Reportajes

Condenado a 10 años de cárcel un taxista que violó a una clienta de 19 años en Santiago de Compostela

Los hechos ocurrieron la madrugada del 8 de marzo de 2018 en la capital gallega. El condenado deberá también indemnizar a la víctima con 20.000 euros. 

2 agosto, 2022 12:43

La Audiencia Provincial de La Coruña ha condenado a 10 años de cárcel a un taxista que agredió sexualmente a una clienta de 19 años. Los hechos ocurrieron la madrugada del 8 de marzo de 2018 en Santiago de Compostela. El condenado deberá también indemnizar a la víctima con 20.000 euros y se le ha prohibido aproximarse y comunicarse con ella durante los próximos 15 años.

El condenado, que no tenía antecedentes penales, se encontraba aquel día, a las 5.30 horas, prestando sus servicios como taxista en la parada de taxis de la Plaza Roja de Santiago, cuando fue requerido por la joven para que la llevara a su domicilio.

La clienta se subió a la parte trasera del taxi, en el que el condenado trabajaba como asalariado. El tribunal considera probado que el taxista, “aprovechándose de la circunstancia de que se quedó adormilada durante el trayecto de apenas cinco minutos de duración, desvió su trayectoria al llegar a la zona de Galeras y desconectó el localizador del vehículo”.

Acto seguido, se dirigió hacia una zona no determinada, situada a las afueras de la ciudad, “oscura, carente de iluminación artificial y sin viviendas cercanas a la vista”. Detuvo el vehículo en ese lugar, se bajó del coche y, “con ánimo de satisfacer su propio deseo sexual, se introdujo en la parte trasera del taxi”, donde, después de quitarle “las botas, las medias y las bragas y de subirle la ropa, se tumbó sobre ella, besándola y manoseándole los pechos”, relata el tribunal.

Los magistrados indican que mientras esto sucedía, “la víctima estaba paralizada por la situación de terror que estaba viviendo ante la imposibilidad de pedir ayuda y el miedo a lo que pudiera sucederle”, lo que aprovechó el taxista para ponerse un preservativo y violarla.

Que quería "follar"

Después, regresó al asiento del conductor, le devolvió su teléfono y condujo hasta su domicilio. La Audiencia indica que durante el trayecto, ella iba en el asiento trasero del coche llorando y que inmediatamente después de que el condenado la dejase en su domicilio, antes de las 6.05, la víctima llamó a un amigo y le pidió que fuese porque un taxista la había violado.

Por auto de fecha 14 de marzo de 2018, dictado por el Juzgado de Instrucción número 1 de Santiago de Compostela, se prohibió al taxista aproximarse a la víctima y a su domicilio a una distancia inferior a los 500 metros, así como a comunicarse con ella por cualquier medio.

El taxista aseguró durante la vista que esa noche llevó a esta clienta a su casa, pero que al llegar a su domicilio, esta comenzó a besarlo, le dijo que quería “follar” con él y le pareció bien hacerlo en el taxi, motivo por el cual buscaron una zona apropiada para hacerlo. En definitiva, argumenta que esa noche hubo una relación sexual entre ambos y que esta fue mutuamente consentida.

Sin embargo, el tribunal considera probado, a la vista de la prueba practicada, la agresión sexual cometida por el taxista y que los hechos sucedieron de la forma descrita en el relato de hechos probados. “No sólo se trató de una relación inconsentida, sino que se cometió mediante la intimidación empleada por el acusado aprovechándose de unas circunstancias buscadas con la finalidad de generar un estado de terror en la víctima, que la dejaron paralizada y sin posibilidad de reacción”.

Por otra parte, señala que la versión del taxista “resulta bastante poco creíble por varios motivos”. En primer lugar, porque presenta una imagen de la joven “como una persona desinhibida e impulsiva lo cual no se corresponde con el carácter que se desprende de la declaración prestada por los amigos más cercanos de ella y por las psicólogas que la han atendido”, quienes han coincidido en indicar que el carácter de la víctima es más bien el de una persona introvertida, tímida y controlada.

En segundo lugar, la Audiencia explica que el propio relato expuesto por el condenado es inconsistente. “Es difícilmente creíble que una joven de 19 años que se sube a un taxi con intención de irse a su casa, en un trayecto de 5 o 6 minutos, le pregunte al taxista, de más de 40 años, por su vida personal, le acaricie en el hombro y en el cuello a los dos minutos de comenzar el viaje, le pida que le recargue el móvil cuando va hacia su casa y va a llegar en tan breve espacio de tiempo, se cambie de asiento y al llegar al domicilio, comience a besarlo y sin proposición previa alguna del acusado, le diga que quiere ‘follar’ con él, aunque sea en el coche”, razona el tribunal, y afirma que “dicho relato presenta rasgos más propios de una ficción que de la realidad”.