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Tras la primera entrega de la entrevista con el presidente suspendido de la Federación Española de Fútbol (RFEF), centrada en su trayectoria personal y su detención y encarcelamiento el pasado mes de julio, EL ESPAÑOL publica la segunda y última entrega, centrada en la Operación Soule y el complicado panorama que vive la Federación. Este pasaje se refiere a la crisis abierta en la RFEF y los posibles escenarios futuros. Una parte de esta pieza fue hecha por escrito (con derecho a repreguntas posteriores), dada la delicadeza de la situación procesal de Villar y la necesidad de revisar ciertas respuestas con sus abogados.
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Varios recursos judiciales oscurecen y complican el futuro de la Federación, la salida de esta crisis. Los recursos y querellas se superponen unos a otros con un ritmo frenético. ¿Le compensa tanto lío para regresar a la Federación?
Sobre mi persona y mis compañeros presidentes de federaciones territoriales (y algunos empleados de la Federación) ha habido un auténtico linchamiento mediático, social e institucional. De todos ellos, mi linchamiento ha sido el más grande, por haberse incluido además a mi hijo, de forma profundamente injusta y sin motivo alguno.
Ustedes lo han visto: ‘pena del telediario’, descalificaciones, insultos, mentiras, difamaciones, apertura de los noticiarios, proyectándose dichas informaciones a todo el mundo del fútbol nacional e internacional, así como a la sociedad, basándose en todo un cúmulo de acusaciones que no han sido contrastadas, saltándose la presunción de inocencia y las garantías de defensa. Destruyendo una carrera y una reputación labrada con esfuerzo durante tantos años. Pero parece que nada de esto importa.
Dos enemigos declarados contra mi persona, como han sido Miguel Cardenal (siendo secretario de Estado para el Deporte) y Jorge Pérez, me denunciaron por hechos que no constituyen ningún delito, tan sólo para dañarme y satisfacer sus intereses personales.
A raíz de ello me investiga la Fiscalía durante más de un año y medio sin tener yo conocimiento de ello, por lo que nunca me dieron la posibilidad de poder contrarrestar sus acusaciones o al menos poder ofrecer mis explicaciones. Luego graban mis conversaciones telefónicas, las descontextualizan completamente por falta de rigor y conocimiento, y finalmente me detienen, sin saber nada de lo que había estado sucediendo. Me llevan a un calabozo, incomunicado, luego dos días más tarde a la Audiencia Nacional y allí sin darme la posibilidad de conocer el expediente previamente como obliga la ley, sin poder preparar mi defensa y sin que el Juez Instructor me hiciera una sola pregunta, contestando con honestidad a todas las que me hizo la fiscalía, después de tan sólo una hora y media de interrogatorio me envían a la cárcel, y estando allí dentro sin posibilidad alguna de defenderme, me suspende el CSD en mis funciones como Presidente de la RFEF.
Todo esto me hace sentir muy mal, me hace replantearme todo, tanto como persona sometida a una investigación penal como ciudadano. Jamás pensé que a estas alturas una cosa así podría ocurrir en mi país. Hay gente que incluso se ha alegrado de ello, y hoy en día algunos medios de comunicación e instituciones públicas siguen linchándonos... Figúrese que los actores de todo esto ya han conseguido lo que deseaban, apartarme de mi trabajo diario. Pero pienso que este linchamiento sigue y seguirá hasta que dimita. Es un linchamiento sobre un linchamiento sobre un linchamiento... Hasta que me encuentre debajo de la tierra no van a parar… Algunos desearían que no estuviera vivo.
El Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) le acusa de haber actuado con parcialidad en la última precampaña electoral.
He de expresar que al señor Lete lo considero uno de los linchadores. Mire, en un país avanzado, se supone que los servidores públicos han de tratar los asuntos de esta naturaleza con exquisita neutralidad y no meterse en los asuntos propios de entidades privadas como la Federación. Entonces, ¿cómo puede concebirse que este señor diga públicamente que yo ya debería haber presentado mi dimisión, y que, en caso de que no lo haga, el camino a seguir es la moción de censura o la repetición de las elecciones, condicionando además con sus palabras las futuras decisiones del TAD, cuyos miembros los designa el CSD?
