"Un periodista influye mucho en las mentes. No nos damos cuenta de la posibilidad que tienen las palabras que escribimos o decimos para convencer a la gente que nos escucha. El periodista trabaja en la mente de la gente". Lo dijo Pepe Domingo Castaño (Padrón, A Coruña, 8 de octubre de 1942) en EL ESPAÑOL y lo hizo, durante años, en las ondas de la radio española hasta el día de su muerte, este domingo 17 de septiembre de 2023.
En el primer domingo sin estar en el estudio, el locutor gallego convirtió las despedidas en "¡¡hola, hola!!", el fútbol en algo más que un deporte secundario, la tristeza en anécdotas y los minutos de silencio en una petición: "Pepe, ¿un purito?".
Cosas de la vida, en el primer domingo sin Pepe Domingo, su voz sonó más que nunca en las ondas. Un aficionado mandó un audio inédito a Tiempo de Juego en el que se le escuchaba iniciar una nueva etapa allá donde quiera que esté. Tras decirle "hola, hola" a San Pedro, la cuña dejaba claro: "Aquí comienza Tiempo de Cielo. El de la cadena... Pepe".
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El inicio de Tiempo de Juego sin Pepe dejó voces rotas. La primera, la de su "primer hijo" y luego "hermano", Paco González, que estaba en una sala aislado antes de que comenzara el programa. Se le quebró la voz. No logró hablar en las ondas en todo el día. Solo Juanma Castaño consiguió que, ya en lunes, volviera "la otra mitad de Pepe Domingo".
Lama trataba de tirar del carro desde los primeros minutos, recordando que Castaño hubiera querido un programa alegre y feliz. Sin embargo, a sus compañeros se les convertía la voz en sollozos recordando sus "hola, hola" y erizaban la piel de los oyentes.
El inicio de TJ
"Hola, hola, Tiempo de Juego", comenzó el programa dirigido por Heri Frade a las 12 de la mañana. Con la frase de Pepe, pero sin la voz de Pepe y, obviamente, sin la vitalidad, imposible de conseguir en un día tan señalado. "Tenía pensado decir hola a secas, pero Manolo Lama me ha convencido, nos ha convencido, de que hoy más que nunca, en el primer día de la radio sin Pepe, en nuestro primer día de la vida sin Pepe, había que usar su grito de guerra".
"Aunque a mí gritar, Manolo, no me sale. José Domingo Castaño Solar falleció este domingo en Madrid de forma inesperada rodeado a los suyos. Y entre los suyos estaba Paco González, representándose a sí mismo, a todos los del equipo y por supuesto a todos ustedes. A la familia se la ha ido el padre, el abuelo, el hermano, el tío...", continuaba Frade.
"A nosotros, la familia radiofónica, se nos ha ido el amigo, el compañero, el pegamento, el referente de cómo trabajar para vivir y no al revés. Y a todos, a todos, se nos ha ido ¡La Leyenda!".
Frade reconocía que "parecía que nosotros se lo decíamos de cachondeo: ¡Leyenda!. Y parecía que a él le ruborizaba mucho, porque en él se daba una extraña mezcla de estrellato, de humildad y de generosidad. Pero nosotros no lo decíamos de cachondeo y él lo sabía. Pero hay cosas, sobre todo los piropos, que son los demás los que te lo tienen que decir, una frase muy de él".
Ese fue el primer minuto de Tiempo de Juego con Heri Frade, antes de comenzar los piropos, por supuesto. "Hay que ser muy grande para trabajar creando durante 7 décadas en formatos diferentes y hacerlo siempre con éxito".
El repaso a la trayectoria de Pepe Domingo no podía más que tocar todos los palos: "Escritor, recitador de poemas o de prosa en la radio, el mejor; locutor de radio fórmula, el mejor de su tiempo; radio magazine, radio espectáculo, radio en la calle... El Mejor. Televisión: ahí queda un programa para la historia. Cantante y compositor, ahí quedaron temas que son himnos generacionales, sobre todo de nuestros padres; un libro, un best seller".
Sin embargo, la mejor definición de Castaño vino a continuación: "Pepe era radio, sobre todo radio. Y era Tiempo de Juego y era la voz de la publi en Tiempo de Juego. Junto con Joaquín Prats, en la SER, creó un género que convertía, algo que a veces podía parecer una cortada de rollo, en parte indispensable del programa, su ritmo y su lenguaje. Luego ya lo exprimió hasta la última gota. Lo que hacen los genios, vamos".
