Johan enfoca con su móvil desde la azotea a la céntrica avenida de la Rambla de la Santa en Totana, aunque apenas se aprecia porque ya ha anochecido. De fondo se escuchan las campanas de la iglesia de Santiago el Mayor. Es martes, 8 de febrero, y ese sonido solo contribuye a hacer más macabro el vídeo de Johan, confesando haber matado a Claudia, como supuesta venganza por romper su relación sentimental. "No se escucha muy bien, pero bueno, seré directo: me voy a suicidar, lo he intentado clavándome cosas, pero me sale sangre y nada más. He matado a Claudia y lo siento. Tengo mis razones por las que lo he hecho".
Esta grabación es una de las que la Guardia Civil encontró en el móvil de Johan tras analizar su terminal al milímetro. El adolescente hizo esos vídeos entre las 19.25 y las 21.01 horas, de aquel trágico martes, cuando el cuerpo de la risueña Claudia yacía sobre un charco de sangre, tapado por varios colchones que Johan le colocó encima, justo antes de cerrar la puerta del trastero número 14 del bloque de pisos de la Rambla de la Santa.
Durante cuatro minutos y medio, Johan confiesa lo sucedido a sus familiares, mientras explica los motivos por los que se va a suicidar. Todo ello se recoge en unos de los vídeos a los que ha accedido en exclusiva EL ESPAÑOL y donde no derrama una sola lágrima después de haber desfigurado a su amada 'Clau', propinándole nada menos que 57 puñaladas.
"Espero no traeros problemas por mis errores. Siento que haciendo esto, soy un bulto menos en la familia y en todo en general. Vamos, que las cosas sin mí pueden ir a mejor. Sin mí, irá mucho mejor la vida: os lo aseguro. Y nada, cuando leáis esto, llamad a la Policía y que vaya a ver el cuerpo de 'Clau' en el trastero. Que sí, que estoy tranquilo, no sé, supongo. Lo tenía planeado. Ya está. Estaba planeado y lo quería hacer. Los motivos por los cuales lo he hecho no se los diré a nadie, quedarán para mí, pero básicamente, pues porque sí, porque el malo siempre soy yo y ella no".
"Llamad a la Policía y que vaya al trastero nuestro. Lo siento por el desorden que he dejado ahí. Obviamente, que la Policía se lo comunique a la familia [de Claudia] y que no se sepa quién ha sido, pues no quiero que tengáis problemas a consecuencia mía. No voy a negar que extrañaré mucho ver vídeos durante la tarde sin hacer nada. Mamá, voy a extrañar muchísimo, aunque pareciese un muerto, o algo así, adoraba ver vídeos. Por suerte, en mi última noche hay estrellas y luna. Es tan bonito. Extrañaré muchísimo este paisaje. Me he dado una vuelta por la rambla y mis sentimientos han sido: 'Te voy a extrañar'. Nada más. Lo que sí espero es tener una caída limpia, creo que esto está alto, porque no quiero ser un problema para nadie: quedarme tonto, en modo vegetal o ser una carga".
Johan no tuvo valor para saltar desde la azotea: solo hizo nueve grabaciones de despedida. Algunas de ellas personalizadas para cada familiar, legándole sus pertenencias, incluso llegando a "bromear" con ellos tras haber matado a la chica que fue su pareja durante un año y que se llegó a hacer un test de embarazo. Así lo recoge un informe de la Policía Judicial que analiza los mensajes que grabó el adolescente tras protagonizar un crimen de violencia de género que conmocionó a la Región de Murcia por su brutalidad.
"En todos los vídeos da explicaciones de cómo se siente para su familia, y el lugar que ocupa en ella, habla pausado, con tranquilidad, mayormente los vídeos van dirigidos a su madre, pero también a sus hermanos y su padre. En ellos pide perdón por existir, si bien, no queda claro que se arrepienta de haber matado a Claudia. Llega a admitir lo que ha hecho y sabe la gran decepción que se llevará su familia, siendo una de sus mayores preocupaciones que no sea su madre la que encuentre o vea el cuerpo de Claudia con lo que él acaba de hacerle, sino que sea la Policía la que lo halle".
