Las mejoras en la ingeniería náutica no sólo se vuelcan en ofrecer mejores prestaciones y diseños cada vez más atrevidos en el sector de los yates de lujo, como los que cada verano se pueden ver cerca de las costas de España. En los últimos años, cada vez más empresas se han especializado en el desarrollo de motores eléctricos para barcos y en piezas clave como las hélices, que pueden mejorar notablemente la autonomía y la velocidad de todo tipo de embarcaciones.
La estadounidense Sharrow Marine presentó hace sólo unos meses la Sharrow CX, una hélice contrarrotante que considera "el futuro de la propulsión" ya que, entre otras ventajas, ofrece una eficiencia un 30% superior al de las hélices convencionales. En la compañía están convencidos de que su diseño con 150 patentes va a significar un antes y un después en la industria, y no han perdido el tiempo. Ahora, menos de medio año después, presentan la variante Sharrow MX-A, fabricada en aluminio en vez de acero, adaptada a motores con potencia de entre 40 y 200 CV y con un precio sensiblemente inferior.
"Las nuevas hélices permitirán que las pequeñas embarcaciones de aluminio, fibra de vidrio y semirrígidas cargadas a tope puedan planear más rápido sin tener que desplazar el peso hacia delante, como suele ser necesario con las hélices convencionales", explica Greg Sharrow, fundador y CEO de la empresa, en un comunicado. "Las hélices MX-A proporcionan a los motores de 4 tiempos el empuje de gama baja que sólo pueden proporcionar los motores de 2 tiempos. Como las hélices Sharrow tienen un notable agarre al agua, los motores fueraborda pequeños pueden tener ahora un fuerte empuje de retroceso, lo que facilita el atraque y lo hace más seguro".
Eficiencia y la velocidad
La Sharrow CX era una hélice contrarrotativa, con dos hélices en el mismo eje pero rotando en sentido contrario para ahorrar pérdida de flujo. El diseño proviene del mundo de la aviación, cuando hace décadas la mayoría de los aviones utilizaban este método para volar. Uno de los modelos más representativos que todavía se encuentran en servicio es el Tupolev Tu-95, en el que cada uno de los 4 motores está equipado con 2 juegos de hélices que giran de forma opuesta.
En el sector náutico recalaron a principios de los años 80 con la consecución de Volvo Penta de la primera patente relacionada después de ver su buen desempeño en torpedos, con el fin de mejorar la estabilización. La contrarrotación de las hélices consigue aprovechar mejor el flujo generado por la primera hélice para generar un giro en la segunda, de modo que parte de la energía se reaprovecha en la última fase de propulsión.
En el caso de la Sharrow MX-A, se trata de una hélice única con una tecnología que permite "eliminar la cavitación de las puntas y los vórtices" y "ofrece importantes mejoras de rendimiento con respecto a las hélices tradicionales". Eso se traduce en un ahorro de combustible de hasta un 30% a velocidad de crucero, lo que permite un aumento considerable de la autonomía.
Además, esta nueva hélice también ofrece otras ventajas, como mayor velocidad de planeo a bajas revoluciones, rendimiento superior con cargas pesadas y una gran mejora de la maniobrabilidad de la embarcación a todas las velocidades. Eso, sumado a una reducción drástica del ruido y a un empuje inverso que facilita maniobras delicadas como el atraque, puede suponer toda una revolución para las pequeñas embarcaciones.
Ahorro en dinero y combustible
"Con la serie MX-A, estamos tomando la misma tecnología innovadora de hélices de la que fuimos pioneros para motores más grandes y haciéndola accesible a embarcaciones en el rango de 40-200 CV", aseguró Greg Sharrow. "Se trata de un enorme salto adelante en rendimiento para un segmento que lleva 3 años esperando que nuestra tecnología esté disponible para ellos. Estamos encantados de ofrecer por fin a los fuerabordas más pequeños las mejoras en eficiencia y manejo que se merecen".
Así, los propietarios de pequeñas embarcaciones como pontones o barcos de pesca pueden ahorrarse el dinero de un motor más potente para aumentar la capacidad de carga gracias a estas hélices, diseñadas para crear un empuje añadido y mayor rendimiento. Los productos de Sharrow disponibles hasta la fecha tenían un precio prohibitivo, cercano a los 4.500 euros (10 veces más que una hélice convencional); la MX-A reduce ese coste a los 1.800 euros. Sigue siendo una inversión importante, pero teniendo en cuenta el ahorro en combustible y en un motor más potente, puede amortizarse en poco tiempo.
"Los propietarios de pequeñas embarcaciones semirrígidas utilizadas como auxiliares se ven obligados a comprar motores de 4 tiempos que simplemente no tienen el empuje necesario para poner estas embarcaciones en el plano con facilidad", dijo Sharrow. "Con las nuevas hélices MX-A, las semirrígidas pueden tener empuje de 2 tiempos cuando lo necesitan".
Una de las diferencias fundamentales con otros modelos de Sharrow es que la MX-A es la primera hélice de la compañía fabricada en aluminio de calidad aeronáutica, en vez de acero inoxidable, y en un color rojo brillante. Gracias a la maquinaria CNC (control numérico por computadora) de sus instalaciones en Detroit, cada hélice se fabrica con una precisión milimétrica, algo imposible con los sistemas de fundición moldeada por inversión que utilizan otros fabricantes.
En cuanto a su versatilidad, Sharrow asegura que la nueva hélice funciona con motores de 2 y 4 tiempos, de 4 cilindros en línea y de propulsión asistida. Es compatible con lanchas y barcos de las principales marcas, como Yamaha, Honda, Suzuki, Tohatsu, Johnson o Evinrude. Los pedidos ya se pueden realizar a través de su página web, con un plazo de entrega estimado de entre 4 y 6 semanas a partir de los primeros envíos, que tendrán lugar en primavera de 2025.