¿Cómo una persona con esa responsabilidad pueda extralimitarse de este modo de sus funciones, no respetar mi derecho a la presunción de inocencia y marcar el camino de una asociación privada? Es inconcebible, pero nadie dice nada al respecto, ni defiende la independencia de la Federación.
Al señor Lete lo considero uno de los linchadores
El señor Lete requirió al TAD la apertura del expediente al que usted se refiere, previa denuncia del señor Tebas y Jorge Pérez, entre otros, por haber utilizado una web y una cuenta de Twitter y haber asistido a diferentes actos de precampaña. Casualmente el TAD nombró (o se autonombró) como instructora a la señora Cristina Pedrosa Leis, quien fuera designada en dos ocasiones por el señor Lete cuando era Director General de Deportes de la Xunta de Galicia como integrante del Comité Gallego de Justicia Deportiva. También debe de ser una casualidad que, una vez que el señor Lete llegó a ser Secretario de Estado, la nombró para formar parte del TAD.
Y también debe de ser un golpe caprichoso del destino que Pedrosa Leis fuera designada como instructora en el expediente disciplinario abierto por el TAD contra mí con base en el auto del juez Pedraz, que sirvió para que la Comisión Directiva del CSD acordase mi suspensión. Me consta, además, que el señor Lete y la señora Cristina Pedrosa tienen una relación de amistad, y también creo que existen relaciones entre el señor Lete y el esposo de ella. Por todos estos motivos, la señora Cristina Pedrosa tenía que haberse abstenido; al no hacerlo, me ha obligado a recusarla.
Afirma usted que tenía autorización para esas actividades en precampaña.
El señor Lete no me pregunto antes de solicitar la apertura del expediente disciplinario cuando la ley le da esta posibilidad. Si lo hubiera hecho, habría conocido la existencia de unas Instrucciones Generales de la Comisión Electoral de la RFEF, en la que ante una consulta previa realizada por mí se autorizaba con carácter general a los candidatos la realización de actos privados de precampaña. Tanto yo como el señor Pérez (las instrucciones fueron dictadas a instancia de ambos).
Estos días la señora Pedrosa Leis me ha comunicado la propuesta de resolución, en la que considera como sanción nada más y nada menos que mi destitución, haciendo caso omiso a la Comisión Electoral. Sería una actuación sin precedentes en la Justicia Deportiva española destituir definitivamente al presidente de una federación deportiva… La propuesta de una sanción tan grave, que de ser adoptada conllevaría la convocatoria de elecciones a la presidencia, debe de ser también un nuevo episodio del caprichoso destino, que parece que algunos me tienen preestablecido desde hace tiempo, ¿no cree….?
Todo su discurso rezuma un cierto victimismo...
Son tan burdas estas actuaciones que por sí mismas muestran el acoso contra mi persona. Quiero solicitar desde aquí a los restantes miembros del TAD que no entren en el juego del señor Lete con la señora Pedrosa Leis. Me quieren destituir del cargo por un hecho ‘tan grave’ como tener una web o un Twitter cuando era precandidato a la presidencia, cuando además seguí las instrucciones de la Comisión Electoral… Mi equipo jurídico está estudiando detenidamente toda esta documentación y emprenderé las acciones legales que correspondan, incluidas, en su caso, las penales.
Si el Consejo de Estado da el visto bueno a un informe del TAD, las elecciones se repetirán la próxima primavera por defectos diversos.
El recurso presentado por el señor Lete es una prueba más de su desesperación por obtener por cualquier medio, siendo el respeto a la Ley lo de menos, su objetivo de apartarme definitivamente del cargo. Como usted sabe, el TAD se encuentra adscrito al CSD, quien designa a sus miembros, y el señor Lete ha solicitado formalmente al TAD la anulación de las elecciones. No deja de ser curioso y sobre todo muy neutral el sistema, ¿no le parece? La decisión del TAD ha sido duramente criticada por excelentes juristas. ¿Puede usted creer que, según me han dicho y debo contrastar, parecería ser que el miembro del TAD ponente de la resolución es letrado del Consejo de Estado (el organismo que tiene en sus manos validar o no la decisión del TAD)?
