Francisco Pérez durante su jornada laboral.

Francisco Pérez durante su jornada laboral. Cedida

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Francisco Pérez no ha pasado ni un día en paro: estudió una FP que tiene hasta lista de espera

"Hay pocos jóvenes que se quieran dedicar a esto. Es un sector que se está perdiendo y habrá problemas para encontrar gente", cuenta a EL ESPAÑOL. 

28 mayo, 2023 09:41

Los estudios y Francisco Pérez nunca fueron grandes amigos. De hecho, fue gracias a cursar una FP de Informática como este joven de 21 años y nacido en Huesca consiguió el título de Educación Secundaria Obligatoria. A día de hoy, desconoce el motivo que le llevó a adentrarse en el mundo de las nuevas tecnologías. Un sector que no llamó especialmente su atención y en el que, finalmente, decidió no continuar su formación académica. Por aquel entonces, en 2019, desconocía los derroteros por los que le iba a llevar la vida. Pero de pronto, una propuesta de un antiguo profesor llevó a Francisco a cursar la FP con la que pudo conseguir su actual empleo: la de Técnico en Excavaciones y Sondeos.

Tal y como cuenta a EL ESPAÑOL, al principio no estaba demasiado convencido de su decisión. Y es que nunca había entrado en sus planes trabajar en el sector de la construcción. Pero tras empezar la formación, Francisco comenzó a “cogerle el gustillo” a las máquinas y al ambiente de trabajo. “No tenía pensado estudiar eso, ni pensaba que acabaría trabajando con máquinas. Me lo recomendaron, no sabía qué hacer, probé y estoy muy contento. Ahora soy empleado de maquinaria”, explica orgulloso en conversación con este periódico. 

Al igual que para el resto de alumnos del Grado Medio en Técnico en Excavaciones y Sondeos, a Francisco le fue muy fácil encontrar empleo. Y es que este tipo de FP cuenta con un 100% de empleabilidad a la hora de buscar trabajo. De hecho, muchos de los alumnos consiguen incorporarse a las empresas antes, incluso, de haber completado su formación. Y no solo eso, sino que, tal y como aseguran desde Fundación Laboral, encargada de impartir este grado, existe una lista de espera de empresas que buscan incorporar a sus plantillas a este tipo de perfiles profesionales. 

Fotografía personal de Francisco.

Fotografía personal de Francisco.

“A mí me fue muy fácil encontrar trabajo, aunque no me cogió ninguna empresa de las que estaba en lista de espera para coger alumnos de la FP. Yo pregunté aquí en Huesca a una empresa que conocía de excavaciones y me aceptaron. Pero de normal cogen a todo el mundo y hay un 100% de empleabilidad”, explica Francisco. 

El motivo de este alto porcentaje de empleabilidad no es otro que la falta de mano de obra actual. Según la Confederación Nacional de la Construcción, el sector necesitará incorporar a 700.000 nuevos trabajadores en los próximos años. Unos datos que coinciden con la opinión de Francisco. Y es que, tal y como él mismo ha podido vivir bajo su propia experiencia, los jóvenes no barajan como una de sus principales opciones adentrarse en el mundo de la construcción. 

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“Hay muy pocos jóvenes que se quieran dedicar a llevar camiones, a llevar máquinas o a ser obreros. Y, a su vez, hay mucha gente que se está jubilando y hay muchos huecos. Es un sector que se está perdiendo y llegará un momento que habrá muchos problemas para encontrar gente. Hay mucha gente que piensa que el sector de la construcción es ser albañil y eso no les gusta. La construcción siempre ha estado mal vista”, explica. 

Francisco es natural de Ayerbes, un pequeño municipio de Huesca que cuenta con poco más de 1.000 habitantes. Pero para realizar su formación tuvo que trasladarse hasta Villanueva de Gállego, en Zaragoza, donde la Fundación Laboral imparte el Grado Medio de Técnico en Excavaciones y Sondeos. Cada año, unas 15 personas se matriculan en este tipo de titulación. Un número muy bajo que, según explica el propio Francisco, se debe a la escasa información que existe sobre la FP y el municipio. “No se suele hablar mucho de las FP relacionadas con maquinaria. La gente tira más por las de Mecánica, Informática o Electromecánica”, asegura.

Pero a pesar de ello, y gracias a la propuesta de un antiguo profesor del instituto donde realizó el Grado Medio de Informática, Francisco comenzó su andadura en la FP de Excavaciones y Sondeos en el año 2019. Durante los dos años siguientes, aprendió todo lo relacionado con el manejo de las maquinarias. Y no solo eso, sino también a conocer a fondo el funcionamiento de los terrenos, cómo se construyen los túneles, la topografía, los sondeos, el funcionamiento de las maquinas o el comportamiento de las tierras.

