Qué consecuencias puede tener para los agresores y para la víctima la brutal agresión en Laredo

Aunque hay varios detenidos, las dudas siguen. La brutal agresión, este domingo 18 de junio, en un aparcamiento del municipio cántabro de Laredo sigue rodeada de incógnitas. De momento, por lo que ha circulado en redes y compartieron desde la cuenta de la Guardia Civil, lo que se ve es a tres personas apaleando a otra, que yace en el suelo con un gran charco de sangre.

En la grabación se percibe cómo se le golpea e insulta mientras una mujer jalea al lado y varios asistentes a la escena gritan de pavor, intentando detenerles. En un momento dado, la paliza cesa y los involucrados se marchan, dejando a la víctima en el suelo tras propinarle patatas en cuerpo y cabeza. La alerta a las dependencias policiales llegó hacia las 14.10 horas.

Por lo que ha trascendido a partir de este suceso, el agredido se encuentra en el hospital de Santander y está gravemente herido, aunque el pronóstico es reservado. Aparte, la Guardia Civil de Cantabria ha detenido a tres varones y una mujer con edades comprendidas entre los 28 y 56 años como autores de un delito de lesiones. El arresto ha tenido lugar entre la noche del domingo y la de este lunes en las localidades de Cicero y Laredo. El juez les ha mandado a prisión provisional.

Cómo ha sido el caso

La víctima, según ha trascendido, es un varón de 63 años de edad. En el momento de la agresión no estaba realizando ninguna actividad laboral, aunque en un primer momento circuló que era un vigilante de seguridad de un centro comercial. Los golpes se llevaron a cabo con barras metálicas como las que se utilizan para instalar puestos de venta ambulante. Al terminar, los agresores escapan apresuradamente, causando daños en un coche que intentar cerrarles el paso.

Poco después, los protagonistas de la paliza, de etnia gitana, pusieron en venta la furgoneta en la que se movían en la plataforma Wallapop. La Guardia Civil, además, achacó "motivos personales" al ataque. Diferentes informaciones vertidas con posterioridad hablan de una deuda económica, de comportamientos inadecuados con una chica menor, familiar de los autores. En redes, se ha propagado la idea de que la víctima, que se queda inconsciente tras los golpes, acosaba a una niña de 13 años y todo empezó en un mercadillo.

Dependiendo, por tanto, de las circunstancias, las consecuencias para los agresores y la víctima serán diferentes. Los acuerdos y los protocolos de actuación en este tipo de casos varían según ciertos factores. Hace falta, además, la figura de un perito judicial. Este profesional, según advierten en Perito Judicial Group, tendrá en cuenta estos factores: quién empezó la agresión, las circunstancias y el entorno en el que esto ocurrió. La indemnización al respeto depende también de estas variables e incluso de que el perjudicado no pueda volver a su vida anterior.

Las penas pueden ser tanto económicas como penales. Depende, de nuevo, de su gravedad. Así pues, podría asignarse una cantidad diaria como compensación o hasta una pena de cárcel. En el artículo 147.1 del Código Penal se recoge el tipo de sanción que se aplica al tipo básico de un delito de lesiones. "Será castigado, como reo del delito de lesiones con la pena de prisión de tres meses a tres años o multa de seis a doce meses, siempre que la lesión requiera objetivamente para su sanidad, además de una primera asistencia facultativa, tratamiento médico o quirúrgico".

De qué dependen las penas

En el episodio de la localidad cántabra entran tres agentes: las fuerzas de seguridad a través de una denuncia, los facultativos que den un parte médico y, en última instancia, el juez. Según un integrante de la empresa Consultoría y Peritaje, existen multitud de variables. Aparte de la gravedad de los daños, se analizan los motivos, el gremio al que se pertenece o el momento y lugar de la agresión. En el caso de Laredo, lo fundamental sería estimar las lesiones y establecer las penas para los agresores, que de momento han entrado en prisión provisional.

"Cada caso es particular y la última palabra la tiene un juez", avisan desde esta empresa de peritaje. "No es igual que te agredan en la calle durante el ocio que a lo largo de tu jornada", incide. A lo que se suele proceder es a diferenciar entre lesiones leves y graves.

Resumiendo, se considera del primer tipo cuando el afectado necesita menos de 30 días para recuperarse y no hay intervención quirúrgica. Las segundas tienen lugar cuando la recuperación precisa de un tiempo superior a 30 días y sufre un daño o lesión permanente y probablemente incurable.

En cualquier circunstancia será posible pedir responsabilidades y para ello es imprescindible contar con pruebas que lo avalen. Para evaluar el grado de las lesiones es imprescindible la intervención de un profesional médico que realice una valoración.