fakllCada año, miles de españoles acuden a cualquier estación de la Inspección Técnica del Vehículo (ITV) con el objetivo de que le pongan a su coche o moto la ansiada pegatina que le autoriza a seguir circulando durante un tiempo más. Pese a ello, según la Asociación Española de Entidades Colaboradoras de la Administración en la Inspección Técnica de Vehículos (AECA-ITV), la mitad de los coches que circulan por España acuden a la ITV con su pegatina caducada. O lo que es lo mismo, el 50% de los automóviles de este país está circulando sin cumplir con el control y los estándares.
Todos ellos, deberían acudir a pasar su ITV si quieren ser multados con una multa que va desde los 100 hasta los 500 euros —sin retirada de puntos de carnet—. Pese a ello, según sus datos, al cierre de 2019 —último año con datos consolidados—, 4.051.098 vehículos (20,06% del total) no superaron a la primera la inspección obligatoria y fueron suspendidos por todo tipo de defectos. Por ello, esos conductores tuvieron que poner su coche a punto: neumáticos, luces, motor, aceites… todo. De lo contrario, se arriesgaban a un segundo suspenso con el dinero extra que ello puede conllevar.
Esta tasa de rechazo obedece a que durante las inspecciones se detectaron hasta un total de 17.176.021 defectos, según el último informe al respecto de la AECA-ITV. De esos defectos, un total de 11.050.977 eran graves. En otras palabras, “aquellos que automáticamente imposibilitan que un vehículo pueda superar la inspección técnica porque disminuyen las condiciones de seguridad del vehículo o ponen en riesgo a otros usuarios de las vías públicas o pueden tener un impacto sobre el medioambiente”, explican desde la asociación.
Por ello, en EL ESPAÑOL hemos acudido al taller Neumáticos Aparicio, situado en la carretera de Boadilla del Monte (Madrid), para que el mecánico y especialista José nos explique en qué consisten los 10 fallos más comunes que provocan que los conductores no aprueben su Inspección Técnica del Vehículo. También, el mecánico, con más de 25 años de experiencia en el sector, explica cuánto puede ser el precio de cada fallo cometido “teniendo en cuenta que los modelos de los coches son distintos”. A continuación, la lista:
1. Alumbrado y señalización (5-25€)
Según los datos de la AECA-ITV, los defectos más comunes que tuvieron los coches que suspendieron su primer examen de la ITV fueron sus fallos en el alumbrado y en la señalización. Es decir, un faro roto, unos intermitentes inútiles… cualquier fallo en el sistema de alumbrado hizo que el 25,5% de los coches no pasasen a la inspección a la primera en 2019.
Y es que este sistema es algo fundamental que nos permite tanto ver como ser vistos mientras conducimos. “Son elementos que proporcionan mucha seguridad”, sentencia el mecánico José que asegura que, en este apartado, el fallo más visto es “cuando se funde las luces de cruce o las de carretera”. Cambiar uno de estos elementos, en función del modelo del coche, le puede salir al conductor a una media de entre 20 y 25 euros.
“En cuanto los intermitentes, cuando no funcionan, en el 90% de los casos es que se ha fundido la luz aunque puede haber otras causas que no permitan su correcto funcionamiento como que hay un cable cortado, por ejemplo. Cambiar este tipo de luz suele costar entre 5 y 25 euros —dependiendo del coche— más la mano de obra que le pueda cobrar cada taller”, esgrime el profesional de la mecánica.
2. Ejes y neumáticos (50-300€)
La medalla de plata de los defectos por los que un coche no pudo pasar en su primer intento la ITV tuvo que ver con algún fallo relativo a los ejes y a los neumáticos según el Ministerio de Industria. En este sentido, “la causa más común de estos suspensos suele ser que el neumático ya ha cumplido su uso. Es decir, que esté muy desgastado”, cuenta el profesional de la mecánica José.
“También, ocurre que cuando un vehículo tiene mal alineados los ejes, puede provocar un desgaste irregular tanto el interior como en el exterior del neumático”, añade a este diario. Por estas razones —junto alguna más—, el 17,8% de los vehículos que se examinaron de la ITV en 2019 suspendieron en la primera oportunidad.
“Cambiar un neumático le puede costar a cada usuario entre 60 y 300 euros por rueda. Ten en cuenta que éstas varían en función de la marca y de las dimensiones”, concluye el mecánico.
3. Exceso de emisiones (20-90€)
Cada vez más, las estaciones de la ITV ponen más la lupa en lo que pueda o no contaminar un vehículo. Prueba de ello es que según los últimos datos conocidos —de 2019—, el exceso de emisiones contaminantes fue la tercera causa que más suspensos provocó en la primera convocatoria. En otras palabras, el 13,6% de los vehículos que intentaron pasar su inspección se fueron a casa sin su pegatina renovada.
Para José, en este sentido, el fallo más común en este apartado lo tienen los vehículos de tipo diésel. Concretamente, cuando se mueven poco y por ciudad. “Hay que tener en cuenta que el motor diésel funciona mejor cuanto más caliente esté porque mejor va a quemar el carburante. Entonces, si sólo conducimos por ciudad no da tiempo a que los motores se calienten y se produce carbonilla en la línea de escape. Esa suciedad se acumula y cuando en una inspección nos piden que aceleremos, el coche expende gases contaminantes como consecuencia de esta carbonilla”, explica con detalle el experto.
