Los yates de lujo no dejan de evolucionar con las últimas tecnologías. En España conocemos de cerca las embarcaciones de Marta Ortega, presidenta de Inditex, el tenista Rafa Nadal o el piloto de fórmula 1 Fernando Alonso. Este último se decidió por una alternativa ecológica, plagada de paneles solares y lujo en 18 metros de eslora, y quedó encandilado por una versión superior, el catamarán a vela ecológico del mismo fabricante, el Sunreef 80 Eco. En la misma línea, los responsables de Zen Yachts han anunciado el pedido inicial del ZEN50, el primer catamarán con vela eléctrica automatizada (wingsail) del mundo, que desde marzo de 2022 está en proceso de fabricación en Barcelona.
El ZEN50 es todo un derroche de lujo, comodidades y sostenibilidad. El responsable de su diseño es el reputado arquitecto naval Julien Mélot, especializado en barcos ecológicos como Surya Namaska, la primera embarcación tradicional indonesia totalmente propulsada por energía solar. En esta ocasión, ha combinado una enorme vela que se pliega y despliega automáticamente y un techo solar ultraeficiente, que también hace las veces de espaciosa cubierta superior. Entre ambas fuentes consiguen una autonomía potencialmente infinita desde el punto de vista de la energía, con cero emisiones.
Este velero dispone además de prestaciones que lo llevan un paso más allá: una embarcación auxiliar eléctrica, un compresor de buceo, internet por satélite y capacidad para alojar hasta 12 pasajeros en espaciosos camarotes. Su precio, para lo que es habitual en este tipo de barcos, está bastante ajustado: se vende con o sin vela y en tres versiones distintas (Racer, Cruiser y Explorer), adaptadas al uso y al perfil de cada propietario. Su coste parte de los 1,5 millones de euros para llegar hasta los 2,5 millones.
Único en el mundo
El elemento más novedoso del ZEN50 es su vela OceanWings 3.2, fabricada por Ayro, que lo convierte en el primer catamarán de producción en serie del mundo equipado con este tipo de velas eléctricas automatizadas. Desarrollada inicialmente para que el Team Oracle disputara la Copa América 2010 en Valencia, esta wingsail ha ido evolucionando a lo largo de estos años, que los ingenieros han aprovechado para afinar su algoritmo al máximo.
Se controla con una simple pulsación en las pantallas táctiles situadas en el centro de mando. Sus sensores integrados realizan la lectura del viento y, de manera automática, escogen el mejor ángulo de ataque y la inclinación necesaria para optimizar el avance. Las dos partes de la vela pueden izarse y arriarse de forma independiente y ofrecen el doble de potencia que las velas convencionales.
Por su parte, los bancos de batería de litio de alta capacidad del yate, que suman 160 kWh, son los encargados de alimentar el silencioso motor doble de propulsión eléctrica sin escobillas, capaz de llegar hasta los 14 nudos (el equivalente a 26 km/h) en conjunción con la vela. Según el fabricante, "simulaciones exhaustivas en distintos estados de la mar y sistemas meteorológicos han demostrado que el ZEN50 es capaz de alcanzar velocidades de catamarán de alto rendimiento de forma continua sin necesidad de utilizar grupos electrógenos".
Eso marca una gran diferencia con otros barcos, como este superyate con gimnasio y spa, que aseguran tener cero emisiones pero que complementan sus fuentes de energía sostenible con generadores alimentados por combustibles fósiles.
Para combinar la energía eólica que proporciona la vela con la energía solar, toda la parte superior del catamarán está cubierta de paneles fotovoltaicos. Sus 17.000 W de potencia máxima son los encargados de mover las 16 toneladas que pesa la embarcación. Eso es lo que le permite llegar a una relación potencia/peso de más de 1:1, lo que equivale a más de 1 kW por tonelada de agua desplazada. Con esos datos, supera el rendimiento de cualquier otro yate de este tamaño.
Exterior e interior
El otro gran 'culpable' del espectacular rendimiento del ZEN50 y sus 15 metros de eslora son sus cascos, diseñados desde cero para lograr la máxima eficiencia. Su forma, que la compañía califica como "agresiva, afilada y esbelta", le permite cortar el agua con sus proas invertidas para alcanzar con la máxima eficiencia velocidades continuadas de 6 a 10 nudos, mientras su curvatura recuerda a los cuerpos de los delfines.
Los cascos están construidos en fibra de carbono y Corecell, materiales compuestos punteros en la industria náutica que destacan por su ligereza y fiabilidad. Así se consigue una alta resistencia y bajo peso, fundamentales para que el barco alcance altas velocidades en el mar.
Así, el ZEN50 aúna "la velocidad de un catamarán de altas prestaciones, el confort de un gran yate a motor y la sencillez de un coche eléctrico". Para corroborar esta afirmación, solo hay que detenerse en las especificaciones de sus zonas de recreo y alojamiento: 3 zonas de comedor para más de 10 personas, una cocina profesional y dos cocinas húmedas, 4 camarotes dobles con baño, junto con las zonas de salón y comedor que se pueden convertir en dormitorios adicionales para alojar a un máximo de 12 pasajeros. A eso se añaden los dos puestos de mando y una cubierta desde la que contemplar los paisajes más espectaculares allende los mares.
En ZEN Yachts también han pensado en los máximos estándares de seguridad, por lo que la arquitectura eléctrica de la embarcación está dividida en dos. De esta manera, si ocurre algo en uno de los cascos, el resto del barco puede seguir funcionando con total normalidad. A eso se añaden otras características de seguridad especiales, como compartimentos insumergibles para alojar a los pasajeros en caso de accidente.
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