De corroborarse este hecho, sería gravísimo, pudiendo salpicar a una de las instituciones más serias de este país, el Consejo de Estado, que espero no se preste a ser cómplice de las actuaciones orquestadas desde la Presidencia del CSD y el TAD. De todas ellas, a mi juicio las más grave es la utilización de las conversaciones interceptadas en el caso Soule en un procedimiento administrativo, lo cual se encuentra taxativamente prohibido por la Ley y el Tribunal Supremo. Incluso en el ámbito penal este tipo de interceptaciones tan sólo se pueden acordar en investigaciones de delitos muy graves. Esas llamadas constituyen tan sólo indicios en una investigación penal, no son hechos probados ni mucho menos. ¿Se imagina usted que dentro de un tiempo se archive la causa o se me absuelva?
Está prohibido utilizar las conversaciones interceptadas en el caso Soule en un procedimiento administrativo
¿Cómo se podría mantener una decisión del TAD en estas circunstancias? El TAD no puede utilizar ningún elemento probatorio que se encuentre ahora mismo en fase de investigación penal, su argumento es absolutamente ridículo e insostenible para cualquier persona con unos mínimos conocimientos de Derecho. Debe esperar hasta la finalización de este proceso judicial, pero no lo hace por los intereses de sobra conocidos.
Otro punto de discordia, una vieja pelea, es la posible rebaja del umbral de éxito de la moción de censura (de dos tercios al 50% de la Asamblea).
La Junta Directiva recurrió la Orden Ministerial de elecciones a las federaciones nacionales del ministro señor Méndez de Vigo. Ello porque nuevamente volvía a constituir una extralimitación reglamentaria, sin habilitación legal, para injerir en la autonomía de la RFEF como entidad privada.
En concreto, la Audiencia Nacional ha estimado la parte de nuestra demanda referente a la mayoría necesaria para que prospere una moción de censura: ha considerado que ello sólo puede regularse en los estatutos de las federaciones, y los de la RFEF establecen desde hace muchos años que deben votar a favor 2/3 de los miembros para que prospere.
Ha solicitado recientemente la nulidad de su suspensión como presidente en un recurso contencioso-administrativo con aparente solidez jurídica. ¿Quiere de verdad regresar a la Federación?
Es cierto que he impugnado ante los tribunales la suspensión de mis funciones por un año. Aquí también son numerosas las irregularidades cometidas. Uno de los argumentos del recurso es que el señor Lete actuó en manifiesto fraude de ley. En el escrito que envió al TAD para que me abrieran expediente disciplinario por el caso Soule, él admite conocer los escritos de denuncia presentados por Miguel Cardenal desde noviembre de 2015. Desde la llegada del señor Lete a la Presidencia del CSD, en noviembre de 2016, no los denunció al TAD. Sólo cuando la prensa hizo público el auto del juez Pedraz requirió al TAD para que actuase y me abriera un expediente (el cual fue inmediatamente fue suspendido por el TAD porque así lo dice la ley: cuando hay una investigación penal en curso, todas las actuaciones administrativas han de paralizarse hasta conocer el resultado de la misma). Al día siguiente me suspendieron de mis funciones, lo que demuestra que la única finalidad de iniciar el expediente era suspenderme de mi cargo, no existía otra.
Quiero volver a la presidencia de la RFEF
Pero aún más grave es que el señor Lete solicitó un informe a la abogacía del Estado sobre la apertura del expediente y mi posible suspensión, y resulta que este informe le deja bien claro que no se le había aportado documentación por la que se pudiera concluir que yo habría cometido alguna infracción disciplinaria, y que en todo caso el procedimiento disciplinario se debería detener hasta que se resolviese el penal. El señor Lete hizo caso omiso de este informe y aún así me suspendió. Además, todos los hechos que presuntamente se me imputan estarían prescritos en el ámbito administrativo.
Claro que quiero volver a la presidencia de la RFEF. Lo que se ha hecho conmigo y con mis compañeros presidentes ha sido un golpe de Estado, utilizando los mecanismos del Estado de Derecho, como ciertos profesionales de medios de comunicación, el CSD, la Fiscalía, la UCO y los tribunales de Justicia.
Usted ya había amenazado, por escrito y presentándose en el mismo CSD, al secretario de Estado para el Deporte. Le acusa de actuar por motivos mediáticos y espurios y de quebrar principios legales. Es una paradoja, puesto que cuando usted estuvo en la cárcel muchos le criticaron por blando y conciliador.
Yo no he amenazado al Secretario de Estado. Tal y como le he comunicado por carta, la misma obedece al legítimo ejercicio de mi derecho de defensa y en preparación de las actuaciones legales que me reconoce el ordenamiento jurídico.
