Afganistán el verano pasado, Ucrania desde hace unos meses y, ahora, Taiwán. Los aviones de espionaje estadounidenses tan solo vuelan allá donde La Casa Blanca necesita recabar la máxima cantidad de información y alimentar a los innumerables servicios de inteligencia de su país y de los aliados de la OTAN, entre los que se encuentra España. Y quién mejor que el veterano RC-135U Combat Sent para hacerlo.
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Este modelo de aeronave tan particular no es otro que la plataforma de espionaje más avanzada de toda la Fuerza Aérea de Estados Unidos. En las últimas semanas, ante el incremento de la tensión en Taiwán, lleva sobrevolando el Mar de la China Meridional dejándose ver en las aplicaciones y webs de seguimiento de vuelos en tiempo real.
Y es que, lo de dejarse ver tan solo es una maniobra de presión o de propaganda más. Ser aviones militares les confiere la capacidad de volar en el más absoluto de los secretos y eligen mostrarse al público —ante el más que seguro escudriño de Pekín— para demostrar que tienen capacidad de saber los movimientos de las tropas y materiales al otro lado de la línea.
Las relaciones entre Estados Unidos y China no se encuentran en su mejor momento. Joe Biden ya anunció que su ejército intervendría en el caso de que Pekín "intentara tomar Taiwán por la fuerza". También recalcó que "Estados Unidos se ha comprometido a apoyar la postura de Una sola China, pero eso no significa que tenga la jurisdicción de usar la fuerza para tomar Taiwán".
Tal sentencia no sentó especialmente bien al gigante asiático que mostró "su profunda insatisfacción y su firme oposición" a las palabras de Biden a través de unas declaraciones del ministro de Exteriores. A la complejidad de la situación diplomática se une la Ley de Relaciones con Taiwán que obliga a los norteamericanos a vender armamento para que la isla mantenga su capacidad defensiva.
Espías a bordo
La plataforma común de todos los RC-135 se creó en los años 60 por encargo expreso de la Fuerza Aérea de Estados Unidos a Boeing para relevar del servicio la flota de RB-50 Superfortress que llevaba operativa desde finales de los 40. Poco a poco se fueron creando variantes incorporando nuevas tecnologías y creando unidades muy especializadas como el caso del RC-135U Combat Sent que está volando cerca de la costa china.
"El RC-135U Combat Sent proporciona información estratégica de reconocimiento electrónico al presidente, secretario de defensa, líderes del Departamento de Defensa y comandantes", según lo describe la propia Fuerza Aérea. Su misión es localizar e identificar señales de radares militares en tierra, mar y aire. "Recopila y examina minuciosamente cada sistema, proporcionando un análisis estratégico para los combatientes".
Se encuadra dentro de la categoría de aeronaves de inteligencia técnica electrónica (TechELINT, según la designación de la USAF). El objetivo principal de esta tecnología de espionaje es obtener información sobre la localización de los radares y otros emisores de radiación enemigos. Con estos datos, los analistas de inteligencia —tanto a bordo como en la superficie— pueden hacer un seguimiento y preparar contramedidas. Además de mejorar y actualizar los sistemas de detección.
La tripulación más común de los Combat Sent está compuesta por un par de pilotos, un ingeniero de vuelo, 8 oficiales de guerra electrónica, 6 especialistas en el área de la misión y 3 expertos en sistemas informáticos que supervisan el correcto funcionamiento de los ordenadores. No es el avión de su tipo con más tripulantes —el Rivet Joint tiene 26—, pero sí uno con el equipamiento de espionaje más secreto.
Según algunos reportes de inteligencia de fuente abierta (OSINT), la combinación de la cobertura de espionaje y las rutas realizadas por el RC-135U Combat Sent habrían permitido a Estados Unidos obtener información de buena parte de los puertos marítimos de la zona sureste de China. Con especial atención a emplazamientos importantes como Hong Kong o la isla Hainan, esta última base de operaciones de submarinos nucleares.
Equipamiento secreto
Este modelo de aeronave se distingue por los diferentes carenados que copan la parte más externa del fuselaje. Dispone de 2 situados uno a cada lado en la parte más delantera donde se ha instalado una serie de radares en matriz capaces de escanear el espectro electromagnético para intentar captar fuentes de radiación.
También dispone de otro equipamiento extra más, situado justo debajo del morro de la aeronave, donde se han colocado sistemas electroópticos y un sensor no especificado justo detrás del cono de cola.
Entre los equipos a bordo que sí se conocen se encuentra un sistema de reabastecimiento que le proporciona un "rango de vuelo ilimitado", según la Fuerza Aérea. Para las telecomunicaciones emplea radio de alta, muy alta y ultra alta frecuencia, lo que le permite enviar datos en tiempo real a prácticamente cualquier lugar del mundo.
El equipo de navegación incorpora un radar de navegación terrestre, un radar Doppler de estado sólido y un sistema de navegación por inerciales que se combina con las observaciones celestes y los datos de GPS.
En cuanto a las características técnicas, este avión de reconocimiento y vigilancia electrónica Combat Sent cuenta con una longitud de 42,6 metros por 41,4 de envergadura y un peso máximo al despegue de 135 toneladas. Emplea 4 motores firmados por CFM International cuya integración formó parte de un programa de actualización del sistema de propulsión concluido en 2005 en toda la flota.