos los voluntarios son exalcohólicos que se prestan a organizar terapias grupales donde ellos mismos, junto con los adictos, cuentan su experiencia con el alcohol. 

"Allí pude conocer a gente que me entendía, que compartía mi dolor, y veía a voluntarios que contaban su experiencia, cómo habían recuperado su vida y cómo habían superado su dependencia y yo decía, 'quiero ser como ellos'", explica. 

Y 'ellos', son muchos. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), en el año 2020 (últimos datos disponibles), un 74,6% de hombres de 15 y más años ha consumido alcohol en los últimos doce meses.

En mujeres alcanza el 56,8%. Según grupos de edad, el porcentaje más elevado corresponde al grupo de 25 a 34 años (80,6% en los hombres y 64,7% en las mujeres). Según el mismo informe, los hombres beben alcohol con más frecuencia que las mujeres.

Un 19,7% de los hombres bebe alcohol todos los días, frente al 5,9% de las mujeres. A pesar de estas cifras, Agustín asegura que lo que más ha incrementado en Alcohólicos Anónimos en los últimos años son las mujeres y los jóvenes. "Ahora hay una manera distinta de vivir la vida. Cuando yo entré, las mujeres estaban más en casa. Ahora es distinto", asegura.

Agustín hace ya dos décadas que dejó de pertenecer a estas cifras, pero en una sociedad que dice "normaliza completamente el consumo de alcohol", admite que nunca podrá ser "un bebedor social". "Soy consciente de que en el momento en el que vuelva a probar una gota, mi adicción se disparará de nuevo", confiesa. 

20.000 personas al año mueren en España

Actualmente, Agustín sigue en Alcohólicos Anónimos, pero ahora, lejos de ser el que se rehabilita, es el que ayuda a los demás. "Decidí quedarme para ayudar a los demás ahora que ya lo he superado. Quería prestar mi experiencia a la comunidad y, hoy por hoy, soy el secretario general". 

Será un cargo que ocupará sólo 4 años. "Es algo que va rotando". Pero aún así, le queda mucho tiempo por delante en la asociación. "Es un problema del que la gente no es consciente de la dimensión que tiene", asegura.

No le falta razón. Según datos de la Sociedad Científica Española de Estudios sobre Alcohol, Alcoholismo y otras Toxicomanías (Socidrogalcohol), 20.000 personas mueren al año en España a causa del consumo excesivo de alcohol

Desde la misma sociedad, aseguran que son necesarias las políticas públicas para poder hacer frente y limitar el consumo de alcohol, que suele ser la puerta de entrada al consumo de otras sustancias (policonsumo), además de la primera droga que consumen los menores de edad en nuestro país.

Agustín tiene claro que la cura para esto "es la terapia y la medicina", aunque no cree que, realmente, el alcoholismo se vaya del todo. "Yo mañana me bebo una copa y en nada estoy otra vez como estaba. Yo estaría bebiendo todos los días, engañando, mintiendo y justificándome, pero ahora tengo la fuerza para no hacerlo". 

Asegura que alguien que no lo ha sufrido podrá tomarse una cerveza e irse a casa. Ellos no. Comparte una reflexión de un compañero, que dice que "yo soy un exborracho, pero alcohólico seré toda la vida"