Son muchas las irregularidades supuestamente cometidas por el señor Lete que se denuncian en esta carta, algunas de las cuales ya se las he explicado a usted durante la entrevista. Añado su trato discriminatorio y desigual hacia mí. Lo que le estoy solicitando son las explicaciones de su abusivo y arbitrario modo de proceder, reitero, para tenerlas en cuenta a la hora de poder defenderme.
Pero es que además toda estas injerencias del señor Lete en la RFEF podrían desembocar en una sanción muy dura, como la suspensión de la Federación por parte de la FIFA y de la UEFA, por atacar la independencia y autonomía de la RFEF. Ello podría poner en peligro la participación de España en el próximo campeonato del mundo, y los únicos responsables si esto llegase a ocurrir serían el señor Lete y el ministro Sr. Méndez de Vigo. Qué irresponsabilidad...
¿Cuando fue arrestado, por qué renunció a la UEFA y a la FIFA, pero no a la Federación?
Por no perjudicar a estas dos instituciones… Iba a haber muchos comentarios. Pero a la RFEF se la defiende mejor no dimitiendo que dimitiendo.
Juan Luis Larrea, el presidente en funciones de la Federación que llenó el vacío de poder tras su suspensión, fue su tesorero durante 28 años y sin embargo no aparece mucho en el auto. ¿Le ve como un buen sucesor hasta 2020? ¿Cree que se presentará a unas elecciones si se confirman?
No lo sé. No he hablado con él acerca de si se presentaría. Juan Luis Larrea es un hombre preparado y capaz. La aplicación de los Estatutos de la RFEF le han convertido en presidente interino. Ha sido valiente al aceptar este reto.
Parece ser que un sector del fútbol español nos quiere apartar. La presentación de un voto de censura contra mí, en caso de prosperar, investiría como presidente al señor Luis Rubiales. Vamos a luchar por defender nuestra posición.
Entiendo que Luis Rubiales, su exdelfín, ya no lo es tras haber votado a favor de su suspensión el pasado mes de julio.
Luis Rubiales nunca ha sido mi delfín. Un día tuve una conversación con él, en la que hablamos sobre si yo dejaba de ser presidente de la Federación, si le veía a él capacitado para sustituirme. Le dije que era algo factible, pero que también existían otras personas muy válidas y capaces para ostentar el cargo. Pero que, en todo caso, la decisión sobre quién debería ser el candidato llegado su momento debería salir del mayor consenso de los presidentes territoriales.
Pocos días después de esta conversación privada, se publicó en los medios que el señor Rubiales era mi delfín. Como le he explicado, yo nunca le dije eso, ya sabe que no me prodigo con este tipo de cosas. Fue una filtración falsa e interesada, realizada por alguien que parece no es muy difícil de adivinar.
Mire, yo fui uno de los fundadores de la AFE y vicepresidente del sindicato, promoví como tal la primera huelga de futbolistas españoles para defender nuestros derechos más básicos.. El señor Rubiales, como presidente de AFE, me impuso dos distinciones que llevo con mucho orgullo por mi pasado, las cuales le agradecí enormemente.
Luis Rubiales nunca ha sido mi delfín
Deben de ser paradojas de la vida que el señor Rubiales me imponga dos distinciones y que sea él quien promueva un voto de censura. También ha manifestado, tanto pública como privadamente, que soy un hombre de valores, pero sin embargo con su voto de censura podría no permitirme seguir defendiendo mi inocencia desde la presidencia.
Al señor Rubiales le tengo que felicitar por defender a los presidentes territoriales que han sido investigados en la causa Soule ante el Secretario de Estado, para evitar que la Comisión Directiva los suspendiera provisionalmente. Además de que ha sido él, y lamentablemente no la RFEF, quien les ha buscado abogados para su defensa.
Pero en mi caso no actuó de la misma forma. En la Comisión Directiva del CSD votó para que me suspendieran de mi cargo. Él se justifica diciendo que mi caso no es el mismo. Pero creo sinceramente, y él lo sabe, que no estuvo acertado en apoyar la propuesta del señor Lete de suspendernos por un año, esperando mi dimisión para allanarle el camino. No me defendió como hizo con los demás compañeros, miró exclusivamente por su propio interés y futuro electoral, preparando su camino hacia la presidencia de la RFEF, sin importarle en absoluto mi situación y el bien institucional de la federación.
