Radiografía de los precios tras 15 días de la rebaja del IVA de Sánchez: ¿es más barato comprar?
La medida apenas se deja sentir en los bolsillos por la escalada de precios desde hace un año en origen y por haber dejado fuera carnes y pescados.
15 enero, 2023 02:41La mujer está de pie, frente a un lineal de un supermercado, observando los precios. Pasan muchos segundos y sigue sin decidir qué producto mete en la cesta. Aún no se ha decantado por nada en concreto, y El ESPAÑOL le pregunta:
-Disculpe, ¿usted ha notado ya que haya bajado el IVA en algunos productos?
(Como si le costara asimilar la pregunta, mueve la cabeza negando, muy despacio)
-Nada en absoluto... vamos, que aquí estoy que no sé qué coger.
El Gobierno suprimió el 1 de enero el IVA de los productos que ya tenían el tipo reducido del 4% y bajó del 10% al 5% el IVA de los aceites, incluido el de oliva, y las pastas. La medida se justifica en que se pretende aliviar la situación de las familias, especialmente la de aquellas con bajos ingresos, que dedican una parte mayor de su renta a adquirir esos bienes.
Del 4% al IVA cero han pasado el pan, las harinas, las leches, los quesos, los huevos, las frutas, verduras, hortalizas, legumbres, tubérculos y cereales que tengan la condición de productos naturales de acuerdo con el Código Alimentario. Del 10% al 5%, el aceite y la pasta.
[Díaz culpa a "los beneficios de las empresas" del aumento de la inflación subyacente]
¿Han bajado realmente los precios con esta medida? En el supermercado, el encargado sostiene a este periódico que "la rebaja del IVA, pues no se está notando mucho, porque no afecta a toda la cesta de la compra. Se han dejado fuera la carne y el pescado. Y hay que tener en cuenta que los precios de los productos que se han rebajado lleban subiendo muchos meses, y claro, que te quiten el IVA de la leche que es un 4%, cuando ya era cara..."
El litro de leche -de marca blanca- costaba al inicio de 2022 unos 66 céntimos y a finales del año estaba ya en 95 céntimos. Aunque la rebaja del IVA permita un ahorro del 4%, es imposible que compense el alza de precios fruto de la inflación en los últimos 12 meses: un 44%. Según los datos de la consultora DATAMarket analizando cuatro grandes supermercados, un litro de leche ha incrementado su precio entre un 169% y un 133,3% comparando los precios del 11 de enero de 2022 y del 11 de enero de 2023. ¿Los huevos? Se han incrementado un 74%.
La pasada semana, Facua denunció que los supermercados -los calificados como grandes superficies- estaban cometiendo presuntas irregularidades al no repercutir, supuestamente, la rebaja fiscal en algunos productos sujetos a la modificación del Gobierno. Su portavoz, Rubén Sánchez, detalla a EL ESPAÑOL que "entendemos que la rebaja el IVA no resuelve el problema, porque las empresas ganan más dinero. El IVA no les afecta. Nosotros apostamos por intervenir los precios, algo que establece la Ley de Comercio de 1996, una medida más contundente". La leche, detalla "cuesta 50 céntimos más que hace un año, cuando la rebaja del IVA son 7 céntimos menos".
La asociación se ha dirigido a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) para comunicarle qué precios y qué supermercados habrían incumplido, supuestamente, la obligación legal de repercutir íntegramente la bajada del IVA desde el 1 de enero. El real decreto ley publicado en el BOE estipula que solo podría aplicarse una subida de precios en los próximos meses si existiese un incremento de costes, pero nunca de márgenes de beneficio en ningún miembro de la cadena, desde los productores hasta los puntos de venta.
"Nosotros hemos trasladado al Gobierno nuestra petición [de topar los precios] a las grandes cadenas de distribución", abunda Rubén Sánchez. En ello coinciden con la vicepresidenta, Yolanda Díaz "pero no se ha hecho nada por la parte socialista, que advierte que atenta contra la libre competencia. Nosotros lo que decimos es que compitan por debajo de ese tope, igual que se ha hecho con el tope del gas".
Que haya supermercados que según FACUA no estén aplicando la rebaja del IVA "induce a la confusión", afirma Álvaro González, de CAEA (Confederación Andaluza de Empresarios de la Alimentación y Perfumería). "EL IVA se organiza en la cadena de distribución desde el primer día del año, como no puede ser de otra manera. Y esto es así por el Sistema Informático Inminente del IVA: estamos conectados a la Agencia Tributaria y la información de todo es automática".
La diferencia de precio, explica, "viene de las actualizaciones de tarifa que nos comunican los proveedores. Pero es que se está olvidando que hay productos disparados ya en origen, con incrementos de más del 50%. Esto son datos objetivos, como los huevos, la leche, el aceite, el pan o la pasta". Destaca González que esto está provocando que "el consumo haya caído entre un 2% y un 3% en un año. Lo que está haciendo la gente es que come distinto y cambia de familias de productos".
