Este es Manuel, el hijo maratoniano de un alcalde franquista que quería matar a Pedro Sánchez
- Era aficionado a las armas y a las carreras de fondo. Sus antecedentes familiares no le hacían ocultar sus simpatía por el dictador.
- Detenido un francotirador en Barcelona que quería matar a Pedro Sánchez
- Bruselas rebaja el crecimiento y cuestiona los presupuestos de Sánchez
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El padre de Manuel Murillo Sánchez fue alcalde franquista en su pueblo, Rubí (Barcelona) entre 1962 y 1979. Por eso, Manuel nunca escondió sus simpatías por el dictador. Tampoco su posterior enfado por la exhumación de sus restos del Valle de los Caídos. Por eso, este francotirador aficionado decidió vengarse del presidente matando al líder socialista, pegándole un tiro como hicieron con Kennedy. Él es el francotirador que quiso vengar a Franco.
Los Mossos d’Esquadra han detenido a Manuel Murillo Sánchez, vigilante de seguridad de 63 años, exatleta de fondo y tirador aficionado, porque quería disparar contra Pedro Sánchez. Cuando los agentes han intervenido, han podido comprobar que el francotirador no iba de farol: tenía en su casa un auténtico arsenal compuesto por 16 armas de fuego entre pistolas, escopetas y rifles de asalto.
A Manuel Murillo Sánchez se le conocen tres aficiones por encima de todo: el atletismo de fondo, Franco y las armas. En el atletismo vivió tiempos dorados: en los 80 se proclamó campeón de España de los 100 kilómetros. A pesar de que ahora está al borde de la jubilación, sigue participando en ‘cursas’ (carreras amateur).
Sobre su pasión por Franco, procedía de su padre, Manuel Murillo Iglesias, que fue el alcalde de Rubí entre 1962 y 1979. Su hijo Manuel nunca ocultó sus simpatías por el dictador. El conflicto catalán le ha llevado a acrecentar su odio en los últimos tiempos. La exhumación de Franco ha sido la gota que ha colmado el vaso.
Respecto a su afición a las armas de fuego, sólo los más allegados lo sabían. Manuel no tiene antecedentes policiales ni ha protagonizado ningún incidente con las armas de por medio. Practicaba tiro en el Club Vallès de Terrassa. Nació allí porque Rubí no tenía hospital y en aquella época, los niños de la zona nacían todos en Terrassa, que es la ciudad grande del área.
El hijo del exalcalde franquista se mostraba agresivo y violento contra Sánchez en su entorno, especialmente en grupos de WhatsApp, donde le adivinaron las intenciones. Un miembro de un grupo de esta aplicación de mensajería fue el que dio la voz de alarma. Avisó a la policía autonómica, que tras hacer las comprobaciones pertinentes, optaron por actuar y detener a Manuel. El francotirador ha sido trasladado a la prisión de Brians 2, enviado por el Juzgado Número 4 de Terrassa.
El padre del detenido fue Manuel Murillo Iglesias, nacido en Rubí en 1927, pero hijo de emigrantes aragoneses. Enseguida manifestó sus simpatías por la Falange y desde muy joven empezó a militar, ostentando varios puestos en la formación como Jefe Provincial de los Cadetes y Guías.
Las inundaciones le llevaron a la alcaldía
Tomó posesión como alcalde de Rubí una fecha significativa: el 20 de noviembre de 1962. Significativo el 20-N por ser la fecha en la que, después, en 1975, murió Franco. Y significativo 1962 porque fue el año en el que una riada azotaba los municipios de Terrassa y Rubí, que comparten río. Los hechos tuvieron lugar en septiembre y dejaron centenares de muertos. Manuel fue nombrado primer edil a raíz de aquellos sucesos, sutituyendo a su antecesor Miquel Rufé.
El mandato de Murillo se caracterizó por la expansión urbanística que impulsó en Rubí. Mandó construir los puentes sobre el río que actualmente vertebran la ciudad. Fue condecorado varias veces por el regimen, como reconocimiento a su labor para el partido. Murió en 2001.
Así, su hijo Manuel, nacido en 1956, siempre estuvo en contacto con ambientes franquistas. Ambientes que nunca ha dejado de frecuentas, porque aunque no es un activista, es de sobre conocida por sus conocidos su ideología radical y su disgusto con el actual gobierno por lo que él considera un agravio a Franco, refiriéndose a la exhumación de los restos del dictador del Valle de los Caídos.
De todos modos, la categoría de francotirador le viene grande. El Periódico ha hablado con Manuel Moreno, el presidente del club de tiro al que acudía Manuel Murillo. Ha declarado que no era un francotirador, sino un tirador bastante mediocre que podría ser calificado de cuarta categoría. No obstante, los Mossos se han incautado de todo un arsenal en su casa, entre los que se encontraban armas como fusiles de asalto.