"En la manera de hablar y expresarse de Johan, se aprecia la idea determinada de la realidad de ese momento, el total raciocinio en esos instantes posteriores a la muerte de Claudia, pareciendo tener total consciencia de lo que acaba de hacerle a Claudia por la forma de expresarse, totalmente capaz de comprender lo ocurrido y las consecuencias que sus actos van a originar, tanto para él como para su familia". Prueba de ello es el contenido de otro vídeo de 12 minutos donde el chico comienza su 'speech' dirigiéndose a sus progenitores:
"Esto va para papá y mamá. Lo siento por lo que he hecho, lo siento mucho, de verdad. No quiero que lo veáis ustedes [el cadáver de Claudia]. Por eso os digo que llaméis a la Policía para darles las llaves del trastero. Ahí estará 'Clau'. Lo siento mucho. Tenía que hacerlo (...). Os llevaréis la mayor decepción de un hijo, incluso en la familia, pero esto ya lo tenía en mente con ella desde hace mucho. La verdad, ahí mismo, en el trastero, traté de suicidarme, pero no pude por más cuchillos que me clavaba. Tengo la mano rajada. Deciros que lo siento mucho, siento mucho haber hecho lo que hice y siento mucho el problemón que os voy a dar".
"A la familia de 'Clau' decirle que lo siento mucho. Suena raro, pero ella y yo teníamos hecha una promesa. Claudia me dijo que si yo moría, ella moriría, no sé, una promesa tonta, pero qué pasa, que yo sí quería morir, que yo sí quería irme desde hace tiempo, y sí, cómo decirlo, me vais a odiar todos, por lo que he hecho o por lo que no he hecho. Y me lo merezco, pero no puedo decir que me arrepienta y lo siento".
"Esto no es machismo. Si lo hice es por las razones de cómo la veíais siempre a ella como un ángel. Siempre he sido yo el malo, en todo el viaje he sido yo el malo. Ella lo amplificaba y yo era como la peor persona del mundo, pero ella tampoco era una santa. Nunca lo ha sido y yo lo sabía. En agosto me enamoré de ella y os puedo decir que pensé que el universo me iba a parar para no hacer esto [matarla], pero no pudo, ni yo mismo. No lo he podido parar. Siempre he tenido ganas de hacerlo, normalmente, hay gente que se desmaya, pero yo no me desmayé, tenía tantas ganas, que no me desmayé. Espero que ahora la caída que voy a pegar me mate de verdad (…)".
Johan, una vez más, no salta al vacío. Prosigue reflexionando que la muerte de 'Clau' se habría evitado si ciertas personas no le hubiesen aconsejado que rompiese su noviazgo por tratarse de una relación tóxica. "Todo hubiera acabado diferente". Precisamente, el informe de la Guardia Civil remarca el tono con el que Johan se dirige a los allegados de la víctima: "Se manifiesta más altivo, se muestra firme en lo que relata, conforme con lo que acaba de hacer y de lo que tenía que hacer, sin mayor inquietud, haciendo en parte responsables a los amigos de Claudia de lo sucedido".
El adolescente, en el vídeo de despedida de doce minutos, llega a afirmar hasta en dos ocasiones que la muerte violenta de su expareja no es una cuestión de violencia de género. De hecho, Johan relata que le habló a la menor de edad sobre sus impulsos violentos.
"Ya digo, esto no es algo machista, simplemente lo he hecho porque desde siempre he tenido ganas de matar a alguien y se lo dije a 'Clau' y se puede ver en los mensajes. Le dije que estaba muy nervioso, quería contarle algo y tenía miedo de cómo me respondiese. Por eso se lo dije en la terraza. 'Clau' me respondió que le pondría cachonda que matase a alguien. Me lo dijo así, literal. He probado lo que es, la gente dice que uno se desmaya, pero yo, la verdad, no me he desmayado, me he alarmado, pero nada más. Si es que ya quedaré como la peor persona del mundo, cuando realmente siempre era bueno con todo el mundo y el mundo era malo conmigo, no me toquéis los huevos con nada de eso porque sabéis que es verdad".
