Enrique Hervada, el médico de los pobres de A Coruña
La historia del médico de los pobres de A Coruña, cuyo entierro produjo una de las manifestaciones populares más concurridas de la historia de A Coruña
16 febrero, 2020 06:00Ramón y Cajal, Gregorio Marañón, Severo Ochoa… Nombres ilustres (dos de ellos premios Nóbel) y leyendas de la historia de la medicina. Menos conocido, pero no por ello menos importante, fue un médico coruñés cuyo sepelio provocó una de las manifestaciones populares más grandes que se recuerdan en la ciudad de A Coruña. Con su fallecimiento no moría solo un médico desinteresado, íntegro, pionero y bondadoso, sino una forma de entender la medicina. Por su consulta de la Calle Real pasaron desde pobres a Presidentes de la República y además de médico era considerado un santo. Esta es la historia del Doctor Enrique Hervada García Sampedro, el médico de los pobres.
Enrique nacía el 10 de junio de 1883 en el 58 de la calle de San Andrés en A Coruña y, tras destacar como un gran estudiante de Bachillerato en el Instituto Eusebio da Guarda, comenzó los estudios de Medicina en la Universidad de Santiago de Compostela y se licenció en la Facultad de San Carlos en Madrid. En 1906 obtenía el grado de Doctor con su tesis “La sífilis ignorada”.
Tras finalizar sus estudios se traslada a París, donde sigue formándose durante varios años hasta que regresa a A Coruña y abre, en 1908, su consultorio en la calle Real. Tenía 25 años y la suya se convirtió en la consulta más concurrida de la ciudad debido a que, gracias a su sólida formación profesional y su inteligencia, comenzó a usar nuevas y modernas exploraciones y métodos analíticos que hacían mucho más exactos los diagnósticos de sus pacientes. Además, era extremadamente cordial con sus clientes, que veían en él más a un amigo y consejero que a un médico al uso.
En aquellos oscuros años, donde no había Seguridad Social, ni pensiones, ni ayudas, Enrique no cobraba por sus servicios a las personas que no podían permitírselo, se conformaba con la sonrisa de agradecimiento de los pobres y, en ocasiones, era él quien dejaba un donativo a sus propios pacientes.
Además de bondadoso y fantástico médico fue un pionero y un adelantado a su tiempo en la ciudad. Fue el primero en tener rayos X en su consulta, el primero en usar el salvarsán (un compuesto para tratar la sífilis que acabaría siendo sustituido por la Penicilina) y el neumotórax terapéutico y las sales de oro (para el tratamiento de la tuberculosis). Su fama era tal que entre sus clientes más distinguidos se encontraba Santiago Casares Quiroga, futuro Presidente de la República.
Fue además socio fundador de la Asociación Española de Urología, miembro de la Sociedad Francesa de Dermatología, miembro y secretario de la Real Academia de Medicina de Galicia y Presidente del Circo de Artesanos.
Hervada también trabajó intensamente como divulgador de temas médicos a través de varios medios de prensa y revistas especializadas. Sus numerosas obras, que compartía con los coruñeses en el Circo de Artesanos, donde organizaba charlas y conferencias gratuitas para instruir a la población en temas como la higiene, alimentación, tuberculosis, sífilis… muestran un incansable interés por mejorar las condiciones de las clases populares.
Todo lo anterior le valió para no sufrir consecuencias durante el levantamiento del 18 de julio de 1936. Como liberal y republicano temía ser víctima de las brigadas represoras pero, precisamente estas brigadas fueron las que advirtieron desde el inicio del alzamiento: “A Don Enrique ni se le toca, aunque sea republicano es un santo”.
El 3 de abril de 1953, Viernes Santo, fallecía. Uno de sus pacientes le había contagiado una encefalitis vírica que él mismo le había diagnosticado.
Debido a su exiguo patrimonio, consecuencia de su amor por su profesión y por los demás, su familia no podía atender a los gastos de su entierro. Fue entonces cuando la ciudad le devolvió todo lo que le había dado en vida. A Coruña se volcó con el médico de los pobres. Todos los gastos fueron asumidos por cada uno de los servicios sin pasar cargo alguno a la familia: funeraria, floristerías, taxistas, Ayuntamiento, esquelas, prensa, e incluso el nicho en el que descansa en el Cementerio de San Amaro fue donado por uno de sus pacientes.
Su entierro fue una de las manifestaciones populares más concurridas de la historia de A Coruña. El féretro del médico de los pobres se llevó a hombros (a pesar de que estaba prohibido) desde la calle Real hasta el Cementerio de San Amaro y fue acompañado durante todo el camino por miles de coruñeses que deseaban darle el último adiós.
El Ayuntamiento de A Coruña dedicó una calle en su memoria en Cuatro Caminos y erigió un monumento en su recuerdo en los Jardines de Méndez Núñez.
Más que un médico de generosidad ilimitada fue un símbolo que se acabaría convirtiendo en el legendario Doctor Enrique Hervada García Sampedro, el médico de los pobres.
Pero su crónica no termina con su fallecimiento. Uno de sus hijos, Rafael, acabaría fundando en 1969 uno de los hospitales más prestigiosos de la ciudad, El Policlínico San Rafael que, en la actualidad, sigue siendo uno de los centros de referencia de A Coruña.
Además, su legado sigue más vigente que nunca con médicos coruñeses que siguen haciendo historia a lo largo y ancho del mundo.
Pero esa ya es otra historia…
Historias de la Historia…
Iván Fernández Amil. Top Inspira LinkedIn 2019. Storyteller. Jefe de Compras.
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Referencias:
- GONZALEZ CASTROAGUDIN, S., MANRESA LOPEZ, M.C., PONTE HERNANDO, F.J., GONZALEZ CASTROAGUDIN, R. Enrique Hervada García Sampedro: El Médico coruñés de los pobres. Cuadernos de Estudios Galegos, LXVI, 2019.
- es.wikipedia.org
- lavozdegalicia.es
- laopinioncoruna.es
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- peoplepill.com
- consellodacultura.gal