El precio del aceite de oliva, un 50% más caro que en enero: hasta cuándo subirá y cuánto me costará

Los precios del aceite de oliva continúan su interminable espiral alcista y superan ya los 5€ en su venta a granel, en origen. Es más del doble de 2019, cuando la aceituna se pagaba a 2,50 €, e incluso de enero de 2022, antes de la invasión de Ucrania, fecha en la que aún se podían encontrar en las estanterías de los mercados botellas de aceite de oliva a poco más de 4 €. Este encarecimiento, que se refleja en el precio final de uno de los productos básicos de la cesta de la compra, supone un nuevo varapalo económico para las familias españolas, ya de por sí asfixiadas por la inflación, el elevado precio del gas y los combustibles y la subida de tipos de interés.

Para comprender este alza de precios en productos básicos como el aceite hace falta remitirse a los meses más duros del verano, desencadenantes de una situación de sequía extrema, y a las reiteradas olas de calor de mayo y junio, que coincidieron con las etapas de floración de los olivares. Conocedora de la crisis hidrológica que se estaba gestando, la Junta de Andalucía advirtió en septiembre de que el aforo, la cantidad de aceituna cruda bruta producida por los olivares, se iba a reducir en la cosecha de 2022/23 hasta un 60% respecto a las campañas de los últimos cinco años 

Las estimaciones no han fallado. "Arreglar esta campaña ya es imposible, porque octubre, noviembre, diciembre y enero son los meses de cosecha", recuerda Rafael Sánchez de Puerta, presidente del Consejo Sectorial de Aceite de Cooperativas Agro-alimentarias de España. "La estimación de producción de aceite de oliva del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación para la temporada 2022/23 fue de 780.000 toneladas. El año pasado se llegó al millón y medio. Es casi un descenso del 50%", asegura.

Vista de una canasta llena de aceitunas iStock

"Vivimos una situación de sequía muy fuerte que ya sufrimos en la campaña pasada. Estamos terminando el mes de noviembre y la situación no se enmienda. La producción está mermada. Sólo este año ha caído entre 500 y 800 mil toneladas", añade Sánchez de Puerta, que confirma los peores augurios del MAPA y de la Junta. En consecuencia, la falta de oferta ha provocado un aumento de los precios en los supermercados, y la previsión es que en los próximos meses siga subiendo. Según recoge Infaoliva, desde enero hasta noviembre de 2022 el coste del oro líquido aumentó entre un 40% y un 50%, según el tipo de calidad de producto. Sólo en octubre, mes de comienzo de la cosecha, subió un 21%.

"Yo creo que la subida de precios se está trasladando ya al consumidor", incide el representante de Aceite de Cooperativas Agro-alimentarias. "Y eso que [en los supermercados] aún hay stock de meses anteriores. El mercado siempre lleva varios meses de retraso, y aún queda aceite comprado a precios más bajos de los que hay hoy [a granel]. Pero el aumento se empieza a notar, aunque aún no con toda la intensidad con la que está previsto que llegue. Ese aumento de precio es lo que provocará una bajada del consumo. Es algo inevitable". 

"Si seguimos así será una debacle"

Hasta cuánto puede llegar a subir el aceite de oliva es una incógnita. Nadie lo sabe y depende de muchos factores, como la bajada –o subida– de la demanda o la cantidad de la producción final una vez concluida la cosecha en enero. Ahora mismo los graneles en origen para los aceites nuevos están a unos 5 €, lo que se refleja en unos precios aún más elevados en el mercado, que pueden oscilar entre los 4,99 euros y los 6 euros los más baratos. 

Carrefour, por ejemplo, tiene en stock aceite de oliva suave a 4,99 € el litro, mientras que el de oliva virgen extra se sitúa ya en 5,44 €. Exactamente el mismo precio que ha fijado Alcampo y casi 50 céntimos más que marcas como Carbonell, una de las más baratas en su versión suave. El litro de virgen extra de Hacendado alcanza los 5,45 €, mientras que el litro de Almazara del Olivar de Día aún puede conseguirse por 4,99 €. Por el momento. 

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En enero y febrero, conforme acabe la cosecha y se agoten las reservas de aceite de la temporada 2021/22 compradas por los distribuidores, los precios aumentarán ante la falta de oferta derivada de la actual temporada. La magnitud de la subida de precios en los próximos meses dependerá, esencialmente, de cuánto se reduzca la demanda, pero la subida de precios se percibirá especialmente a partir del nuevo año. Si se perpetúa o no en el tiempo también depende de la cosecha de la temporada 2023/24. "Si tenemos la misma meteorología, con un año absolutamente seco y con una cosecha desastrosa, habrá una debacle".

El mensaje es preocupante pero los expertos llaman a la calma. El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, en una entrevista con OndaCero, señaló que era "importante que el aceite de oliva siga siendo un producto de la clase media" y pidió una "contención en los precios de los alimentos" en el primer semestre de 2023. "Los precios en origen están en 5 euros, que es muchísimo", dijo antes de lanzar una advertencia a los operadores e intermediarios: "Que nadie se pase. La fijación de precios deriva de los costes [de producción], pero también tiene una parte relativa a la decisión empresarial de venta", aseguraba el representante del Gobierno, señalando a posibles abusos de los intermediarios. 

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Ese es el mismo reclamo de Cristóbal Cano, Secretario General de la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) de Andalucía y responsable de olivar de UPA Federal. "La industria de distribución debe moderar su margen de control, sus precios, para contener esas diferencias y no contribuir a que haya una subida de costes que haga disminuir la confianza de los consumidores en los aceites. Nosotros durante muchos años hemos vendido por debajo del precio de producción, a 2€, cuando nos costaba 2,70€, así que en esta situación coyuntural... la campaña va a ser difícil, y debe serlo para todos".

Cano también cree que se va a experimentar una subida de los precios del aceite de oliva en los próximos meses. "Siempre es complicado de predecir, pero todo parece indicar que irá al alza. Este 2023 va a haber menos consumo de aceite de oliva en todo el mundo porque, simple y llanamente, no hay. Vamos a tener una disponibilidad de comercialización mucho menor. Hablamos de una caída superior al 50% si la comparamos con la campaña pasada. Esta es una de las peores cosechas, la segunda peor en lo que va de siglo si tenemos en cuenta la de 2014 y 2015. En algunas zonas concretas va a ser la más baja de los últimos 30 años".