Aquella tarde del martes, Johan grabó nueve vídeos de despedida, subido sobre las tejas de la azotea de su bloque, amagando con suicidarse durante más de hora y media, mientras que los familiares de Claudia habían empezado a buscarla porque a las ocho salía de las clases particulares de la ESO y la llamaban por teléfono sin tener noticias de ella.
Quería que fuera sola
Los padres de la menor, Patricio y Carmen, ni se imaginaban que su niña no había llegado a poner un pie en la academia porque ese 8 de febrero su exnovio la citó para devolverle unas cosas. Así lo pone de manifiesto el análisis de los chats de WhatsApp que ha realizado la Guardia Civil: "En el primer mensaje de la conversación, se observa cómo Johan envía un archivo de audio, que se transcribe de manera literal, en el que le propone quedar a Claudia para devolverse enseres personales, llamando la atención que Johan puntualice a Claudia, que mejor vaya sola".
WhatsApp de Johan a 'Clau': "Buenos días, qué te iba a decir, que a qué hora nos vamos a ver hoy para darnos las cosas y tal... Que si puede ser a las cuatro y media de la tarde. A las cuatro y media, básicamente, para darnos las cosas y tal… Y nada, decirte que vengas sola, porque tú y yo sabemos que si viene Fernanda, cómo se va a poner, o si vienes con alguien. Ya está. Y no te voy a hacer preguntas por la nuestro y tal, porque ya me has dejado claro todo, solamente intentar despedirnos bien y ya está, que quede a lo bien y no a lo mal. Y ya darnos las cosas (…)".
El intercambio de enseres era el anzuelo mortal. El lugar escogido fue el trastero hasta el que Johan condujo a Claudia, provisto de un cuchillo de cocina, al que el adolescente alude en uno de los vídeos de despedida, explicándole a su madre que lo ha escondido en el canalón del tejado del bloque. El apartado de conclusiones del informe de la Policía Judicial es demoledor de cara al juicio al que será sometido este alumno de Bachiller del IES Juan de la Cierva de Totana: "Johan, antes del crimen, procuró previamente un lugar seguro, pudiendo llevar a Claudia al trastero con la excusa de que tenía allí sus cosas para devolvérselas. Se aseguró de que Claudia acudiera sola".
"No mostró arrepentimiento"
Los investigadores remarcan la supuesta frialdad con la que actuó: "Según afirma él mismo, lo hizo sin un motivo concreto, pero era algo que tenía planeado desde hace tiempo y con claras intenciones de acabar con su vida, simplemente para saber qué se sentía al matar a alguien".
"Tras lo sucedido, no mostró arrepentimiento, ni nerviosismo, ni siquiera se desmayó como él creía que pudiera hacerlo, ni tal vez tuvo la intención real de quitarse la vida, debido a que en las casi dos horas que permanece en el tejado grabando un vídeo tras otro, tranquilamente, en ningún momento hace el más mínimo movimiento de saltar hacia la calle".
En la actualidad, este adolescente, de 19 años, está recibiendo clases de refuerzo en el centro penitenciario con la intención de acabar sus estudios de Bachillerato, mientras aguarda para ser juzgado. Su abogada defensora, María Elena Alemán, explica a este diario que ha solicitado un informe de inimputabilidad para Johan: "A primeros de mayo, será examinado por un médico forense para evaluarlo a nivel psiquiátrico".
La letrada pretende demostrar que el adolescente mató a su exnovia movido por un supuesto trastorno mental, con el objetivo de lograr una atenuante que rebaje la pena de cárcel por este crimen machista que podría llegar a 25 años. "Mi cliente, en sede judicial, explicó que escuchaba voces y que no pudo controlar esas voces. Johan tiene impulsos de querer matar, la víctima conocía esos impulsos y mató a Claudia como podría haber matado a cualquier otra persona, incluso de su propia familia".
El prestigioso penalista Raúl Pardo-Geijo, que representa a los padres de la menor asesinada, no ha querido entrar a valorar el contenido de los vídeos, tan solo ha avanzado que está analizando al detalle todos los informes de la Guardia Civil para armar una acusación particular contundente: "Mi misión es condenar al presunto asesino a la máxima pena".