Al límite
Asimismo, advierte que "estos son cambios de tarifa en origen, pues el distribuidor puede asumir parte, pero desde luego no todo. Porque está prohibido vender por debajo del precio de coste o a pérdidas. Esta es la realidad. Las causas que provocan la inflación siguen ahí: en la agricultura, además de la subida del salario mínimo, se han disparado los precios de los fertilizantes, en la ganadería, los piensos, más el carburante... y ahora el impuesto al plástico".
También subrayan desde CAEA que se han dejado fuera productos de primera necesidad como la carne o el pescado, mientras que "desde el Gobierno se confunden términos como el volumen de distribución y el margen empresarial". Sobre éste último, detalla que "está entre un 1 y un 3%. Cuando le metes todos estos incrementos, la viabilidad baja. El resultado es que nosotros tratamos con empresas que hoy están al borde de la quiebra, tras dos años y medio [por la pandemia] que han sido dificilísimos". Porque la inflación afecta a todos los eslabones de la cadena, no sólo al consumidor.
El primer peldaño
Mirando al primer peldaño, al del sector primario, Tomy Rhode es agricultor, autónomo... y tuitero. Se ha hecho conocido por explicar muy bien en redes sociales -y en la televisión- la realidad sobre el agro. Trabaja en una finca que no es de su propiedad y cultiva, recolecta y vende su propio aceite de oliva virgen extra desde un pequeño pueblo de Córdoba. Es uno de los productos cuyo IVA ha bajado del 10 al 5%. Se trata de uno de los productos que no ha parado de subir por la subida de los costes de la cadena "y que subirá más, porque estamos teniendo la peor campaña del siglo", explica. A menor producción y demanda similar, precios más altos.
Rhode indica que a la mala cosecha se le suma una subida generalizada de los insumos, "desde la finca, la almazara, la envasadora, que es mucho más cara y hay que añadirle el precio del plástico de las botella y garrafas, y el transporte". En la finca, además, se necesitan fertilizantes. "Han pasado de costar 300 euros a 1.100 euros la tonelada. Y se necesitan dos toneladas para 10 hectáreas, que es una finca mediana. Empieza a sumar".
El gasóleo agrícola estaba hace un año a 0,60 céntimos y ahora está a 1,37 céntimos el litro. "Hemos llegado a tenerlo a 1,70. Eso sí, nos han dejado el descuento. Con todo esto, ¿cómo vamos a bajar el precio? Si la sequía nos ha mermado la producción de aceituna, el tomate..." El agricultor cordobés detalla que la agricultura "va a año vencido", y avisa de que "conforme se vayan acabando los productos, irán subiendo los precios".
La inflación, por tanto, también afecta al campo. "Entre un 30% y un 180%. Es para echarse a llorar. Y eso, manteniendo nuestro margen de ganancia, que es ínfimo. Yo no gano más de un 10-15% por ciento".
-¿Cree que la solución es topar los precios?
-Si se topan los precios, las multinacionales, los grandes supermercados, lo que van a hacer es comprar fuera de España. A productores de fuera. Sería la ruina del campo.
Al mercado
En los mercados de abastos no importan tanto los porcentajes s¡no las cada vez más escasas monedas que vuelven al bolsillo a cambio de un billete. Antonia Castilla tiene 80 años y se ha pasado 48 tras del mostrador de un puesto de frutas y verduras de un mercado. Viuda y ya jubilada, mientras apura un café, sostiene a EL ESPAÑOL que la garrafa de aceite virgen extra, de cinco litros, "que la compré el otro día, ha subido casi cinco euros. Yo no recuerdo en mi vida una crisis como esta".
Su hija Teresa Roncero está ahora al frente del negocio. Posa para la foto acompañada por otro dependiente, que oculta su cara tras la máquina del peso. La jefa Teresa le avisa, riéndose:
-Oye, que tú deberías salir en el periódico conmigo que para eso eres fijo. Aquí la autónoma soy yo.
La fruta y la verdura -IVA cero- han bajado "un poquito. Pero lo que te quitan de un lado, te lo meten por el otro", sostiene. "Yo de momento, en mi casa, no noto nada de nada la bajada del IVA. Eso te lo podré decir a fin de mes".
Eso sí, con impuesto o sin él "hay que comer. Hay gente que va a las ofertas, como los plátanos o las mandarinas, y hay otros que compran setas. Como decía mi padre, hay que reunir para las vacas flacas y ahora son flacas. Si ahora hay que comer papas con huevo se comen, y de vez en cuando, un filete".
-¿Qué ahorro medio está habiendo?
-Pues en mi puesto, entre los 20 y los 30 céntimos menos, que buenos son. Lo que sí se ve es que la gente hace malabarismos con el presupuesto.