Cinco pueblos de montaña por los que perderse en Galicia
La comunidad cuenta con auténticas joyas naturales en las que se encuentran estos municipios por los que se pueden visitar todo tipo de aldeas, cascadas y bosques
8 abril, 2023 05:00El inicio de la primavera, el tiempo anticiclónico y las horas de luz hacen que cada vez apetecen más escapadas cortas para liberarse del estrés de la semana. En Galicia estos son los momentos en los que las playas y las zonas costeras comienzan a saturarse de visitantes, pero no son la única opción para disfrutar de la comunidad.
Las zonas de montaña y los pueblos del interior de la región suelen llevar menos atención, a pesar de esconder algunas de las joyas naturales más bonitas de Galicia. Lugo y Ourense son las provincias protagonistas de este tipo de turismo rural, sobre todo en su zona de fronteras en Asturias y Castilla y León, donde está el Macizo Central.
Pedrafita do Cebreiro, Lugo
Pedrafita do Cebreiro es el primer punto del Camino Francés en la comunidad y es conocido por sus características pallozas, unas construcciones que datan de la época prerromana. El municipio era entonces el paso romano a Astorga y desde entonces se ha convertido en un punto estratégico para conectar el noroeste español con el resto de la península.
Una de las leyendas más curiosas sobre este pueblo es la del Milagro de O Cebreiro. Según esta historia, el Santo Grial, la copa utilizada por Jesucristo en la última Cena, había acabado en esta localidad lucense. Aunque no se sabe muy bien cómo, la prueba se remonta al año 1300 cuando un monje de la Iglesia de Santa María estaba celebrando la Eucaristía y despreció al único vecino que atendió. Dios, castigando la fe del religioso, convirtió la hostia en carne y el vino en sangre. La imagen de la Virgen en el altar también se movió, colándose de rodilla e inclinando la cabeza en señal de respeto.
Esta iglesia es ahora una de las principales atracciones del municipio, junto con el conjunto etnográfico de O Cebreiro y el monumento al peregrino que se encuentra en el Alto de San Roque.
Rubiá, Ourense
La localidad de Valdeorras Rubiá es el hogar del Parque Natural da Serra da Enciña da Lastra. Se encuentra justo en los valles del río Sil, y es famosa entre los amantes de la espeleología por la cantidad de palas que hay en el Parque, grutas llenas de estalagmitas y estalactitas donde también se encuentran algunas de las mayores colonias de murciélagos de España.
Un paraíso perfecto para perderse en la naturaleza, el municipio también alberga un antiguo horno de cal, en la parroquia de Pardollán. En la zona, conocida por las minas y los trabajos de cantería, se trabajaba antiguamente en hornos como el de Caleira para llevar a cabo la fabricación de yeso y cal. Se encuentra muy cerca del embalse de Peñarrubia en el que también se puede observar el trazado del ferrocarril.
Hay dos miradores en la localidad que permiten observar el río en su mayor esplendor: el de A Cruz y el de Vilardesilva. Desde ambos podrás observar la montañas que hacen de frontera natural entre Galicia y León.
Ribas de Sil, Ourense
Nos vamos a Ribeira Sacra, una de las zonas mágicas de Galicia. Los orígenes de la localidad de Santo Estevo Ribas de Sil se remontan a la época del Imperio Romano, cuando la localidad se utilizaba sobre todo por su potencial minero. Está considerado uno de los pueblos más bonitos de Ourense de acuerdo a la revista National Geographic y destaca, no solo por su entorno natural, sino también sus restos arqueológicos.
Ribas de Sil, en el municipio de Nogueira de Ramuín (Ourense), conserva su monasterio más famoso, el de Santo Estevo, hoy en día convertido en parador, además del de Santa Cristina. Este monasterio benedictino data del siglo IX y está rodeado de castaños. Sin embargo por lo que más destaca la zona es por su entorno natural, perfecto para contemplar desde alguno de los numerosos miradores que hay por la zona.
Folgoso do Courel, Lugo
Las montañas de O Courel son una de las maravillas naturales de Galicia y encontrar solo un municipio que recoja la esencia de este lugar es una tarea complicada, por eso además de Pedrafita hemos querido añadir a su vecino. Finalmente nos hemos decantado por Folgoso do Courel, capital de la zona y que alberga en su interior algunas de las atracciones principales del lugar.
Uno de los puntos imperdibles del municipio es el entorno de la Devesa de Rogueira. Considerado una de las joyas ecológicas de Galicia, se trata de un bosque de entorno a tres kilómetros cuadrados, que es hogar de una fauna diversa, desde el tritón ibérico hasta gatos monteses. El conjunto alberga una ruta de senderismo por la que podemos encontrar paneles con información sobre la biología de la devesa. En el entorno también encontramos la Cova do Vello, con aguas subterráneas y lagunas glaciares como la de Lucenza.
En Folgoso do Courel también podemos encontrar aldeas como la de A Seara, Vilamor, Froxán o Seceda. Perderse por las diferentes parroquias no es lo único que tiene que ofrecer el municipio, que también es hogar de conjuntos arqueológicos como el de castro de A Torre o el castillo de O Carbacedo.
Navia de Suarna, Lugo
En la frontera con Asturias y León se encuentra una de las joyas de Os Ancares. El municipio de Navia de Suarna , atravesado por el río que le da nombre, está formado por un conjunto de núcleos de población que albergan todo tipo de sorpresas para los visitantes.
El puente de A Pobra de Navia, el conjunto principal, es uno de los atractivos principales, que a su vez guía al visitante hasta el Castillo de los Altamira, que todavía conserva restos de murallas y los torreones. La fortaleza data del año 1037, cuando Rodrigo Gutiérrez se lo entregó como dote a su esposa Senior. Fue reconstruido tras el asalto irmandiño en el siglo XV, aunque los grandes cambios llegaron de la mano de uno de sus últimos propietarios, el cura del pueblo, que lo transformó en un bloque de viviendas.
En el municipio cuenta con numerosas áreas recreativas y playas fluviales, además de numerosos restos arqueológicos prerromanos como castros, dólmenes y mámoas. Navia de Suarna es, además, el escenario principal de la película de Oliver Laxe, O Que Arde, una "una tierra misteriosa, paradójica, contradictoria", como explicaba el cineasta.