#LunesDeModa Sostenibilidad en la moda y el verdadero coste de tu ropa
El slow fashion como solución a la crisis ecológica. Hoy te explicamos por qué la ropa cuesta lo que cuesta, y destapamos costes ocultos sociales y medioambientales de la moda rápida.
16 diciembre, 2019 06:01La moda nos hace sentirnos seguros, atractivos, nos da sensación de pertenencia. Está envuelta en un halo de glamour, de la mano de creadores, modelos y estilistas, exhibiéndose en pasarelas internacionales.
La otra cara de la moneda es que las tendencias en constante cambio se materializan en productos que deseamos sin necesitar, alimentando el insaciable consumismo de nuestra sociedad. El resultado no impacta únicamente a nuestras finanzas personales, sino también a nuestro planeta, a sus habitantes de hoy y a los de mañana.
Sin embargo, estamos a tiempo de revertir la tendencia del fast fashiono moda rápida si pasamos a consumir de manera consciente. Hoy en este #lunesdemodate explicamos cómo funciona la industria de la moda e identificamos los costes ocultos que van más allá del precio impreso en la etiqueta.
Todo tiene que ver con el volumen de producción
La industria textil es la segunda más contaminante tras la petroquímica. En el proceso de producción se consume mucha agua (para hacer una camiseta de algodón se necesita tanta agua como la que una persona bebe en dos años y medio) y algunos tintes contienen elementos químicos contaminantes. Pero la magnitud del problema viene del gran volumen de producciónal que se ha llegado. Entre 2004 y 2014 se ha duplicado la producción de ropa, y aquí te contamos el porqué.
¿Por qué se produce tanta ropa?
El precio unitario de fabricar un modelo disminuye exponencialmente cuando aumenta la cantidad producida. El proceso de confección de un prototipo es bastante artesanal: El diseñador concibe y dibuja la prenda, el dibujo se pasa al patronista para que realice un toileo glasilla sobre maniquí marcando la tela para cortarla, y una vez está listo el patrón se cose en tejido original, se prueba sobre modelo y se corrige. El último paso es escalar el patrón para conseguir todas las tallas.
Si en lugar de 20 prendas por modelo se confeccionan 2.000, este coste de patronaje, que es un proceso artesanal y laborioso, se diluye. Pero es más, el coste de la materia prima también disminuye, pues cuantos más metros de tela se compren, más bajará el precio por metro. Lo mismo ocurre con el coste de la producción con tiradas largas, porque en un proceso industrial no debe pararse una máquina para cambiar de modelo a menudo, y cuando el proceso es manual una persona tarda menos en confeccionar la segunda unidad que la primera, al estar familiarizada con el modelo.
Por ello muchas empresas deciden fabricar más prendas de las que saben que van a vender porque, aún teniendo excedentes, el coste unitario disminuirá.
Esto genera sobrantes que no son más que deshechos o residuos, pues la moda pierde su valor de forma rápida con el paso del tiempo: lo que no se venda en los tres primeros meses de la temporada bajará de valor en rebajas (hasta un 70%) y al finalizar la campaña pasará a outlets o liquidadores.
Lo normal es que una marca se enfrente a un 30% de sobrantes si hace una buena estimación de demanda. Pero cuando de partida se está produciendo de más, los sobrantes superan la cantidad vendida en campaña.
La huella medioambiental de producir lejos
Una medida común para bajar costes es llevarse la producción a mercados con mano de obra barata. El ahorro no está solo en los salarios, sino también en impuestos y seguridad social, ya que en estos países las garantías sanitarias y sociales son mucho menores que en España. Traernos el producto fabricado a miles de kilómetros supone nuevas emisiones que contribuyen al efecto invernadero.
En definitiva, cada día compramos más producto, de peor calidad, que nos dura menos, generando más deshechos (según la ONU, se recicla menos del 1% de los deshechos en prendas nuevas).
Hemos hablado con Javier Goyeneche, fundador y Presidente de Ecoalf y experto en moda sostenible, para que nos ayude a entender las claves del futuro de este apasionante mercado. “El modelo de compro-tiro-compro-tiroes un desastre para el planeta, genera residuos y consume muchísima agua.El objetivo es menos consumo y de más calidad”. Javier destaca que esta tendencia de sobreconsumo y rápida obsolescencia de producto no afecta solo a la moda, sino a otros sectores como la electrónica, y se acrecienta con las agresivas rebajas que nos impulsan a comprar prendas que tal vez nunca salgan de nuestro armario, por eso su marca no participa de campañas promocionales como Black Friday.
"Nos hemos acostumbrado a las camisetas de 5 euros pero creo que ya empieza a calar en nuestra sociedad ese desasosiego que nos genera abrir el armario y verlo lleno de ropa cuando usamos siempre una pequeña selección. El comprar de manera consciente artículos de pequeñas producciones (aunque sean más caros) confeccionados en España es la solución para romper una dinámica insostenible con importantes consecuencias a nivel global".