Raciones para uno, monodosis de pimentón y adiós palillos: vuelven las pulpeiras gallegas
Los negocios gastronómicos que agrupan más adeptos alrededor de generosas raciones servidas en platos de madera preparan su reapertura reduciendo aforos, calculando pérdidas y buscando nuevas fórmulas para continuar con su actividad tras la pandemia
17 mayo, 2020 06:00Las pulpeiras son para muchos templos gastronómicos en Galicia y estos lugares donde era habitual ver estampas de mesas multitudinarias compartiendo raciones de pulpo y cachelos en platos de madera y con los palillos como herramienta principal tienen sus días contados. El coronavirus ha traído una "nueva normalidad" en la que muchas cosas cotidianas ya no volverán a ser como antes y donde hasta nuevo aviso lo más visto serán las mascarillas y los guantes además de mantener la distancia social obligatoria de al menos dos metros. Estos negocios de la comunidad no son ajenos a esta anómala y novedosa situación y ya están dando los primeros pasos para adaptarse y poder reabrir pronto con medidas como raciones individuales, monodosis de pimentón y aceite, cubertería individual y nada de palilleras ni saleros.
Dos populares pulpeiras de la ciudad, la de Melide y la Rompeolas, están dejando todo listo esperando a que la comunidad avance en el plan de desescalada trazado por el gobierno central a la vez que hacen cuentas debido a que cerraron sus puertas hace ya más de dos meses. El responsable de la pulpeira de Melide, Antonio Rodríguez, echa la vista atrás y recuerda que en estas mismas fechas el año pasado (gracias a las celebraciones de San José, Semana Santa y el puente de mayo) "hicieron una caja de alrededor de 400.000 euros", una situación muy diferente a la que viven actualmente con "cierre total".
El restaurante cuenta con 50 mesas de cuatro personas (de las que ya han retirado parte para respetar la distancia obligatoria de dos metros) y han decidido eliminar servilleteros y palilleros, además de poner cubertería individual, de cara a la nueva situación sanitaria que estamos viviendo. "Vamos a introducir en nuestra rutina monodosis de aceite y servir nosotros a los comensales cuando pidan sal o pimentón. Además trabajaremos con los Equipos de Protección Individual (EPI) que marquen los protocolos del gobierno como guantes o mascarillas", explica Rodríguez.
El dueño del negocio tiene esperanzas de poder abrir el próximo 22 de mayo pero se mantendrá "pendiente del BOE y de las asociaciones a las que pertenece el restaurante" a la vez que admite que "las pérdidas de estas semanas nunca se van a superar". "Esperamos que cuando esto se supere volvamos cuanto antes a la situación que había antes del coronavirus", deseó.
Por su parte, uno de los responsables de la pulpeira do Rompeolas, Javier Fraga, detalla que el aforo que tenían antes de la pandemia era de 50 comensales dentro y 40 en la terraza, algo que cambiará a partir de ahora debido a la pandemia pero que ya lo hizo cuando se vieron obligados a cerrar el negocio el pasado 14 de marzo originando unas pérdidas "en las que prefiere no pensar". Para sobrellevar el confinamiento y mantener el negocio a flote empezaron a ofrecer servicio a domicilio desde el 1 de mayo con posibilidad también de recogida en el local y hace unos días gracias a la fase 1 han abierto la terraza con la mitad de aforo.
En cuanto a la nueva manera de funcionar en la pulpeira, aclara que varias de las opciones que están meditando son "poner tablas de pulpo a cada comensal individualmente o acercar una ración a las mesas que se repartirá en cada plato" además de que están separando las mesas con las distancias estipuladas por Sanidad en los protocolos de desconfinamiento y extremarán la limpieza tanto en cocina como en sala.
"Creo que poco a poco la gente irá retomando las costumbres anteriores a la pandemia y todo volverá a al normalidad aunque llevará tiempo. No tenemos previsto la instalación de mamparas a no ser que sean obligatorias", concreta, a la vez que se muestra tranquilo porque "el precio del pulpo sigue estable" pero se muestra expectante sobre cómo evolucionará la demanda "que es lo que hace que el precio suba" y aún les queda por delante definir la fecha concreta de reapertura en función de las condiciones sanitarias.