“Durante los dos años estás haciendo cosas prácticas. Empiezas poco a poco con algunos ejercicios y después vas haciendo más cosas. Acabas haciendo lo que se hace en los trabajos. Primero empiezas a moverte con las máquinas, luego haces zanjas, taludes y vas a más. Son como niveles y ejercicios y poco a poco con el tiempo vas haciendo más”, cuenta. 

En la actualidad, Francisco forma parte de la plantilla de Excavaciones Germán, una pequeña empresa ubicada en Ayerbes, el municipio donde reside. En ella realiza todo tipo de actividades relacionadas con el mundo de la construcción: cunetas, zanjas para obras grandes, demoliciones de casas, vallados… “Un día te toca aquí y otro día en otro sitio. Un día haces una cosa y otro día otra. Normalmente, vas a una obra grande y te toca estar en una carretera un mes haciendo lo mismo. En mi empresa hacemos eso, muchas cosas”, confiesa. 

Pregunta.— ¿Qué es lo mejor y lo peor que destacarías de tu trabajo?  

Respuesta.— Algunas cosas buenas son que, al menos, a mí me gusta. Me gustan las máquinas, el buen rollo que hay con los constructores, con los peones y con los jefes. Lo malo son los horarios, que son de casi todo el día de trabajo. Y los planes, que tampoco puedes hacer muchos

Fotografía personal de Francisco durante su jornada laboral.

Fotografía personal de Francisco durante su jornada laboral. Cedida

Sobre su futuro, Francisco confiesa tener un debate interno consigo mismo. Por un lado, le apasiona el mundo de las máquinas y todo lo relacionado con la construcción. Pero si bien es cierto que, tal y como él mismo confiesa, no es una profesión a la que podrá dedicarse toda la vida. “Sufres mucho de la espalda porque estás todo el día en la misma posición. También las rodillas, las piernas no te coagulan bien y tienes muchos problemas cuando llevas un tiempo largo. A muchos maquinistas se les ve que tienen muchos problemas, sobre todo los que llevan toda la vida”, explica.

Por ello, de momento, continuará con su actividad profesional en el sector de la construcción. Eso sí, sin saber qué pasará con él el día de mañana. “Siempre me ha gustado el tema de mercados financieros y la economía. Me puedo dedicar a eso y veo que puede ser una posibilidad, pero ahora mismo estoy centrado en las máquinas. Si en algún momento quiero cambiar lo haré”.

Cualificar la mano de obra

Desde hace años, Aragón es una de las comunidades autónomas que más está apostando por la cualificación de la mano de obra como objetivo para la pervivencia del sector de la construcción. Tal y como explica el gerente de la Fundación Laboral de la Construcción de Aragón, Vicente Lafuente, la principal lucha de la región es conseguir un sector que no sea fragmentario, tampoco precario y que garantice el relevo generacional. “Aquí y en toda España tenemos un problema de relevo generacional en los oficios y, sobre todo, en el sector de la construcción. Tenemos mucha dificultad para que los chicos jóvenes accedan al sector”, confiesa. 

Y es que la situación ha cambiado mucho de unas décadas atrás hasta la actualidad. Antes, todo aquel que no quería estudiar, o que consideraba que no valía para ello, accedía al mundo de la obra. Un hecho que, a día de hoy, no es posible debido a que las empresas exigen unos conocimientos mínimos en materia de seguridad, salud y salario. “Antes, el aprendizaje se hacía yendo a la obra. Al principio no cobrabas, luego te daban propinas y luego ya te contrataban. Son modos de acceso a la profesión que son predemocráticos y que ahora no tienen encaje con la legislación que tenemos”, explica. 

Personal del sector de construcción.

Personal del sector de construcción. Fundación Laboral

P.— ¿Cuál cree que es uno de los principales problemas de que no haya mano de obra joven y cualificada?

R.— Hay muy poca oferta de centros de FP que tengan implantado este grado. Solo está en cuatro comunidades autónomas y solo hay siete centros en España. Por ejemplo, siete centros para excavaciones suponen 140 plazas. Pero si te vas a ADE, hay 60.600 plazas y 3.200 centros que lo ofrecen. Evidentemente, es mucho más caro implantar un grado de FP de Excavaciones y de maquinaria, que de Administración o Gestión. Los centros públicos o no tienen medios o no tienen espacio, y no lo implantan. Los centros privados tampoco se atreven a pedir el concierto porque no les compensa. Es el drama de estos grados de construcción, que son caros y hay pocos.

Según los estudios realizados por la Fundación Laboral, sólo en Aragón harían falta en la actualidad unos 8.000 profesionales para tener una mano de obra suficiente como para desarrollar todas las obras previstas para los próximos años. “Hay mucha tensión de contratación. No hay gente, se acude a otras cuadrillas de otras empresas y esto da como resultado que se están demorando inicios de obras porque falta personal. No tienen más personal y tienen que retrasar las ejecuciones porque no dispone de personal suficiente. Incluso hay obras que no se están realizando y se quedan desiertas porque no hay mano de obra”, concluye.