Pepe Borrell, fundador de Crowdcube.

Pepe Borrell, fundador de Crowdcube.

Reportajes

Pepe Borrell, el español que mueve con Crowdcube 350 millones de euros para financiar startups

El catalán comenzó su aventura junto a un compañero en 2014 y ahora la CNMV les ha concedido la primera licencia para operar en toda Europa.

3 mayo, 2022 04:20

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Imaginar las profesiones del futuro es complicado. Hace unos años, nadie imaginaba que el crowdfunding entraría en nuestras vidas. Hace una década, apenas unos pocos vislumbraban esto como una forma de negocio fructífera. El joven catalán Pepe Borrell era uno de los miembros de ese selecto grupo. Su objetivo: que los inversores pudieran financiar a start-ups no cotizadas y que éstas no tuvieran que recurrir a los bancos como medio para conseguir dinero. Hace 10 años parecía complicado, ahora mueve con Crodwcube más de 350 millones de euros en menos de un año.

Borrell actualmente es el responsable de expansión internacional y CEO de la sede europea de Crodwcube. Fue él quien en 2013 tuvo la idea de fundar esta empresa, de fundar una empresa para, grosso modo, poner en contacto a inversores privados y sturtups. En la cena de Navidad de aquel año se la contó a Oriol Cordón, con quien había estudiado el grado de Negocios Internacionales y Marketing en la Pompeu Fabra.

“Yo estaba en Alemania y luego regresé a España. Mi compañero trabajaba en Irlanda. Tuve la idea cuando trabajaba en Okendo en Madrid, en banca. En una fiesta de Navidad, le dije: 'Estoy hasta las narices de hacer excel y powerpoints, quiero dejarlo y tengo esta idea”, narra ahora Borrell a EL ESPAÑOL. En 2014 arrancó todo.

Y a partir de entonces se pusieron manos a la obra. Lejos de empezar desde cero, Borrell y su socio hicieron un joint venture —un negocio en el que dos sociedades se unen, aportando cada un capital— con la británica Crowdcube. “Se trataba de montar una startup, pero apoyados por una empresa. Nosotros aportábamos el desarrollo”, cuenta el fundador.

Haciendo historia con la CNMV

Aquella idea ha terminado por desembocar en un proyecto que mueve 350 millones de euros al año y que acaba de hacer historia. La empresa fundada por Borrell, que acabó por comprar la matriz británica hace unos años, ha sido la primera en recibir autorización de la Comisión Nacional del Mercado de Valores para operar en toda Europa.

Pepe Borrell junto a inversores.

Pepe Borrell junto a inversores.

Esto es una muy buena noticia para Borrell. A través de una nota, la empresa ya lo celebraba, porque les “permitirá acelerar su expansión en todo el continente con la apertura de las oficinas en varios mercados”.

Borrell también piensa que es importante para España, por lo que tacha la decisión de abrir en la Península de “estratégica”.

“Esta autorización es una gran noticia para nuestra compañía, pero también para las empresas y los inversores particulares e institucionales europeos, porque hace posible el desarrollo de un auténtico mercado paneuropeo para la inversión en startups y compañías privadas", expone Borrell.

"Al eliminar las barreras regulatorias y geográficas, por ejemplo, un inversor minorista francés o alemán podrá invertir en una empresa con sede en España que no necesariamente cotice en bolsa. Estamos abriendo un nuevo mundo de oportunidades y fomentando una auténtica inclusión financiera de alcance paneuropeo”, apunta.

Y es que el CEO de Crowdcube en España ya sabe lo que es estar en la punta de lanza del negocio. En los inicios de su empresa, vio cómo España regulaba por primera vez el mercado de la inversión en empresas privadas y ellos ayudaron al legislador a conseguirlo. “Salió un anteproyecto de ley que hablaba de ello, un globo sonda de los que se lanza para que les ayudaramos a legislar y para la captación de financiación de estas empresas del público en general. Acabó por salir la ley 5/2015 del fomento de la finaciación empresarial. Y aprovechamos el momento para salir en prensa, comenzar operaciones y tal…”, cuenta Borrell.

Educación y crowdfunding

Llegar hasta aquí no ha sido un camino de rosas. Lo cierto es que este mundillo es aún desconocido. “Sobre todo, la palabra crowdfunding no ayuda a entender qué es. Esto es una plataforma que permite a las empresas privadas tener financiación del público, al igual que la bolsa. Pero esto requiere mucha educación”, dice Borrell.

Steve Anavi y Alexandre Prot, fundadores de Qonto, empresa que ha conseguido financiación gracias a Pepe Borrell.

Steve Anavi y Alexandre Prot, fundadores de Qonto, empresa que ha conseguido financiación gracias a Pepe Borrell.

Lo cierto es que la palabra crowdfunding confunde a muchos. Nada más verla, seguramente, haya pensado también en un artista que quiere financiar su próximo disco y, a cambio, pide dinero por adelantado. En realidad, es prácticamente lo mismo: una empresa pide financiación a través de Crowdcube y todo aquel que lo desee puede pagar para que esta consiga sus objetivos. En este caso no se recibe el disco, sino que son acciones de la empresa.

