La Sala de lo Penal del Tribunal Supremo ha decidido, en un auto respaldado por unanimidad, dejar en prisión a Oriol Junqueras porque ni cree que sea un “hombre de paz” ni encuentra motivo alguno para pensar que él o ERC hayan desistido de la unilateralidad. Para desestimar el recurso de apelación de la defensa, los magistrados mantienen que existe un “riesgo relevante de reiteración delictiva” y que tanto él “como su partido” siguen pretendiendo “una proclamación unilateral de independencia que alcanzara efectividad”.
Con este auto, la Justicia mantiene a raya al separatismo catalán, cuyos máximos dirigentes han advertido en multitud de ocasiones que la DUI ya estaba proclamada y que lo único que hacía falta a partir de ahora era implementarla. También pone el foco en la deriva política de los partidos que lo sustentan, más allá de las responsabilidades judiciales en que pudieran incurrir sus máximos responsables. El tribunal insiste en que no se trata de impedir la defensa de la independencia como proyecto político, sino de evitar que lo haga “como hasta ahora”: es decir, contraviniendo las leyes y desobedeciendo las resoluciones judiciales.
Espíritu de Maza
La decisión del Supremo de dejar en prisión provisional a Junqueras está plenamente justificada y se ajusta más al espíritu del fallecido fiscal general del Estado, José Manuel Maza, que al tacticismo del Gobierno, reacio a que la acción de los tribunales sirviera al bloque independentista para alimentar su victimismo y ensanchar así su base social.
Los tribunales hacen su trabajo cuando actúan siguiendo su propio criterio independientemente de cuál sea el escenario político. La pregunta que hay que hacerse es qué ha hecho el Ejecutivo para ganar la batalla de la opinión pública desde 2012, cuando el desafío secesionista empezó a ser flagrante. En este sentido es muy interesante la encuesta de SocioMétrica que publicamos este sábado, según la cual ya hay un 34% de españoles que apoya que la Constitución contemple la posibilidad de referendos para que una Comunidad pueda separarse del resto de España.
Las razones del secesionismo
Resulta paradigmático que mientras la Justicia desmonta la estrategia buenista de Junqueras subrayando que, en las circunstancias actuales, no hay duda de que él y ERC no cejarán en su intención de ruptura unilateral e incluso violenta, el secesionismo convenza a cada vez más españoles de que lo mejor sería blindar en la Constitución mecanismos para que una parte del territorio pudiera decidir por la totalidad.