A las 10 de la mañana de este lunes Constantino Ruiz, concejal de Educación de Salas de los Infantes (Burgos), estaba a punto de llegar al colegio del pueblo para revisar unos arreglos. Iba charlando con varios compañeros mientras cruzaba la plaza Jesús Aparicio cuando, de repente, escuchó a varios vecinos gritar: "¡Hay una señora en el patio! ¡La han tirado por la ventana! ¡Es la Mónica!". El político fue corriendo al lugar que señalaban los testigos y se encontró a la mujer tirada en el suelo. Confirmó que se trataba de Mónica Asenova, una madre búlgara de 29 años que llevaba más de una década viviendo en el pueblo. La mujer estaba extremadamente herida en el suelo de un patio interior rodeado por varios edificios antiguos. Supuestamente su marido acababa de acuchillarla. Ella se asomó por la ventana de su vivienda para pedir ayuda y él la tiró. "Estaba rodeada por un charco de sangre", ha confirmado esta tarde el concejal a EL ESPAÑOL en el municipio burgalés. "Gritaba de dolor y decía '¡Me ha matado! ¡Me ha matado! ¡Me ha dado en el corazón!'", ha confesado el político a este periódico. A los 15 minutos aproximadamente la búlgara fallecía. Poco después Biser, su marido, se entregaba a la Guardia Civil.
Mónica tenía 14 años cuando tuvo a su primera hija con Biser en Bulgaria. La pareja provenía de una familia de músicos. El padre de él formaba parte de una importante orquesta del país. Dos años después, cuando el matrimonio ya vivía en España nació su segunda hija. La familia búlgara había empezado su nueva vida en el municipio burgalés de Salas de los Infantes, de 1.955 habitantes. "Se habían adaptado a la perfección. Ella siempre intentaba participar en las actividades del pueblo. Tenía un carisma especial", confirma un vecino de Salas. De hecho, Mónica era la primera de las suplentes de la lista de nueve candidatos del Partido Popular en el Ayuntamiento.
Las hijas, de 15 y 13 años, siguiendo la tradición familiar, estaban apuntadas en la escuela de música del pueblo. "Muchos vecinos les daban dinero para que pudiesen llegar a fin de mes", añade. Además, gracias a esas ayudas las hijas del matrimonio pudieron ir a clases de canto, violín y guitarra. "La mayor tiene una voz angelical", confiesa.
"Trabajaba como una bestia"
Muchos de los moradores de Salas de los Infantes donaban ropa a la familia e incluso movieron cielo y tierra para que pudiesen trabajar. Mónica empezó ganando dinero como empleada del hogar hasta que encontró un trabajo como cajera del supermercado DIA hace dos años. En sus tiempos libres organizaba eventos multiculturales en el Palacio Municipal de Cultura donde, por ejemplo, enseñaba a cocinar platos típicos de Bulgaria. "Trabajaba como una bestia", cuenta el vecino.
Biser, de 39 años, consiguió un trabajo como limpiador en el Ayuntamiento. Sin embargo, llevaba un tiempo en paro porque tenía problemas en el corazón.
Dejó de contestar al Whastapp
El pasado 28 de junio, Mónica tenía previsto cenar con sus nuevos compañeros del Consistorio, pero jamás apareció. "Me encontré a su marido esa misma tarde y me confirmó que ella cenaría con nosotros, pero no vino. No dijo nada y dejó de contestarnos al Whatsapp", confiesa una amiga de la víctima que trabajaba con ella en el partido político. Ese mismo día su vivienda apareció en llamas. "A eso de las 11 de la noche salía fuego de su casa. Teníamos mucho miedo de que el incendio se pudiese propagar a los edificios contiguos, pero los bomberos actuaron a tiempo", cuenta Jesús, un trabajador del pueblo. A partir de ese momento el pueblo perdió la pista de Mónica. "Nos enteramos de que se había ido a vivir con sus hijas a casa de su madre a San Leonardo de Yagüe, en Soria. No la volvimos a ver por aquí", añade.
El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción del municipio abrió diligencias y, tras recibir el atestado de la Guardia Civil, se archivaron al no hallarse responsabilidad delictiva alguna. Sin embargo, quien sí que siguió paseando por el pueblo fue Biser. "Me crucé con su marido hace dos días y tenía un brazo vendado porque se había quemado", cuenta M., otra vecina del municipio.
En 2011 Mónica denunció malos tratos
Según han informado a este periódico fuentes de la investigación, la mujer denunció ante la Guardia Civil a su pareja por unas lesiones tras una discusión. Posteriormente, ella manifestó ante la Benemérita que no quería continuar con la denuncia; al igual que en el Juzgado, donde concretó que se había producido un golpe accidentalmente. El hombre, que fue detenido y puesto a disposición judicial, quedó en libertad y el procedimiento se archivó de acuerdo con el criterio del fiscal.
Este lunes Mónica decidió volver a su antigua vivienda a coger algo de ropa alrededor de las 10 de la mañana. Allí, supuestamente, se encontró a su marido, quien la agredió con un arma blanca. Después, la arrojó por la ventana. Fue en el patio interior del domicilio donde algunos vecinos hallaron a la víctima, que aún vivía.
El 112 dio aviso del suceso a la Guardia Civil y a Emergencias Sanitarias-Sacyl, que envió una ambulancia de soporte vital básico y personal sanitario de Atención Primaria del centro de salud de Salas de los Infantes. Sin embargo, estos únicamente pudieron confirmar el fallecimiento de la búlgara.
Consternación
El pueblo burgalés está destrozado. Esta tarde, a las 20:30, un centenar de vecinos se ha concentrado frente al Ayuntamiento en memoria de la víctima. Julián Ruiz, el alcalde en funciones, ha leído un manifiesto en el que ha condenado "de manera categórica y sin fisuras este nuevo caso de asesinato machista". Después del regidor ha hablado Tania Davidova, una amiga de la fallecida. Ella, entre lágrimas, ha insistido en la importancia de llamar al teléfono de atención a las víctimas, el 016, en este tipo de situaciones: "Avisad a un amigo o a un vecino. No esperéis a que sea demasiado tarde. No tengáis vergüenza o miedo. No permitáis que os maltraten".
Mónica es la decimoséptima mujer asesinada este año por su pareja o expareja. En España, en 2019, también han sido asesinadas Piedad, de 51 años; Juana Ureña, de 47 años; Irene López; Nelea, de 22 años; María Soledad Bobet; Gloria Tornay Naranjo, de 58 años; María José Aboy Guimarey, 43 años; Estrella Domínguez, 63 años; Sheila Chazarro Moyano, 29 años;Daría Oliva Luna, 20 años; Rosa María Concepción Hernández, 60 años; Rosa Romero Rueda, 69 años;Rebeca Santamalia, de 47 años; Romina Celeste, de 28 años; Leonor Múñoz González, de 47 años; Rebeca Alexandra Cadete, de 26 años. La serie 'La vida de las víctimas' contabilizó 47 mujeres asesinadas en 2018 y 53 mujeres en 2017.