Corría la década de los 90 y algunos artistas como José Coronado, Javier Marías, Miguel Bosé, entre otros, se reunían cada tarde, alrededor de 500 noches y mucho más de 19 días en ‘El Café’, un pequeño restaurante de la Calle Belén en Madrid regentado por el mismísimo Joaquín Sabina y por Julio Sánchez para hablar, cantar, beber y divertirse. Allí crecieron, se divirtieron y se conocieron los artistas más destacados del panorama cultural español. Si sus paredes hablasen…
Tras la crisis del año 92 y pese a los buenos ratos que pasaban en esa 'tertulia', las pérdidas en ‘El Café’ eran notables por lo que Julio Sánchez, amigo íntimo de Sabina, decidió invertir en el país que al cantautor le apasionaba durante años, México. Entonces, Convenció a Sabina de que la gastronomía del país azteca estuviese en Madrid y así la gente pudiese disfrutar de ese apasionante mundo.
Fue entonces y gracias a la ayuda de unos amigos hosteleros mexicanos, que el 1 de agosto de 1995, 'El café' pasó a ser ‘La Mordida’ y a día de hoy, se ha convertido en uno de los mexicanos de referencia y se ha expandido muchísimo por toda la península convirtiéndose en franquicia.
Sánchez, pese a ser 10 años más joven del cantautor, es muy amigo suyo desde hace mucho tiempo. Han vivido muchas cosas juntos y, de hecho, según Sánchez ha contado en declaraciones a EL ESPAÑOL, estuvo viviendo en su casa una larga temporada. Montar 'La Mordida' fue el legado que pusieron en práctica.
Gastronomía mexicana
El ex cantante de ‘Los InHumanos’ y el que fue presentador de varios programas en Telemadrid tiene claro que “abrir este restaurante fue todo un éxito. "Ya llevamos más de 25 años abiertos”. Tanto que ya se consideran uno de los referentes en gastronomía mexicana lo que se debe, según recalca Sanchez, a que "lo hicimos cuando en España no se vendía aún este tipo de comida. Hemos marcado un estilo. Muchos restaurantes mexicanos de la propia península e incluso de Europa han salido de muchos clientes que pasaban por aquí y les gustaba”.
Por otro lado, la moderna estética tan colorida de los locales es uno de los ámbitos que más trabajan y de la que Julio se ha encargado personalmente durante años. Como él afirma, todos los decorados, así como las pinturas de las paredes y las esculturas con temática maya están realizadas a mano por artistas de gran nivel: "Gracias a nuestros amigos mexicanos teníamos contacto con artistas mexicanos como el gran pintor Antonio Medina. Más tarde, las fuimos desarrollando con un elenco poderoso de artistas venezolanos y boliviamos que manejan muy bien el tema de los colores".
Todos los locales tienen esta temática resultona pero el diseño de cada uno de ellos es diferente, "todo está decorado hasta el último rinconcito". Actualmente, hay 9 restaurantes en la capital española.
Pero, sin duda, 'La Mordida' se diferencia porque cuenta con una excelente relación calidad-precio. "Todos los ingredientes que utilizamos son naturales e incluso algunos los importamos directamente de México", afirma Sánchez. Y es que, su carta cuenta con una gran variedad de platos mexicanos: desde enchiladas, quesadillas, tacos, ensaladas hasta bebidas como cócteles, jarritas mexicanas e incluso agua de sabores a precios muy económicos. Se puede comer en condiciones por menos de 10 euros.
Platos estrella
Los platos estrella del restaurante, recuerda Sánchez, podrían ser "los tacos al pastor, la cochinita pibil y los nachos con guacamole" y cree, aunque haya pasado ya mucho tiempo, que al compositor de 'Pongamos que hablo de Madrid' le gustaba mucho el plato de la cochinita pibil. Esta especialidad está compuesta por 4 tortillas de carne de cerdo horneada y deshebrada con zumo de naranja y achiote, cebollita agripicante y frijoles refritos que cuesta tan solo 9,80 euros. Por su parte, el amigo del cantautor recalca que su favorito es, sin duda, las enchilladas de Mole que tienen un precio de 12,80 euros y son tres flautas de maíz rellenas de pollo o verduras bañadas en rica salsa y cubiertas de queso.
Carlos Ruiz es el actual director de 'Las Mordidas'. Con lo que respecta a Sánchez, cada vez está profesionalmente más alejado del restaurante. "Vivo cerca de Valencia en una granja con burritos, gallinas y con mi familia. Ahora, quiero disfrutar de la vida contemplativa", cuenta Julio, entre risas. Y, aunque avisa, que lleva tiempo sin ir a 'La Mordida' con su amigo, 'debido a que "Sabina por sus problemas de salud se ha aislado con el tiempo" anima a la gente a probar esta maravillosa gastronomía mexicana.
Y no es para menos porque es, sin duda, un lugar para contemplar el arte y la música, comer, disfrutar y mantener una divertida 'tertulia' con amigos o familia para así recordar cómo empezó todo.
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