Cada vez son más las carreteras en España en las que el paisaje lo compone un gran número de aerogeneradores. Sin embargo, el mercado de los aerogeneradores pequeños —conocidos como minieólica— también se encuentra en auge. Así, puede que en un futuro no tan cercano se vean jardines o porches de casas donde estén instaladas estas turbinas eólicas. Aunque si por algo se caracterizará 2022 será por ser un año en el que se superó dos veces el récord de la pala de aerogenerador más grande del mundo.
Aun así, también hay quienes se han llegado a proponer todo lo contrario: diseñar aerogeneradores tan diminutos que puedan cogerse con la palma de la mano. Como es el caso de Yang Yaowen. Este profesor de la Universidad Tecnológica de Nangyang (NTU), en Singapur, ha trabajado durante una década para elaborar un dispositivo del tamaño de una botella de agua que es capaz de aprovechar las brisas más ligeras de forma eficiente, a bajo coste y con poco desgaste. Eso sí, estas solo sirven —por el momento— para alimentar pequeños sensores o luces LED.
Y es que quien quiera generar la energía necesaria como para que su hogar sea autosuficiente, deberá optar por aerogeneradores que se puedan poner en casa. A simple vista, todos ellos suelen resultar iguales ya que, al igual que sus hermanos mayores, aprovechan la energía cinética del viento para producir electricidad, con la que se abastece a la vivienda. Sin embargo, el ingeniero francés Christophe Martínez decidió modificar el diseño de este tipo de turbinas eólicas: seis palas, en lugar de tres.
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Héliblue es el nombre que recibe este aerogenerador que no solo se caracteriza por haber añadido tres palas de más, sino que también es de paso variable, por lo que se puede controlar la energía mecánica suministrada al aerogenerador modificando el ángulo que forma el perfil de la pala con la corriente de aire incidente en la misma.
Cómo funciona el aerogenerador
En realidad, Héliblue —de no ser por las seis palas— bien podría parecer un aerogenerador convencional, ya que tiene unas dimensiones parecidas: 11 metros de altura y un diámetro de 4,3 metros. La principal diferencia se encuentra en la superficie de la turbina, que es mayor al resto. Así, su potencia es un 60% mayor que la de un aerogenerador estándar.
El motivo no es otro que la aplicación de una tecnología propia de los grandes aerogeneradores industriales a este de menor tamaño. Se trata del sistema de captación de paso variable cuyo diseño busca alcanzar la máxima eficiencia aerodinámica para un amplio rango de velocidades de viento. Esto significa que al aumentar la potencia generada, se suavizan las oscilaciones de potencia debidas a la variabilidad del viento.
En el caso de los aerogeneradores más pequeños, el paso variable elimina la tensión mecánica y las turbulencias aerodinámicas. Y es que uno de los mayores problemas de la minieólica es el ruido que genera, y que en el Héliblue se ve reducido en gran medida por este sistema. Además, es más compleja que la energía solar, ya que no todas las ubicaciones son válidas para una turbina pequeña. Por si no fuera suficiente con esto, el coste por kWh es mayor al resto de alternativas.
Sin embargo, Héliblue presenta un rendimiento tan bueno que recibió varios premios, como el laureado Concurso Nacional Lépine, creado por el inventor que da nombre a este galardón. De aquello hace ya unos siete años, aunque este aerogenerador de seis palas se encuentra adaptado a su tiempo, pues está fabricado con materiales 100% reciclables.
Pese a su pequeño tamaño, Héliblue tiene una eficiencia energética capaz de cubrir las necesidades de un hogar con cuatro miembros. Es por este motivo por el que se puede instalar tanto en un jardín, en un campo o incluso cerca de las casas, como aseguran desde la propia compañía.
Por qué seis palas
Una vez se tiene conocimiento del invento de Martinez, la primera pregunta es más que obligada: ¿No se le ha ocurrido a nadie antes sumarle tres palas a las turbinas destinadas a la vivienda? La respuesta a esta cuestión se encuentra en el momento en el que se comenzaron a diseñar este tipo de invenciones.
Se trataba de una época en el que los aerogeneradores utilizados requerían altas velocidades de giro, pero bajos pares de accionamiento. Por tanto, recurrir a las tres palas era la opción más viable. En cambio, los generadores de imanes permanentes de última generación requieren velocidades más bajas y pares más altos.
De esta forma, con las seis palas se aumenta la superficie eólica y se genera el par necesario para accionar el generador. Aunque sobre todo lo hace a una velocidad que corresponde exactamente a la velocidad de producción adecuada.
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Aunque como toda buena idea, suele copiarse —o dicho de una forma más correcta, imitarse—. Así ha ocurrido con el Héliblue. Y en el mercado ya se pueden encontrar otros aerogeneradores domésticos con seis palas. En esta ocasión, la compañía Genway ofrece una turbina con una potencia eléctrica de 800 vatios. Además, cuenta con tres modelos distintos, que van desde los 12 voltios hasta los 48, con una opción intermedia de 24 voltios.
A diferencia del aerogenerador con origen francés, en esta ocasión sí que se conoce con mayor precisión los materiales empleados. Así, el cuerpo del GW-FXZ800-12 está fabricado a raíz de aleación de aluminio fundido, que se suma a los dos rodamientos giratorios con los que cuenta. Estos le permiten prometer una mayor seguridad con la llegada de vientos más fuertes.
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