¿Cómo está la correlación de fuerzas (de avales) en este momento si hay moción de censura a corto plazo o elecciones a medio plazo?
El señor Rubiales manifiesta que va a prosperar el voto de censura. Yo personalmente creo que lo tiene difícil. Lo va a perder. Parece ser que algunos tienen miedo a que asista a la Asamblea General para ejercer mi derecho a defenderme de la moción y que esta no prospere: al parecer, algunos en la Junta Directiva han manifestado que no puedo asistir a defenderme a la Asamblea, porque estoy suspendido. Entiendo que el derecho a la defensa en el voto de censura no se encuentra dentro de las funciones suspendidas, por lo que si llegara el caso, defenderé esta posición legalmente.
Me hago la siguiente pregunta: si me va a ganar, como el señor Rubiales dice, ¿por qué está tan interesado en que no asista a la Asamblea General para poder defenderme? ¿Le tendría que dar lo mismo, no cree usted?
Si por el contrario finalmente no hay voto de censura y sí elecciones, y los linchadores me permiten presentarme, lo haría para volver a disponer de los apoyos de todos mis compañeros, y de retomar nuevamente la unidad de los presidentes de las federaciones territoriales, que tanto bien ha aportado al fútbol español.
La unidad, en realidad, ya estaba rota antes…
No es verdad… Cuando empecé, tampoco existía esa unidad... Después unifiqué todo ese movimiento, y después hubo una o dos, o tres, federaciones, que se separaron. Pero la unidad la he mantenido durante muchísimos años, y además gobernando. Ahora la unidad se está dividiendo desgraciadamente: hay unas que apoyan la moción de censura y unas que no...
Hace tan sólo unos pocos meses estos presidentes me apoyaban al 200 por cien, pero han cambiado de opinión. Sinceramente pienso que este cambio es porque creen que dimitiendo de mi cargo de presidente lo van a tener más fácil en sus procedimientos disciplinarios ante el TAD y en la causa ante la Audiencia Nacional, porque el señor Rubiales se ha comprometido a defenderlos. Creo que están equivocados. Su verdadera defensa, la mía y la de todos los demás, es estar unidos en la verdad de lo ocurrido y de los hechos que acreditan que no hemos cometido ningún delito, que ha constituido un atropello para todos. No creer en la palabra del Secretario de Estado, que llegó incluso a solicitar una apertura de expediente sancionador contra todos ellos y contra mí (en contra de lo expresado por los informes de la abogacía del Estado solicitados por él mismo). Desde aquí les digo que, por favor, no sean ingenuos.
Por cierto, he podido comprobar que uno de los presidentes que ha firmado el voto de censura tiene un busto mío en el hall de su federación. Ese gesto y reconocimiento me hicieron muy feliz en su momento. Pero muy a pesar mío, al apoyar el voto de censura, me agradaría más si quitase mi busto de dicho hall.
¿Hay algún buen candidato para dirigir la Federación Española de Fútbol?
Hay extraordinarias personas que pueden ser candidatos a la presidencia de la RFEF, pero como personas prudentes están dubitativas de presentarse debido a la situación actual.
¿Quiénes podrían ser esas personas dubitativas?
No sé...
¿Se refiere a Emilio García Silvero?
Siempre pensé que el sucesor saldría de las federaciones territoriales, o sería propuesto por ellas, pero en este contexto ninguno parece atreverse. Se ha hablado de él y de Manuel Llorente, el expresidente del Valencia. Larrea también ha dicho en Marca que se quiere presentar. Pero ninguno ha sido iniciativa mía.
¿Acepta alguna de las acusaciones?
No acepto ninguna. Todos los días hago un examen de lo actuado como presidente y encuentro actuaciones que pudieron ser mejores, aciertos y fallos, pero jamás algo que pudiera constituir los ilícitos penales que se me imputan. También reconozco haber hecho en algunos casos mal las cosas, pero también hay personas que dicen que he hecho muchas cosas bien. En toda gestión existen actuaciones mejores o peores, pero al final hay que ponerlas todas en la balanza y ver a qué lado se inclina. En mi caso, tras 28 años de gestión creo que se inclina al lado de los buenos hechos.