Raúl Díaz, marido de Romina, a prisión sin fianza por homicidio y maltrato
- La instructora, tras tomarle declaración durante dos horas y a petición del Ministerio Fiscal, ha tomado dicha medida.
- No ha reconocido ser el autor del crimen.
- Confiesa que intentó quemar su cadáver y lo tiró descuartizado al mar
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Raúl Díaz, marido de Romina Celeste, desaparecida el pasado 1 de enero en Costa Teguise (Lanzarote), ha sido enviado a prisión sin fianza por presunto maltrato y homicidio. Fue detenido el pasado domingo y pasó a disposición judicial este miércoles. El juez le tomó declaración y decidió dejarlo entre rejas tras sus confesiones.
En su declaración, Raúl Díaz afirmó que se había encontrado a Romina en su casa muerta, que iba drogado y que, atemorizado, decidió arrojarla al mar. Y, posteriormente, precisó que había convivido con su cadáver durante varios días, que intentó quemarla –durante siete horas en la barbacoa de su casa, según el medio canario el Pejeverde– y después, al intentar moverla, desmembrada, recogió sus partes y, en bolsas, los tiró por la costa.
Ambos venían de una relación anterior y tenían hijos (dos cada uno). Se conocieron en Madrid -aunque entonces él ya vivía en Lanzarote- y desde entonces comenzaron una relación de idas y venidas. "Y, de pronto, de un día para otro, se casaron", como reconoció una amiga de la víctima a EL ESPAÑOL.
Celebraron la boda en agosto, pero el matrimonio no funcionó como se esperaba. Dos días antes de casarse, ella lo denunció por maltrato. Y, un mes después, hizo lo propio. La noche del 31, discutieron. Ella quería traer a su primer hijo, de nacionalidad paraguaya -y de unos 10 años, según personas cercanas a la víctima- a España. Le costaba unos 5.000 euros, según reconoció Raúl.
Tras la discusión, él se fue de casa y, cuando volvió, se encontró que le faltaban 200 euros y que ella se había llevado su móvil -siempre según su versión-. "Ha ocurrido en otras ocasiones", reconoció, quitándole importancia. Pero la Policía le siguió la pista. Era el principal sospechoso.
El pasado domingo lo detuvieron. Tres días después, está en la cárcel. Los familiares lo señalan como el asesino. Romina, mientras tanto, sigue desaparecida. Lo acusan de homicidio u asesinato -eso lo determinará la investigación- y de maltrato.