Así culminaba Frade el inicio de la que catalogaba como "la faena radiofónica más difícil de nuestras vidas". "Este Tiempo de Juego es para ti, porque es la vida, aunque la radio y la vida nunca, nunca, nunca, podrán ser lo mismo sin ti".
El día de Pepe
Fue el día de Pepe Domingo. Esta vez no había siquiera streaming en Tiempo de Juego. Porque para Pepe, la radio volvía a ser radio, como la de antes. Cuando las lágrimas de la pena ya no podían brotar más, las sonrisas comenzaron a aflorar recordando los mejores momentos y anuncios de Pepe Domingo. Las marcas sonaban y quedaban para siempre en el tímpano de los oyentes.
El minuto de silencio del primer partido de la jornada, en el Coliseum Alfonso Pérez, quedó roto con una pregunta certera y pertinente: "¿Pepe, un purito?".
Iba a ser un día importante para el deporte. Pasado el mediodía llegaba la segunda victoria de Carlos Sainz en la Fórmula Uno; luego llegarían el fin de la Vuelta Ciclista España, la vuelta de Sergio Ramos al Ramón Sánchez Pizjuán o la victoria de su Real Madrid en la Supercopa de baloncesto. Todo ello fue contado a trancas y barrancas, llegando a la normalidad con el paso de los minutos. Entre medias, siempre salía Pepe Domingo.
Las anécdotas se sucedieron, como la primera y única vez que se fue el primero de una cena. Aquel día, recordaron en Cope, le dio un infarto y durmió infartado. "Ese era Pepe, no lo tiraba un infarto", recordaban sus compañeros.
Todos recuerdan cómo mezcló a Pavarotti para anunciar una motosierra. "Un genio", decía Lama. Tanto que hasta un niño pidió por Reyes una Still. Imaginen la repercusión.
En El Molinón esta vez no sonaría por la megafonía "¡Gol del Sporting!" en los tantos locales. El speaker decidió entonar aquello de "¡hay gol en Gijón!". Ustedes saben con qué voz han leído esa última frase.
Las ondas fueron un hervidero de piropos a Pepe. De Isabel Díaz Ayuso, madrina de su libro, a Florentino Pérez, pasando por sus familiares y amigos más allegados. Le hablaron desde su Padrón natal también. Allí, la plaza Pepe Domingo Castaño fue visitada por muchos de sus vecinos, que no quisieron dejar de recordar al niño que nació hace 80 años en estas calles y se convirtió en leyenda.
Todo aquello hasta las 9 de la noche, que comenzó su Real Madrid, y había que sentarse a ver y escuchar el partido. Si su Deportivo de la Coruña había empatado el día anterior, los merengues se lo pusieron fácil a Lama para que le hiciera la pregunta clásica a Pepe Domingo en la primera parte, pereciendo ante la Real Sociedad: "Pepe, ¿mamonea el Madrid?".
En el descanso del partido, los oyentes vacilaban y recordaban a Castaño con su mítica frase. Lama se acordaba de él, por lo alta que estaban las cabinas en el nuevo Bernabéu. "Estamos a 150 metros de Pepe", bromeaba.
El empate le valió a Lama para decirle a Pepe que no se lo podía preguntar. Pero hacía ronda: "¿Cuál es el podio del mamoneo?", continuaba tirando del carro junto a sus compañeros. El Real Madrid remontó y ganó para ponerse líder en el primer domingo sin Pepe Domingo Castaño. "Desde arriba nos ayuda para seguir contando todo lo que pasa en el deporte español", cerraba Lama.
La penúltima ronda de los oyentes iba destinada a Pepe Domingo Castaño. Uno de sus fieles reconocía que no podía mandar audio de la emoción. Estaba a punto de terminar el día y Tiempo de Juego se apagaba. A Pepe lo habían recordado en la Ser, en Onda Cero, en Radio Marca y en tantas y tantas radios locales, que las muestras de agradecimiento y cariño podrían ser eternas si se convirtieran en una única cuña de radio.
Tiempo de Juego, el de los goles, el de la pasión y, sobre todo, el de Pepe Domingo Castaño emitió su voz por penúltima vez en su cierre más triste. "Gracias a todos, espero que sigan disfrutando de la radio", se le escuchó decir antes de arrancar a cantarle a la vida en el primer domingo de radio sin Pepe Domingo Castaño. Llovió el día que murió como él mismo pronosticó. Pero, háganle caso, que ya lo dijo ¡La Leyenda!: "La felicidad es la base de la vida".