La solución: limpiar toda la línea de escape antes de pasar la ITV. “Yo recomiendo echar un bote de limpieza de escape que cuesta unos 20 euros y circular un tiempo prolongado por carretera. Así toda la línea se va limpiando poco a poco y se elimina la carbonilla. Si queremos acudir a algún taller que le pueda limpiar el sistema, el precio ronda en unos 90 euros de media”, cuenta.
Por último, otro fallo que se puede tener y que puede generar que su coche sea más contaminante de lo que debe es que tenga en mal estado el filtro del aire. “Cambiarlo puede costar entre 20 y 60 euros”, concluye el mecánico.
4. Frenos y pastillas (300€)
Otro sistema fundamental en la seguridad de los conductores y del resto de usuarios de la vía es el de frenado. Las ITV, en este sentido, también observarán que lo tenga correctamente. “Se fijan, sobre todo, en la eficacia del frenado y que el vehículo no frene de manera descompensada, es decir, que pueda frenar mejor de un lado que de otro”, en palabras del mecánico.
En 2019, el 12,03% de los vehículos no aprobó su ITV a la primera por fallos “relativos a frenos”. “El fallo en el sistema de frenado más común que yo he visto es cuando el tambor está descompensado”, esgrime José que asegura que se puede corregir cambiando, por unos 300 euros, la zapata y los bombines. “También, el sistema de frenado puede funcionar de manera irregular si los latiguillos —tubos flexibles por los que pasa el líquido de frenos— están deteriorados por el tiempo”.
5. Motor y transmisión (30-500€)
El motor es el corazón del coche. Y, evidentemente, las estaciones de la ITV también revisarán su correcto funcionamiento. Pero, a juicio del mecánico José, “la causa por la que más te pueden suspender en este aspecto tiene que ver con que las gomas que sujetan al motor —y lo agarran al chasis— estén deterioradas”. “Hay que tener en cuenta que el motor no puede ir fijado directamente porque el vehículo no aguantaría la excesiva vibración”, explica José con profesionalidad.
Nuevamente, y como en los casos anteriores, el precio para arreglar este tipo de deficiencia varía en función del coche. “Si se me rompiesen, arreglar los soportes de mi coche costaría unos 500 euros”, ejemplifica el mecánico que reconoce que también se pueden encontrar otros desde unos 30 euros.
6. Matrícula (15€)
La matrícula es el DNI de cada vehículo. Y, como le ocurre a usted, no puede tener su documento de identificación deteriorado. Por ello, otro fallo que se ha colado entre los 10 más comunes de 2019 y que ha generado un listado de suspensos en la ITV es el mal estado de la matrícula.
“Matrículas envejecidas, cuyos números se hayan desteñido provocando que se puedan confundir con otros es el defecto más recurrente”, explica José. “Arreglar una matrícula cuesta, de media, unos 15 euros”, sentencia.
7. Dirección (50€)
La dirección es otro de los aspectos que miran con lupa los trabajadores de las estaciones de la ITV. Y, por ello, no tenerla perfecta es otro de los fallos más frecuentes que hacen que los conductores se vayan a casa con su inspección denegada. La solución, a priori —y a posteriori— puede ser sencilla: alinear el paralelo.
“Esto puede costar unos 50 euros y suele ser el fallo más común, pero puede haber otros. De hecho, la cifra puede ser aún mayor si no sólo hay que ajustar las convergencias y divergencias. Si hay que ajustar otros ángulos, el conductor podría pagar más”, explica el mecánico José.
8. Interior: cinturones (100€)
No tener en perfecto estado el interior del coche y, concretamente, del cinturón de seguridad es otro de los 10 motivos más comunes por los que los conductores de España no pasan su ITV. Según el experto José, el fallo más común tiene que ver con el sistema de “anclaje” del citado dispositivo de seguridad.
“Este sistema es el que permite que el cinturón se pueda estirar y recoger correctamente. Si no tuviéramos bien este mecanismo, se puede suspender y habría que cambiarlo”, cuenta el profesional. Como en todos los casos, el monto a pagar depende del vehículo, pero la pieza del cinturón con el cierre puede rondar, de media, “unos 100 euros”.
9. Suspensión (600-700€)
De los recabados por EL ESPAÑOL, este es el fallo que más le podría costar a un conductor de cara a poder pasar su ITV. Se trata de la suspensión del vehículo. Y, en este caso, “el defecto más común se detecta cuando los amortiguadores pierden aceite porque en las estaciones de la ITV no tiene máquinas para comprobar su dureza”, cuenta el mecánico.
“Pero si perdieran aceite, significaría que están reventados y cambiar los amortiguadores puede costar, en función de cada coche, entre 600 y 700 euros”, concluye el profesional.
10. Otros: diagnosis electrónica
Por último, tanto la AECA-ITV como el Ministerio de Industria meten bajo un amplio saco titulado “otros” el resto de los fallos que pueda tener un coche o moto que puedan provocar que no apruebe la ITV. Uno de ellos, por ejemplo, es el sistema electrónico de los vehículos. “Si tuviésemos un piloto que se nos enciende en el cuadro, por ejemplo, podríamos suspender la inspección”, concluye José, experto en mecánica.
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