Cuestionado sobre cómo sustituir el crowdfunding, Borrell bromea. “Ojalá digan un día hacer un Crowdcube”, comenta riendo y explicando que el orgullo es enorme cuando algunos clientes lo dicen así. Sin embargo, lo que parece que se impondrá será un término similar al anglosajón. “Hablamos de hacer una financiación con la comunidad. Community Funding se dice en Reino Unido. Eso lo queremos bajar a España y Francia. Además, tendremos que ver el capital riesgo cómo afecta, para ver qué es más inclusivoi.

El proceso que se realiza a través de Crowdcube sería una especie de ampliación de capital. Pero en el ámbito normativo, ese proceso sería mucho más tedioso. Esto no sólo ha tenido que explicarse a la sociedad en general, sino que también, según Borrell, “tratamos sobre todo de hacer comprender a los emprendedores”.

“Se trata de educar al inverso para decirle que invertir no significa comprarse un piso únicamente. Hay un mercado más amplio y con la inflación que hay no tiene sentido tener el dinero parado”, expone. “Hay que arriesgarse y emprender como muchos lo hacen ya con empresas como Heura o Qonto”.

La partición en el accionariado si entran muchos pequeños inversores hace complicado luego la toma de decisiones en la empresa. Además, en ocasiones, esos pequeños accionistas ven cómo acaban por perder derechos. Por ello, a través de Crowdcube se crea una sociedad vehicular que permite una mayor facilidad a la hora aprobar cuentas y favorece también al accionariado.

El ejemplo de Heura

Borrell ha visto a muchas empresas y muchos inversores pasar por la cartera de su empresa. Ahora mismo, cualquiera que esté interesado en invertir en startups puede hacerlo sin apenas problemas a través de Crowdcube. “Hay más de 300 o 400 empresas de distintos sectores en las que se puede invertir. Se puede tener una cartera bastante amplia con la oferta que tenemos”.

Marc Coloma y Bernat Añaños con los nuevos prodcutos Heura.

Marc Coloma y Bernat Añaños con los nuevos prodcutos Heura.

Del otro lado, actualmente en Crowdcube hay registrados 1.400.000 inversores, de los que unos 350.000 están activos de manera asidua. El perfil tipo del inversor, explica Borrell, es un business angel digital. “Generalmente esta etiqueta se ha asociado a un hombre de negocios trajeado al que alguien le presenta un proyecto en persona y él decide si invierte o no. Ahora es igual pero de manera digital. Es más inclusivo y mucho más dinámico. Hay mucha gente joven que quiere crear un porfolio. La edad de estos inversores ronda los 25 y los 45 años, tienen ahorros, invierten en criptos y quieren invertir en startups”.

Ese es el ejemplo de inversor. El ejemplo de startup a seguir es Heura. Cuenta con casi 8.000 accionistas. “Para mí ellos están cambiando la percepción de lo que hacemos, porque la comunidad es parte de la empresa y demuestran que esto es importante. Han hecho dos operaciones con nosotros y seguramente lo seguirán haciendo. Es el caso del que más orgulloso estoy”, comenta Borrel.

Para quien no la conozca, Heura es una marca creada por la empresa Foods For Tomorrow. Se dedican a la comercialización de carne vegetal y trabajan su financiación a través de Crowdcube.

Además, la plataforma hizo posible algunas de las rondas de inversión más notables del ecosistema emprendedor español tales como Heura Foods, Wuolah, Velca, ID Finance o TropicFeel.

Blockchain y otras operaciones

Borrell reconoce que dentro de Crowdcube hay empresas de criptomonedas y blockchain. Eso por un lado, pero también habla de cómo pueden afectar estas nuevas tecnologías a su negocio. “Estamos explorando qué oportunidades pueden surgir, pero es en el terreno legal donde más puede cambiar. Por ejemplo, podríamos tockenizar las participaciones de las empresas para que no esté todo centralizado en el registro mercantil. Aún es pronto, pero creo que eso pasará. Así se reducirían costes y tiempos. Desde que haces la ampliación de capital hasta que la registras pueden pasar dos meses. De esta forma, podrías llevar el registro en mucho menos tiempo. A futuro llegará”.

Por el momento, lo que está claro es que Crowdcube continúa creciendo. El pasado año canalizó 17 millones de euros a empresas españolas, un 150% más que en 2020. Cierto es que el curso anterior la crisis de la Covid-19 marcó las inversiones, pero Borrell asegura que, tras dos semanas de parón absoluto, luego todo volvió a una relativa normalidad.

Los resultados a nivel europeo también son espectaculares: Crowdcube canalizó 295 millones de euros a 262 compañías.

Por supuesto, el negocio aún tiene que ascender en España. Desde 2014, más de 35.000 inversores de perfil minorista han invertido un total de 63 millones de euros en 123 operaciones en nuestro país, que ocupa el quinto o el sexto lugar en volumen de negocio a nivel europeo.