Los hackeos están a la ordena del día en todo el mundo. En España, los clientes de Air Europa han visto expuestas sus tarjetas de créditos por una brecha de seguridad en los sistemas de la aerolínea. También esta semana se ha conocido la grave exposición de millones de datos genéticos a través de la empresa 23andMe. Sin olvidar la ciberguerra iniciada entre los apoyos de Israel y Hamás que lanzan ciberataques al mismo tiempo que las bombas caen sobre la población generando aún más caos en este territorio. ¿Cómo frenar esta amenaza global?
Investigadores del Instituto de Microelectrónica de Sevilla (IMSE, CSIC-Universidad de Sevilla) han diseñado un chip microelectrónico para proteger toda clase de dispositivos electrónicos frente a los constantes ataques informáticos. "Se trata de un sector que es clave para garantizar la construcción de una sociedad digital segura, de confianza y sin incidencias que proteja a los servicios públicos y privados en la Unión Europea", afirma la investigadora del CSIC.
Por mucho que los desarrolladores se esfuerzan en crear sistemas informáticos o aplicaciones seguras, los piratas informáticos consiguen dar con vulnerabilidades o brechas de seguridad por las que colarse y ejecutar sus códigos maliciosos para robar información y controlar el dispositivo. Son incluso capaces de reemplazar el firmware con código comprometido.
De ahí que el cifrado por hardware se considere más seguro que el cifrado por software porque el proceso se mantiene separado del resto del equipo, siendo más difícil romperlo. El uso de un procesador especial quita también esa responsabilidad al sistema operativo y es más rápido.
El chip creado entre el CSIC y la Universidad de Sevilla permite crear claves únicas y números aleatorios que aumentan la seguridad de los equipos de hardware. "Al ser adherido a un sistema electrónico, él dota al equipo de un conjunto de mecanismos de protección a nivel físico (hardware) y esto hace que aumente su inmunidad frente a ataques basados en software malicioso, también conocidos como malware", explica la investigadora Piedad Brox, investigadora del IMSE-CSIC que coordina el proyecto.
Con este nuevo chip, la criptografía que ya se aplica en muchas aplicaciones como los mensajes de WhatsApp se traslada del software al hardware. El microchip protege la confidencialidad de los datos digitales que contiene el dispositivo como puede ser tu móvil mediante técnicas de cifrado, así se asegura también que los mensajes mandados desde este equipo son auténticos.
El chip es el resultado del proyecto Spirs (Secure Platform For ICT Systems Rooted at the Silicon Manufacturing Process), financiado por la Comisión Europea con 5 millones de euros. Integra un conjunto de primitivas criptográficas que forman una maya de confianza para aumentar la seguridad de sistemas electrónicos.
Los equipos que se pueden beneficiar de este nuevo invento pueden ser de toda clase. los investigadores abogan principalmente para usarlos en aquellos que tienen un mayor límite de memoria o potencia, frente a móviles u ordenadores más potentes. Serían así los dispositivos conectados para el hogar o dentro del Internet de las Cosas así como equipos portátiles o wearables con restricciones en tamaño y peso.