Sin la Constitución “no hay paz ni libertad”: la frase que une el último discurso del Rey y el del 3-0 de 2017

La expresión está prácticamente calcada del mensaje que ofreció el 3 de octubre de 2017, dos días después del referéndum independentista que se celebró de forma ilegal en Cataluña. “A los ciudadanos de Cataluña –a todos− quiero reiterarles que desde hace décadas vivimos en un Estado democrático que ofrece las vías constitucionales para que cualquier persona pueda defender sus ideas dentro del respeto a la ley. Porque, como todos sabemos, sin ese respeto no hay convivencia democrática posible en paz y libertad, ni en Cataluña, ni en el resto de España, ni en ningún lugar del mundo”, expresó entonces. 

Las circunstancias eran tan distintas que el tono y la forma de aquella alocución difieren con el de esta Nochebuena. Aquel 3 de octubre, el Rey también compareció a las 9 de la noche. Pero lo hizo sentado en un despacho, con postura de hombre de Estado, acompañado únicamente de un ordenador, unos folios y las banderas de España y la Unión Europea. “Buenas noches, estamos viviendo momentos muy graves para nuestra vida democrática”, se presentó entonces, con rostro serio. Y durante seis minutos se lanzó a desgranar de forma muy directa las decisiones de los dirigentes independentistas que habían “incumplido la Constitución y su Estatuto de Autonomía”.

En las también tradicionales reacciones al discurso de Nochebuena, este día de Navidad el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, comparó un mensaje y otro. “Todavía resonaban aquellas palabras del 3 de octubre del 2017, aquella fecha en que los pocos lazos que tenía la Monarquía aún con algunos catalanes y catalanas se rompieron", dijo el dirigente de Esquerra Republicana de Catalunya en una ofrenda floral ante la tumba del expresidente de la Generalitat Francesc Macià, con motivo del 90 aniversario de su muerte. Para Aragonès, “la mejor muestra” de que el Rey estaba poniendo una coda a su intervención posterior al referéndum ilegal de 2017 es que “la derecha y la extrema derecha lo aplauden” ahora.

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Lo cierto es que aquel 3 de octubre Felipe VI no se andó con rodeos. Era una intervención de urgencia, para advertir de que los dirigentes independentistas habían “pretendido quebrar la unidad de España y la soberanía nacional”, dijo. Sólo hubo seis referencias explícitas a la Constitución o al marco constitucional por las 18 que pronunció esta Nochebuena. Sin embargo, en uno y otro momento la defensa de la Carta Magna como única garantía de la convivencia fue el verdadero eje que articuló sus alocuciones. 

Al margen de su enmienda a las decisiones tomadas por la Generalitat, entonces presidida por Carles Puigdemont, el Monarca recurrió al cumplimiento estricto de la Constitución como única alternativa para volver a un marco de convivencia. Felipe VI les recordó a los catalanes que “en la España constitucional y democrática, saben bien que tienen un espacio de concordia y de encuentro con todos sus conciudadanos”. 

Mientras, en lo relativo a las instituciones y la propia Corona, manifestó que “es responsabilidad de los legítimos poderes del Estado asegurar el orden constitucional y el normal funcionamiento de las instituciones, la vigencia del Estado de Derecho y el autogobierno de Cataluña, basado en la Constitución y en su Estatuto de Autonomía”. Aquel discurso fue muy criticado por el universo independentista, ya que consideraron que el Rey no mostraba ningún tipo de empatía con sus demandas y se limitaba a salvaguardar la unidad de la nación sin ofrecer concesiones a quienes habían respaldado la convocatoria de un referéndum. 

Las palabras del jefe del Estado, sin embargo, recuerdan de nuevo a las expresadas la pasada Nochebuena. “Todas las instituciones del Estado tenemos el deber de conducirnos con la mayor responsabilidad y procurar siempre los intereses generales de todos los españoles con lealtad a la Constitución. [...] Debemos respetar también a las demás instituciones en el ejercicio de sus propias competencias y contribuir mutuamente a su fortalecimiento y a su prestigio”, aseveró. 

[Los seis mensajes más rotundos del Rey en su discurso del 3 de octubre contra el golpe en Cataluña]

En esta ocasión, muchos vieron una defensa velada de Felipe VI al poder judicial, tras las acusaciones del independentismo a los magistrados por haber lanzado una supuesta campaña política contra ellos. El famoso ‘lawfare’. En 2017 se trataba más bien de imponer el cumplimiento de la ley, que había quedado vulnerada. 

Mensaje del Rey el 3 de octubre de 2017

"Saldremos adelante"

En ambos momentos el Rey se despidió también de una forma similar: 

- 2023. “España seguirá adelante. Con determinación, con esperanza, lo haremos juntos; conscientes de nuestra realidad histórica y actual, de nuestra verdad como nación. En ese camino estará siempre la Corona; no solo porque es mi deber como Rey, sino también porque es mi convicción”.

- 2017. “Son momentos difíciles, pero los superaremos. Son momentos muy complejos, pero saldremos adelante. Porque creemos en nuestro país y nos sentimos orgullosos de lo que somos. Porque nuestros principios democráticos son fuertes, son sólidos. [...] Termino ya estas palabras, dirigidas a todo el pueblo español, para subrayar una vez más el firme compromiso de la Corona con la Constitución y con la democracia, mi entrega al entendimiento y la concordia entre españoles, y mi compromiso como Rey con la unidad y la permanencia de España”.

El Rey esta Nochebuena Casa Real

También entonces desde Cataluña se le reprochó que no pronunciara siquiera unas palabras en catalán. Esta Nochebuena sí que cerró su discurso felicitando a los españoles en todas las lenguas oficiales: “A todos, Feliz Navidad, Eguberri on, Bon Nadal y Boas festas. Muy buenas noches; y Feliz y próspero año 2024”.

Son momentos diferentes en tiempos distintos. La intervención del 3 de octubre de 2017 fue la de un jefe de Estado ejerciendo casi de Mando Supremo de las Fuerzas Armadas, alertado por una amenaza real de independencia de una parte de su territorio. Las palabras desde el salón de su casa en el Palacio de la Zarzuela de esta Nochebuena eran las de un Rey que hablaba a todos los españoles, aunque desde el principio dejó claro que se dirigía a unos más que a otros. Hablaba mirando a Moncloa y a la plaza de San Jaime de Barcelona, sede de la Generalitat.

No hubo referencias explícitas a la amnistía. Pero el recurso a la Constitución como elemento vertebrador de un mensaje de poco más de 10 minutos antes de la cena recordó, en efecto, a esa aparición de urgencia el 3-O de 2017.