Alerta de noticias falsas: tanto la extrema izquierda latinoamericana como la ultraderecha estadounidense están propagando una falsa narrativa sobre los ocho millones de migrantes venezolanos que han huido de su país en los últimos años.
En el primer caso, la campaña de desinformación del dictador venezolano Nicolás Maduro y sus aliados latinoamericanos está reinventando la historia para hacernos creer que el éxodo venezolano ha sido causado por las sanciones petroleras de Estados Unidos contra Venezuela.
Haciéndose eco del revisionismo histórico de Maduro, el presidente colombiano Gustavo Petro escribió el 17 de febrero en su cuenta de X, antes Twitter, que "lo que produjo la migración venezolana por millones se llama bloqueo económico". Agregó que "bloquearon la venta internacional de petróleo y de eso vivía la sociedad venezolana".
Esa explicación es ridícula, porque las primeras sanciones petroleras de Estados Unidos, en un principio muy leves, ocurrieron en agosto de 2017, mientras que el éxodo de migrantes venezolanos había empezado en el 2013, el año en que Maduro asumió el poder.
En 2017, ya habían huido del país 1,7 millones de venezolanos. La razón principal del éxodo en ese momento fue una combinación de la destrucción casi total del sector privado por parte de Maduro y el colapso de los precios mundiales del petróleo, la principal exportación de Venezuela, en el 2014.
En 2019, Estados Unidos impuso sanciones económicas más severas a Venezuela después de que Maduro se reeligió en las elecciones fraudulentas de 2018. Pero para entonces, el éxodo venezolano ya había alcanzado unos cuatro millones, según la Agencia para los Refugiados de las Naciones Unidas.
Y la afirmación de Petro de que Estados Unidos impuso un supuesto bloqueo internacional a Venezuela es igualmente falsa. Venezuela todavía envía su petróleo a China y a varios otros países. Que sepamos, no hay buques de guerra estadounidenses deteniendo a barcos cargueros de petróleo en las costas venezolanas.
Por el otro lado, el aspirante presidencial Donald Trump y sus aliados en el Partido Republicano de Estados Unidos están propagando una narrativa igualmente distorsionada: pintan a los indocumentados venezolanos y de otras partes de América Latina como responsables de una supuesta ola de crímenes, a pesar de que las tasas de homicidio han caído en los últimos años.
De hecho, los homicidios en Estados Unidos han disminuido drásticamente desde 2020, según cifras del FBI. Y los inmigrantes indocumentados cometen menos delitos violentos que los estadounidenses nacidos en Estados Unidos, según muestran varios estudios.
Y, sin embargo, cuando un migrante indocumentado venezolano fue acusado a principios de esta semana del asesinato en Georgia de Laken Riley, estudiante de enfermería de la Universidad de Augusta, de 22 años, Trump y los medios de ultraderecha aprovecharon la ocasión para culpar a los "ilegales" de una supuesta explosión de crímenes violentos en Estados Unidos.
"El monstruo que le quitó la vida entró ilegalmente a nuestro país en 2022", escribió Trump en su red social, prometiendo que tomará acciones drásticas contra los indocumentados si gana las elecciones este año. El gobernador republicano de Georgia, Brian Kemp, también afirmó falsamente que "la invasión fronteriza de Biden está destruyendo nuestro país y matando a nuestros ciudadanos".
Ambos están tergiversando la realidad burdamente. El resaltar un crimen aislado presuntamente cometido por un migrante indocumentado venezolano, así como la famosa afirmación de Trump de 2016 de que los inmigrantes mexicanos "están provocando el crimen" y "son violadores", sólo puede describirse como demagogia racista.
Según un riguroso estudio publicado en la revista Proceedings de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos, los inmigrantes indocumentados son arrestados la mitad de veces por crímenes violentos que las personas nacidas en Estados Unidos. La gran mayoría de los indocumentados son gente decente y trabajadora.
Ya es hora de desacreditar las falsas narrativas sobre los exiliados venezolanos. Hay que decir las cosas por su nombre: el éxodo venezolano se debe a que Venezuela ha sido destruida por el régimen chavista.
Sólo hay una manera de reducir el éxodo venezolano a otros países, y es aumentar la presión sobre el régimen de Maduro para que celebre elecciones libres. A menos que se restablezca la democracia en Venezuela, el éxodo continuará.